El artículo de hoy va cargado de sarcasmo, algo de humor y con un tono diferente; es tomarse un problema con ligereza y para ello inicio el mismo con esta frase de Elbert Hubbard: “no te tomes la vida demasiado en serio. No saldrás de ella con vida”.
¡Alabados sean los cielos! Por fin, tras décadas de quejas infundadas de médicos, enfermeras y pacientes (esa gente tan pesimista), un comité de expertos formado por un becario de Instagram, un gurú de las finanzas y mi primo Javier (que una vez montó un chiringuito con éxito) ha dado con la solución para nuestro querido y maltrecho sistema sanitario. Resulta que el problema no era la falta de financiación, el envejecimiento de la población o la masificación. ¡Era demasiada complejidad!
Así que, toma nota, porque la revolución es más simple de lo que os podéis imaginar.
Sustituir la historia clínica digital por Telegram y Post-its
¿Para qué gastar millones en un sistema informático seguro, lento y que se cae cada dos por tres? La eficiencia está en las apps que ya usamos. Imaginad la escena:
Paciente: buenos días, vengo por el resultado de la resonancia.
Administrativo: (mirando su móvil) Un momento, que me llegan muchos grupos... Ah, sí. Aquí está. En el grupo "pacientes del Dr. López - turno de tarde", él puso: "Señora García, menuda columna, parece un espagueti pasado por la licuadora. Pase por fisio."¿Le suena?
Y para las urgencias, nada como un buen mural de Post-its de colores. Es visual, ecológico y, si se cae uno, es como una ruleta rusa administrativa. ¡Aumenta la adrenalina!
Instalar máquinas de vending de recetas en las salas de espera
Las colas para recoger la medicación crónica son un insulto a la productividad del siglo XXI. La solución: máquinas expendedoras. Introduces tu DNI, te escupe la caja de pastillas y, de propina, una bolsita de gominolas. ¿No tienes receta? Por 5 euros te da un ibuprofeno 400 y una piruleta de fresa. Modelo de negocio sostenible.
Voces críticas: ¡pero esto es privatizar la salud!
Mi primo Javier: no, hombre, es uberizar la farmacología. Es cool.
El "triaje express": una partida de piedra, papel o tijera
¿Cansado de esperar horas con una pierna rota mientras alguien con un catarro exige ser atendido ya? Hemos simplificado el triaje. El enfermero y el paciente se enfrentan en una partida rápida de piedra, papel o tijera.
Enfermero: (saca tijera)
Paciente con apendicitis: (saca papel). ¡mierda!
Enfermero: Lo siento, colega. Papel envuelve piedra, pero tijera corta papel. Te toca esperar. ¡Siguiente!
Es justo, democrático y fomenta la agilidad mental. Si ganas, te saltas la cola. Si pierdes, al menos has tenido más interacción humana que en los últimos seis meses.
Crowdfunding para operaciones quirúrgicas
¿Una operación de cadera? ¿Un marcapasos? En la era de la colaboración, es de egoístas depender únicamente de lo público. Imaginemos una plataforma: HealthStarter.
Perfil del paciente: "Hola, me llamo Antonio. Mi rodilla hace un ruido como si tuviera galletas María dentro. Necesito 8.000 euros para que me pongan una nueva. Por 10 euros, te mando un audio de los crujidos. Por 50 euros, te dejo ponerle un nombre a la prótesis".
¡Es un win-win! La sanidad ahorra dinero y los ciudadanos pueden ser mecenas de un hígado ajeno. Arte contemporáneo en estado puro.
Sustituir las bajas médicas por un Sistema de 'puntos de vida' al estilo de los videojuegos
¿Deprimido? ¿Con lumbago? ¡Aguanta, campeón! Cada ciudadano nace con una barra de 100 'puntos de vida'. Ir a trabajar con fiebre te da +5 puntos. Quejarte de dolor en la espalda te resta -10. Si tu barra llega a cero, se te emite un certificado de "persona poco resiliente" y tienes que pagar una multa. Esto incentiva la fortaleza mental y acaba con el cuento de las bajas por burnout o "huesos rotos", que son claras invenciones de la mente débil.
Conclusión 'seria'
Está claro. Hemos estado buscando soluciones complicadas con estudios, datos y evidencias, cuando la auténtica innovación reside en aplicar la lógica del todo a 100, la economía colaborativa y el sentido del humor más ácido.
El sistema sanitario no necesita más recursos; necesita más ocurrencias. Y si no estáis de acuerdo, os reto a una partida de piedra, papel o tijera. El ganador decide el futuro de la sanidad pública. ¿A que ahora no parece tan buena idea?
PD: en mi cabeza esto que cuento sería el resumen de una reunión de expertos gestores y políticos buscando soluciones a un sistema sanitario que han matado ellos mismos lentamente y de forma intencionada.
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