Motivos de la huelga médica
La huelga médica surge como respuesta al borrador del nuevo
Estatuto Marco, que los profesionales consideran perjudicial tanto para sus derechos laborales como para la calidad asistencial. La protesta busca visibilizar un malestar acumulado y abrir un debate urgente sobre las condiciones en las que se sostiene el sistema público de salud.
Los médicos recuerdan que su recorrido formativo es uno de los más largos y exigentes del ámbito universitario: seis años de grado,
examen MIR y entre cuatro y cinco años de especialización, además de una oposición adicional para obtener una plaza estable. A pesar de este esfuerzo, la estabilidad no está garantizada. La intención del Gobierno de equiparar sus 360 créditos de formación con titulaciones de 240 créditos ha generado un profundo malestar, al interpretarse como una desvalorización de su nivel de cualificación y responsabilidad. A esta situación se suma la carga laboral. La formación continua, imprescindible en una profesión en constante actualización, se realiza fuera del horario laboral. Los facultativos también denuncian ser los únicos trabajadores obligados a asumir semanas de más de 48 horas y guardias presenciales de 24 horas hasta los 55 años, sin reconocimiento como horas extra, sin cotización para la jubilación y con retribuciones muy inferiores al valor de la hora ordinaria.
Las guardias localizadas son otro punto crítico: pueden acumular más de 20 días al mes, exigiendo disponibilidad total sin descanso ni compensación suficiente. El colectivo advierte de que estas condiciones deterioran su salud y comprometen la calidad de la atención. Por ello, insisten en que la huelga es necesaria para garantizar un sistema sanitario más justo, seguro y sostenible.