Los facultativos cifran en más de un 80% el seguimiento en la primera de las cuatro jornadas de paros

Pedagogía, juventud y 'algún enfado' en la huelga por el Estatuto médico
Grupo de manifestantes en contra del Estatuto Marco de Sanidad.


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Las particularidades de una huelga médica, entre las que sobresale la imposición de un alto grado de servicios mínimos, obligan a hacer una lectura distinta de su impacto laboral y social. Lo que hay que capitalizar, defienden los facultativos, no son los números, sino el mensaje: “Hay un hartazgo muy importante, y si nuestras condiciones no mejoran nos vamos a ir”. El Estatuto Marco propuesto por el Ministerio de Sanidad no corrige esta situación, sentencian las voces consultadas por Redacción Médica, que piden un código diferenciado del resto de ramas de salud que recoja sus derechos y obligaciones. En la primera de las cuatro jornadas de paros que se avecinan en toda España y que ha transcurrido sin incidencias destacables, los sindicatos enfatizan el apoyo ciudadano y la implicación y concienciación del colectivo, especialmente de los más jóvenes. “Dejamos el testigo a una generación totalmente sensibilizada”, aseveran.

Lo cierto es que los sindicatos ponen un notable al seguimiento de la huelga de este 9 de diciembre, que cifran entre un 85 y un 90 por ciento. A su vez, ha habido marchas multitudinarias en puntos como Madrid, Barcelona, Canarias, Ciudad Real. “A nivel global es muy alto”, defienden desde la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), teniendo en cuenta los servicios mínimos “abusivos” que han decretado “la mayoría de las comunidades autónomas”. El Gobierno rebaja esas cifras y remarca la disparidad entre territorios, con Andalucía (32 por ciento) y Castilla y León (26 por ciento) como más destacadas y Cataluña (6,5 por ciento) a la cola. 

Grupo de manifestantes en Sevilla contra el Estatuto Marco.


"Cumplimos los mínimos porque es nuestro deber como médicos"


Aunque son muchos los que no han podido hacer seguimiento de la huelga de este lunes. Uno de ellos es Pablo Cereceda, cirujano en el Hospital de El Escorial, quien asegura que la jornada se está desarrollando sin altercados, más allá del enfado puntual de algún paciente contrariado por el hecho de que le hayan cancelado una cita. “Los servicios mínimos los cumplimos porque es nuestro deber y ya nos cuesta bastante hacer una huelga -apunta-. Pero hay determinadas cosas y situaciones que no son urgentes y no se atienden”. Los esfuerzos, añade este facultativo, se han centrado por ello en la 'labor de pedagogía’ hacia los pacientes, tanto verbalmente como a través de carteles informativos.

“Pero no está habiendo incidencias importantes salvo las que se generan a los pacientes que, claro, son una molestia. Es lo que conlleva tener que vernos obligados a ejercer un derecho que siempre tratamos de evitar”.


"Nos tratan como si fuésemos un funcionariado peculiar y a corto plazo probablemente no vamos a conseguir un cambio sustancial"



Expectativas moderadas respecto al Estatuto médico


Las expectativas de los médicos ante esta nueva convocatoria de huelgas, que se suman a las celebradas en junio y octubre, son moderadas. “Está muy difícil, no somos tontos”, concede Federico Relimpio, endocrino en el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), quien critica la posición “obtusa” a la hora de negociar de un Ministerio de Sanidad que está “muy alejado” en estos momentos de sus aspiraciones. “Nos están tratando como si fuéramos un funcionariado peculiar y a corto plazo probablemente no vamos a conseguir un cambio sustancial”.

En este escenario, la esencia de la huelga no es otra que la de “transmitir el mensaje” para que “poco a poco vaya calando la necesidad” de acordar… “o de elegir a mejores interlocutores”.

A los médicos nos puede la responsabilidad y es verdad que a veces ha habido una falta de unión como colectivo, pero la visión que tenemos es que hay mucha más gente de la esperada”, celebraba por su parte la cirujana madrileña Emma Torres, quien ha tomado parte en la marcha que este martes ha recorrido la capital española (desde el Congreso de los Diputados hasta el propio Ministerio) bajo el ‘sello’ de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts). La central ha contado por miles la asistencia. 

En declaraciones a Redacción Médica, Torres, que es también delegada de este sindicato, insiste en la necesidad de que el departamento de Mónica García “escuche” sus pretensiones. Los diferentes facultativos con los que ha contactado este periódico ponen el foco sobre tres de ellas: la reclasificación profesional, con el ‘A plus’ para médicos en el horizonte; el fin de las jornadas exhaustivas de trabajo y una mejor remuneración de las guardias; y un canal de comunicación directo y diferenciado con el Ministerio de Sanidad. Todo ello amparado por un Estatuto específico. “Son posturas razonables y se acerca a las condiciones que tienen otros colectivos como policías o bomberos, que tienen turnos similares”.

Médicos del País Vasco se unen a la manifestación contra el Estatuto Marco.


Los médicos consultados por este diario ponen también el énfasis sobre el gran protagonismo que han tenido los jóvenes durante la jornada de este martes. 

“Ha habido muchos en las manifestaciones, y es normal porque todo lo que suceda les va a afectar a ellos y es importante que lo sepan”, explica Fernando Álvarez. Este anestesista en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid confía en que, a pesar de todo, el Ministerio “reflexione” ante el pulso de unos médicos que “han demostrado una oposición frontal a su propuesta”.  Ha conseguido unir a todos contra el marco normativo”, asevera. 

¿Apoyo de otros colectivos sanitarios?


Respecto al apoyo de otros colectivos sanitarios, desde enfermeros hasta técnicos, el propio Relimpio incide en que estos tienen “problemáticas diferentes” que desembocarán en otra huelga convocada por CSIF, CIG,  CCOO, UGT y Satse para el 27 de enero.


"Hay que tener claro cómo funciona el sistema: el acto médico es el centro"



Pablo Cereceda, por su parte, asevera que hay “muchos puntos de encuentro” entre los diferentes colectivos que ejercen en el ámbito de la salud, pero también diferencias destacadas. Entre ellas, las jornadas de 24 horas. “Por eso pedimos un Estatuto que ponga el foco sobre las medidas específicas de nuestras particularidades de trabajo; no es que queramos ser distintos, es que nuestras condiciones lo son -insiste-. Si nada cambia nos obligarán a irnos, ya sea a la privada o a otro país”.

Cereceda sostiene, en todo caso, que a su juicio el resto de grupos profesionales “entienden” sus inquietudes aunque se trate de “vender” que la mejoría de las condiciones de los médicos les perjudicaría. “Hay que tener claro cómo funciona el sistema: el acto médico es el centro”, concluye.

Impacto "leve" de la huelga en la sanidad privada


La sanidad privada vive una situación diferente. Tal y como han confirmado fuentes del sector, la huelga médica ha resultado “muy leve” en los centros sanitarios privados. "En los hospitales ha habido poco seguimiento de la huelga en sí. El caso de la manifestación es distinto. Allí es donde ha habido mucha gente presente”, confían estas voces.

Sus palabras hacen alusión a las convocatorias de paro celebradas este martes. Los hospitales de carácter privado no han notificado ninguna incidencia, según confirman los profesionales consultados por Redacción Médica. Más aún, no ha habido ningún parón en la actividad asistencial, como apuntan durante la conversación con este periódico.

No hay repercusiones graves. De hecho, es verdad que se han programado menos cirugías para el día de hoy, pero no se ha cerrado nada. Hay tranquilidad Esta huelga médica afecta más a la sanidad pública que a la privada”, relatan.
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