La sanidad privada y la industria farmacéutica definen el rumbo y los retos pendientes de los próximos meses

La empresa sanitaria encara la 'vuelta al cole': Muface, big data y leyes
Iñaki Peralta, presidente de la Fundación IDIS; Juan Yermo, director general de Farmaindustria; y Myriam Pallarés, directora general de Muface.


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Fin del capítulo. La nueva temporada da comienzo tras meses en los que las tramas se han centrado en intensas negociaciones, un futuro económico incierto y la expansión de nuevos sistemas digitales. El verano llegó a su fin con retos pendientes, unos ‘cabos sueltos’ que forman parte del nuevo guion al que se enfrentan sus protagonistas: las empresas sanitarias. La época estival dejó tras de sí varios asuntos sin resolver. El futuro de Muface, por ejemplo, que ha sobrevivido a meses de incertidumbre por su crisis sin precedentes. O el impulso de normas pharma, como la Ley del Medicamento, que en las próximas semanas retomará su trámite. Incluso el auge del big data en la sanidad privada. Los detalles sin resolver están sobre la mesa. Los ‘guionistas’ de estas historias, las empresas del sector sanitario privado y de la industria farmacéutica, revelan a Redacción Médica cuáles serán las incógnitas de los próximos capítulos.

El curso político y sanitario ha dado comienzo hace apenas unas semanas. Con una vuelta a la rutina marcada por el fin de los incendios, en los que los profesionales de la sanidad han jugado un jugado un papel clave, ha llegado el retorno a la normalidad. Una vuelta que ha aterrizado con una agenda a la que las empresas prestarán, como explican a este periódico, especial atención en tres ejes: las leyes farmacéuticas (con su consecuente innovación), el destino de Muface y el impulso a la digitalización en la sanidad privada.

La privada, ante el desafío de la colaboración público-privada


La sanidad privada encara un contexto marcada por desafíos estructurales. Así lo denominan varias fuentes del sector consultadas por Redacción Médica. La Fundación IDIS, encargada de aglutinar a las empresas del sector privado, es la que más ahonda en esta cuestión. De hecho, el organismo detalla que estos ‘obstáculos’ de cara a los próximos meses son “el envejecimiento de la población, la cronicidad, la escasez de profesionales, la financiación limitada y la necesidad de adaptarse a una innovación que avanza a pasos agigantados”.

Para ello, explican estas voces, tres factores resultarán esenciales: la digitalización, la inteligencia artificial y los modelos centrados en personas. Ese trío, como apunta el IDIS, hace “tener que replantearse no solo el sector de la sanidad privada, sino el sistema en su conjunto”.

Es aquí donde voces expertas del sector abordan que la colaboración público-privada es una de las claves que guiarán el rumbo de la sanidad privada en los próximos meses. “Es fundamental. Pero más allá de la eterna discusión y de los estigmas, hay que sacar en claro que la privada ayuda a optimizar recursos, especialmente con las listas de espera”, apuntan sobre la posibilidad de incidir en medidas que ayuden a paliar esos desafíos que afronta el sistema sanitario.

Digitalización, interoperabilidad e IA


Ese no es el único reto que encara la sanidad privada. “Es necesario hacer un Pacto de Estado por la interoperabilidad”, confían. Un sistema que, por cierto, ya está sobre la mesa en los distintos proyectos que prepara la Fundación IDIS, cuyos pilares estratégicos se basan en el impulso de la digitalización.

La organización recuerda que uno de sus proyectos ‘estrella’ está destinado al uso de la interoperabilidad en sanidad. Este es la historia clínica única (miHC), que como ya desveló Redacción Médica, también será uno de los ejes que estarán integrados en el Espacio de Datos de la Sanidad Privada (EDSP), el big data del sector sanitario privado que ya está en marcha.

Estos proyectos, explican, servirán de ‘brújula’ para la sanidad privada de cara a este nuevo curso. “Es un camino que está lleno de retos, pero que nos llevará a una nueva gobernanza del sistema sanitario para mejorar la prevención, la formación, la asistencia y la investigación”, explican. A todo ello, y sobre el destino de la sanidad privada en España, rematan: “La aportación de valor del sistema sanitario privado es ineludible y, además, se ha erigido en una clave dentro de la sanidad en nuestro país”.

Muface: el retorno tras la crisis


Siete meses, más de 200 días y tres licitaciones. Despedidas, bienvenidas, y parones momentáneos. Las tramas se han sucedido una tras otra durante más de un semestre. Varios protagonistas han copado algunas de las principales escenas. Por ejemplo, la incertidumbre estuvo presente en las protestas. O la tranquilidad tras la firma del concierto sanitario. Una rúbrica que, por cierto, dio fin a la que probablemente haya sido la peor crisis de Muface, y que simbolizó el ‘sí, quiero’ entre las aseguradoras (Adeslas y Asisa) y la dirección general del modelo, encabezada pro Myriam Pallarés. Pero Muface ha renovado su temporada, y aún le quedan varios retos pendientes, argumentos por resolver.

Uno de ellos es la implantación de la receta concertada de Muface. Tal y como ha adelantado Redacción Médica a través de fuentes cercanas a la mutualidad, esta se encuentra ‘en lista de espera’ en seis comunidades autónomas (Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid y País Vasco). No obstante, dos de ellas ya están entre los próximos objetivos de Muface.

La ‘conquista’ de todo el territorio llegará en el primer trimestre de 2026. Todo ello después de que la crisis sin precedentes de la mutualidad paralizase los planes para 2025. No obstante, el proceso siguió su curso, y en julio el proceso volvió a su curso: Castilla-La Mancha y Galicia se unieron a Sirem (el sistema de receta electrónica que permite a los adscritos retirar sus medicamentos sin necesidad de presentar un talonario en papel). A ellas le siguió Aragón el pasado 11 de octubre.

Ese no es el único cabo suelto de Muface. La mutualidad también afronta la renovación de su Estatuto. Un cambio de imagen que comenzó en 2021, pero que continúa paralizado. Sin embargo, fuentes cercanas al Consejero General del modelo han adelantado a este periódico que el Estatuto de Muface ya se está ‘desempolvando’. De hecho, volverá de cero al tintero de Moncloa. Y es que el Gobierno será el encargado de “adaptarlo a la situación actual” a través de un Real Decreto para los organismos públicos, entre los que se encuentra Muface.

Siete propuestas para la industria farmacéutica


La industria farmacéutica vive “un momento decisivo”. Farmaindustria, la patronal del sector, define así la era actual del mercado, que llega al nuevo curso con la Ley del Medicamento como uno de los próximos retos en la hoja de ruta del Ministerio de Sanidad. Pero antes de pasar a abordar esa norma, que pretende marcar un antes y un después, las fuentes consultadas por este periódico, hacen una radiografía de la situación en Europa.

“Se están elaborando leyes que definirán cómo se investigan, desarrollan y ponen a disposición de los pacientes los medicamentos del futuro, como son la revisión del paquete farmacéutico europeo, la nueva Ley europea de Biotecnología o la regulación del Espacio Europeo de Datos de Salud”, enumeran.

Es aquí donde pasan al plano nacional, donde abordan aspectos como el Anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios o los reales decretos de Evaluación de Tecnologías Sanitarias o de Precio y Financiación. “El objetivo de todas estas normas es impulsar la innovación en la región y mejorar el acceso a los tratamientos por parte de los pacientes”, dicen. Es aquí donde muestran su reclamación, su deseo de cara a este nuevo guion que está por escribirse: “Demandamos que se genere un marco regulatorio equilibrado, responsable y predecible, que combine sostenibilidad y acceso con incentivos reales a la innovación”.

Esos, no obstante, no son los únicos desafíos pendientes. “A esto hay que sumar el cumplimiento de lo plasmado en la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028, que ofrece una oportunidad única de convertir a España en un referente mundial en innovación e industrialización biofarmacéutica y reconoce a la industria farmacéutica como sector estratégico”, indica la organización dirigida por Juan Yermo a este periódico.

Asimismo, la fotografía de Farmaindustria también muestra detalles del contexto geopolítico, marcado por los aranceles de Donald Trump y que han afectado de lleno a los productos farmacéuticos. “Creemos que este momento de incertidumbre, que nos preocupa, podemos convertirlo en oportunidad”, responden las voces de la patronal. Por eso, cuentan que han hecho una propuesta al Gobierno de siete medidas que buscan “acelerar la inversión biofarmacéutica” de España en el escenario actual. Estas son:
  1. Desarrollar un marco regulatorio predecible y atractivo para la innovación.
  2. Reforzar el ecosistema de innovación.
  3. Nueva legislación medioambiental.
  4. Revisar las contribuciones de la industria, en particular la DA6ª de la Ley de Garantías y el RDL 8/2010.
  5. Seguir evolucionando los incentivos del Profarma.
  6. Recuperar el atractivo de las deducciones por I+D en el Impuesto de Sociedades.
  7. Desarrollar nuevos incentivos para la producción de medicamentos estratégicos y biológicos.

El futuro de las empresas sanitarias no está escrito. La sanidad privada, Muface y la industria farmacéutica llegan a un nuevo curso político y sanitario con varios retos pendientes, unos ‘cabos sueltos’ que definirán la agenda de los próximos meses.
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