Toma de posesión de Antonio Martínez como Académico Correspondiente de la Real Academia de Farmacia de Galicia.
La
Real Academia de Farmacia de Galicia acogió este miércoles el ingreso del profesor Antonio Martínez Fernández como
Académico Correspondiente. Con una trayectoria que supera el medio siglo en docencia e investigación, el nuevo miembro de la institución pronunció un discurso titulado
“Trichinella spp.: 40 años de trato intermitente”, en el que repasó su vida científica ligada a este parásito y las aportaciones que han marcado la lucha contra la triquinosis.
Martínez Fernández se doctoró en la
Facultad de Veterinaria de León con una tesis sobre
Trichinella spiralis, e inició una carrera académica que lo llevó a ser catedrático en la
Universidad de Santiago de Compostela (USC) y, posteriormente, en la
Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En Galicia consolidó los estudios de
Parasitología Animal en la Facultad de Farmacia, sentando las bases de un área de investigación muy activa. Ya en Madrid, compaginó su labor docente e investigadora con cargos de gestión universitaria, como el de vicerrector, y con una intensa actividad en la
Real Academia Nacional de Farmacia. Su currículum incluye más de 200 publicaciones científicas, la dirección de más de 60 tesis doctorales y la autoría de libros y capítulos que han servido de referencia en el ámbito de la Parasitología.
Referente en el estudio de la triquinosis
En su discurso de ingreso, el profesor
Martínez Fernández hizo un recorrido por la evolución del conocimiento sobre
Trichinella,
el nematodo responsable de la triquinosis, una enfermedad históricamente vinculada al
consumo de carne de cerdo contaminada. Recordó cómo este parásito pasó de ser una mera curiosidad zoológica a convertirse en un modelo experimental clave en biomedicina y en el desarrollo de medidas de seguridad alimentaria.
La intervención se estructuró en cuatro apartados, que abordaron distintos aspectos del estudio de
Trichinella. Comenzó con la t
axonomía y evolución del género, haciendo énfasis en los avances logrados en las últimas décadas gracias a las técnicas moleculares. Seguidamente, presentó la historia científica internacional, marcada por la creación de la Comisión Internacional sobre Trichinellosis (ICT) y el establecimiento del banco de cepas de referencia en Roma.
También examinó el viaje de
Trichinella a América, vinculado a la
exportación de cerdos y jabalíes europeos, lo que permitió trazar la dispersión del parásito. Finalmente, destacó las aportaciones personales y de su equipo, que incluyeron estudios de aislamientos en España, caracterización de cepas y aplicación de nuevas técnicas de análisis genético. El nuevo académico recordó que
Trichinella fue también un motor para la profesión veterinaria: “gracias a ella se consolidó una misión social clave: la inspección y seguridad de los productos cárnicos”.
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