Lucía Díez y Lara Ferrer, enfermeras que se preparan el EIR.
Las aspirantes a ser enfermeras especialistas se encuentran en la recta final para el
examen EIR, que tendrá lugar el próximo 24 de enero. Con las Navidades a la vuelta de la esquina, tienen que
priorizar entre ocio y descanso, para encontrar un equilibrio de cara a la prueba.
Lucía Díez Rodríguez, que se
prepara el examen desde Fuengirola, sabe que va a tener que estudiar en Navidades porque en enero solo podrá repasar, pero intentando disfrutar de las fiestas:
“Intentaré compaginar tiempo de calidad con mi familia y el que tenga libre, intentaré estudiar”. Para
Lara Ferrer, otra enfermera que se prepara el EIR en Gandía, la clave es organizarse: “He intentado dejarme algunos días libres como el de Navidad o el de Año Nuevo, dependiendo de lo que se celebra más en mi familia, pero el resto de días estudiaré”, afirma.
Ambas decidieron dar un paso más y prepararse la oposición porque lo veían como una oportunidad para formarse en profundidad. “Al principio tuve dudas porque el sueldo no es muy alto durante la residencia, pero
me pesaban más las oportunidades que tienes para especializarte, son dos años de formación remunerada”, cuenta Díez Rodríguez. Para Ferrer, el punto decisivo para lanzarse a estudiar fue ver el
“panorama” para en Enfermería: “Me pareció la mejor vía para poder estar dos años trabajando, formándome más… lo vi lo más idóneo”, admite. En cuanto a preferencias, la enfermera malagueña dice que, llegado el momento, podrá decidir en más profundidad, pero
está entre dos opciones, o Comunitaria o Salud Mental, mientras que para la valenciana la preferida es
Pediatría por su versatilidad: “A nivel de formación me gusta bastante porque rotan por muchas especialidades. Tocan UCI, tocan Atención Primaria… entonces me gusta mucho”, comenta.
Nervios de cara al examen
Quedan dos meses para el EIR, en el que
decidirán su futuro laboral como enfermeras especialistas, con los nervios y expectativas que conlleva. “Como cualquier opositor tengo la
inseguridad de no saber cómo te va a salir el examen. Le he estado dedicando mucho tiempo, meses y meses. Yo confío en que va a salir muy bien porque para algo me estoy esforzando, pero siempre está esa cosa en la cabeza”, admite Díez Rodríguez. Una cosa que señala Ferrer es que,
durante la carrera de Enfermería no se nota la competitividad, pero que en lo que respecta al EIR es lo contrario.
“Me preocupa un poco que lo pongan demasiado fácil y que una persona que tenga un temario básico de
Enfermería pueda sacar la misma puntuación que una persona que se lo ha preparado mucho”, explica.
Las dos
enfermeras aguardan el momento del examen entre
apuntes, reglas mnemotécnicas y enfrentándose a los simulacros: “Últimamente los llevo mejor. Al principio sí que me desanimaban un poco porque son cuatro horas de examen y eso tienes que entrenarlo”, confiesa Díez Rodríguez, pero ahora tiene la perspectiva de que hay unos que salen mejor y otros peor. Para Ferrer,
la clave para llevar bien el estudio es intentar hacer deporte por la mañana, antes de ponerse delante de los libros: “Hay días que no lo hago, pero intento que sí, más que nada por no estar todo el día sentada estudiando”, comenta. Algo que considera fundamental es desconectar también antes de dormir, leyendo o viendo una película. Unas rutinas que vertebran unas jornadas de estudio que poco a poco se acercan a su fin.
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