Los puestos de difícil cobertura experimentan un ‘boom’ de excedencias tras el concurso

Un médico camina por un pueblo, uno de los puestos más difíciles de fidelizar en la sanidad autonómica.
Un médico camina por un pueblo, uno de los puestos más difíciles de fidelizar en la sanidad autonómica.


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Conseguir atraer a los médicos hasta las denominadas plazas de difícil cobertura se han convertido en un reto compartido para buena parte de las comunidades autónomas. Las condiciones de vida y la presión asistencial de estos lugares, ubicados habitualmente en territorios rurales, llevan a que buena parte de los facultativos termine renunciando o solicitando una excedencia. Prueba de ello es el informe interno que ha elaborado Osakidetza para analizar este fenómeno en la sanidad del País Vasco.

La información presentada por el consejero de Salud, Alberto Martínez, muestra que en la primera convocatoria de la OPE especial por difícil cobertura se han adjudicado un total de 169 puestos en diferentes zonas de la comunidad, según el informe al que ha tenido acceso Redacción Médica. Sin embargo, 75 de ellos han terminado por presentar una renuncia o por acogerse a una excedencia una vez que se les ha asignado la plaza, lo que representa casi la mitad de los implicados.

El caso más flagrante es el de Medicina de Familia, la especialidad más necesitada en los territorios rurales. En total, se han distribuido 130 plazas de facultativos en el primer nivel asistencial de Osakidetza, de los cuales 60 han terminado por renunciar. Se trata de un 46,1 por ciento de los participantes que obtuvieron su puesto. Esta realidad también afecta a la Pediatría, ya que, de las 21 plazas adjudicadas, 10 han terminado quedando vacantes de nuevo (47,6 por ciento).


Los psiquiatras en las zonas rurales 


La dificultad para lograr retener talento en las zonas rurales también afecta a las políticas de salud mental que también forman parte de la estrategia de difícil cobertura. De los 12 puestos de psiquiatra resueltos en la convocatoria, cinco han terminado por acogerse a una renuncia o excedencia. Aunque sí que se han mantenido los cuatro psiquiatras infantiles que superaron el proceso selectivo.

La Consejería de Salud ha facilitado esta información a través de un documento presentado en el Parlamento Vasco a petición del grupo del Partido Popular que quería saber el resultado de esta iniciativa. A juicio del partido de la oposición, los datos demuestran que siguen faltando médicos en las zonas rurales, los puntos de atención continuada y en el horario de tarde. “El Gobierno de Pradales vendió esta OPE como solución a las zonas con falta de profesionales. Los resultados han demostrado que no ha sido efectiva”, ha apostillado la portavoz del PP, Laura Garrido.

La primera OPE de difícil cobertura concluyó el pasado mes de abril, después de que 845 candidatos realizaran su inscripción en País Vasco, algunos de ellos procedentes de otras comunidades autónomas. Se apostó entonces por un método de concurso, que permite premiar la experiencia de los profesionales, antes que someterlos a un examen. Ahora, ya se está preparando una nueva convocatoria que se lanzará en 2026 con el foco puesto en las zonas donde se ha detectado una mayor necesidad.
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