Juan Manuel López, coordinador de Atención al Paciente del Hospital La Princesa, destaca la importancia de este servicio

 Una médica atiende a su paciente.
Una médica atiende a su paciente.


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La atención a personas extranjeras que no hablen ni español ni inglés puede llegar a suponer un reto para un médico, una enfermera o cualquier sanitario. Sin embargo, el Sistema Nacional de Salud (SNS) está más que preparado para ello. Y es que, en la capital, el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) cuenta con un sistema telefónico que, a través de llamadas a tres (o a cuatro) permite que la comunicación médico-paciente sea un éxito. Sin embargo, no vale cualquier traducción. De hecho, debe ser exacta. "En un hospital se dan diagnósticos y se gestionan datos protegidos. Por ello, no pueden surgir malas interpretaciones", explica a Redacción Médica Juan Manuel López, coordinador del Servicio de Atención al Paciente del Hospital Universitario de La Princesa

El servicio telefónico de traducción puede utilizarse en consulta, en planta o en Urgencias, es decir, está operativo para ser empleado en cualquier rincón del hospital. "Es útil, necesario y seguro, porque nos ponemos en contacto con un traductor real", explica López. El procedimiento, de por sí, es sencillo, aunque se deben seguir determinados pasos para garantizar la seguridad de la información que se está manejando.

Un servicio de 91 idiomas protegido por caja fuerte


El médico, en cuanto llega el paciente y reconoce que es necesario tener a un traductor como intermediario, se comunica con el servicio de Información del hospital. En ese mismo instante, los trabajadores de dicho departamento se ponen en contacto con el personal de Seguridad, que es "habitualmente" quien custodia los dispositivos móviles, que están protegidos por una caja fuerte.

Así, se activa el procedimiento y tanto la persona que baja a por él como el médico deben firmar un documento para que quede reflejado por qué manos ha pasado. La traducción se realiza a través de dos auriculares, uno para el paciente y otro para el facultativo. A partir de ese instante, se establece una conexión con el servicio de traducción y se elige cuál es el idioma que se quiere utilizar. "Actualmente, este servicio de interpretación telefónica está dispuesto para 91 idiomas diferentes como, por ejemplo, el bengalí.


"Actualmente, este servicio de interpretación telefónica está dispuesto para 91 idiomas diferentes"




Al seleccionar la lengua, hay dos opciones: establecer una conversación entre el paciente, el médico y el traductor o hacer una conferencia a tres. ¿Qué significa esto? Que se incluya en la llamada a un representante del consulado o de la embajada del país de origen de la persona atendida.

"Las conversaciones, por supuesto, están totalmente protegidas", matiza. Además, si existe ruido que impida la buena comunicación entre los tres o cuatro intervinientes, se puede solucionar, ya que existe un sistema de depuración del mismo. Eso sí, este sistema no está disponible de manera puntual. "Hay traductores disponibles las 24 horas del día y los 365 días del año", incide López.

Hacia una traducción jurada de información clínica


La aplicación con la que cuenta el Sermas es Dualia, ya que ofrece la garantía de que las personas con las que se hable sean "de carne y hueso". De esta forma, según el profesional del Hospital de La Princesa, "la traducción es jurada".

Es verdad que se trata de personas con un gran nivel de idiomas que cuentan con una formación extra en cuestiones sanitarias. Aun así, en ocasiones, la traducción puede llegar a complicarse debido a la posible complejidad de determinados términos. Es ahí cuando el médico debería realizar una nueva interpretación, por ejemplo, del diagnóstico, para facilitar el trabajo del traductor.

Tendencia de uso a la baja


El éxito de este sistema es "indudable". Comenzó a implantarse en el Sermas en 2019, año en el que su uso alcanzó unos máximos que han ido decayendo con el paso del tiempo. "Ahora, mucha gente se fía de traductores de Google o Apple. Para decir dos o tres palabras o una dirección está bien, pero estamos hablando de información muy importante y seria con un gran calado jurídico y médico", anota.


"Mucha gente se fía de traductores de Google o Apple y estamos hablando de información con un gran calado jurídico y médico"




Por otro lado, para interpretar documentos como un informe clínico existe la opción de contactar con un traductor jurado de la embajada o consulado del país de origen del paciente, con el objetivo de certificar su traducción exacta. Y es que se trata de un puente entre el médico y el paciente que, aunque no sea conocido a día de hoy, "es vital para el sistema sanitario". Y lo más importante, la seguridad de la información está más que garantizada.
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