Los corticoides que se ofrecen a las embarazadas con mayor riesgo de parto prematuro pueden provocar problemas de salud a largo plazo en los bebés nacidos a término. Así se afirma en una investigación dirigida por la Universidad McMaster, en Canadá, y publicada en la revista The BMJ, que apunta que estos niños pueden sufrir dificultades como ingreso en cuidados intensivos neonatales, problemas respiratorios y de crecimiento, y resultados adversos en el desarrollo neurológico.
Los corticosteroides se utilizan para aumentar las tasas de supervivencia de los recién nacidos muy prematuros y reducir los problemas de salud, pero no se conocen bien los efectos sobre la salud a largo plazo del bebé, sobre todo en los que superan las expectativas y nacen a término.
Los expertos analizaron los datos de 1,6 millones de lactantes y determinaron que aproximadamente el 40 por ciento de los que tuvieron exposición precoz a corticosteroides -es decir, a las 34 semanas de gestación o antes- evitaron el nacimiento prematuro y nacieron a término, pero, sin embargo, sufren nuevos riesgos de complicaciones de salud futuras.
Los corticoides, un arma de doble filo
Los investigadores llevaron a cabo para su estudio una revisión sistemática y un metaanálisis de los datos de siete ensayos controlados aleatorizados y 10 estudios poblacionales en los que participaron, como se ha indicado, 1,6 millones de lactantes nacidos desde el año 2000. Más de la mitad de los bebés con exposición precoz a los corticosteroides nacieron a término -es decir, a las 37 semanas o después- o de forma prematura tardía -entre las 34 y las 36 semanas-, y en ambos grupos los expertos hallaron resultados similares.
En el caso de los recién nacidos muy prematuros, los corticoides prenatales pueden salvar vidas y reducir la morbilidad grave, pero a medida que el embarazo avanza hacia el término, los beneficios se convierten en riesgos. "Los corticoides prenatales son un arma de doble filo: muy beneficiosos para los bebés nacidos muy pronto y potencialmente perjudiciales para los nacidos a término", afirma Sarah McDonald, autora principal del estudio, titular de la Cátedra de Investigación de Canadá sobre Prevención e Intervención en Enfermedades Maternoinfantiles y profesora del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad McMaster.
Necesidad de un modelo predictivo más certero
Los autores del análisis aseguran que es fundamental llevar a cabo más investigaciones sobre esta influencia de los esteroides en los lactantes, con un seguimiento a largo plazo en ensayos controlados aleatorizados. También abogan por un enfoque menos liberal del uso de corticoides durante el embarazo.
"El parto prematuro es muy difícil de predecir; necesitamos mejores modelos de predicción para evitar la sobreexposición a intervenciones como los esteroides, ya que puede existir un riesgo potencial", sentencia McDonald.
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