Alertan que al viajar a países con riesgo sanitario se podrían contraer infecciones graves con diferentes síntomas

Farmacéuticos aconsejan vigilar síntomas al volver de vacaciones lejanas
Pasaporte Covid.


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Elegir destinos exóticos para disfrutar de las vacaciones de verano, escogiendo incluso países con algún riesgo sanitario que implica la vacunación obligatoria del viajero para entrar, es cada vez más frecuente.

Por ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España destaca que es importante no solo vacunarse antes de salir de viaje a estos destinos sino también estar atentos a posibles síntomas a la vuelta de vacaciones, ya que algunas enfermedades tropicales no se manifiestan inmediatamente, pudiendo presentarse bastante tiempo después del regreso.

Los farmacéuticos insisten en que los síntomas que hay que vigilar al regresar de zonas con riesgo sanitario son la fiebre persistente, la fatiga intensa, la diarrea prolongada, el dolor abdominal o la aparición de ictericia (color amarillento en piel y ojos), puesto que pueden indicar la presencia de una infección adquirida, aunque es cierto que los síntomas pueden ser muy variables dependiendo del tipo de infección.

Además, entre los signos de alerta que podrían indicar una infección grave estarían la dificultad respiratoria, la tos prolongada o cualquier cuadro neurológico inusual, como convulsiones. En estos casos, la recomendación es acudir de inmediato a un centro sanitario e informar siempre sobre el viaje realizado.

Por otra parte, hay que tener una mayor precaución y vigilancia tras el viaje con los grupos de riesgo, como niños pequeños, mujeres embarazadas, personas mayores o pacientes con enfermedades crónicas, en quienes las infecciones pueden ser más graves.

Otra recomendación es registrar los síntomas y su evolución, ya que puede ser de ayuda en caso de que sea necesario acudir a la consulta médica, a la que habría que ir con la cartilla de vacunación y especificar países y zonas visitadas, duración y actividades realizadas, entre otros detalles.

Asimismo, hay que evitar la automedicación, porque puede enmascarar síntomas y retrasar el diagnóstico.


Vacunas y dosis de recuerdo


Los farmacéuticos apuntan que, aunque la mayoría de las vacunas indicadas de forma específica para el viajero no requieren una revacunación inmediata al regresar, existen algunas que precisan varias dosis para garantizar una protección completa y duradera. Este es el caso, por ejemplo, de la hepatitis A, la hepatitis B o la rabia en las que, a menudo, se requiere completar la inmunización con más de una dosis.

Otras vacunas, como la del tétanos, la difteria o la fiebre tifoidea, pueden necesitar recordatorios al cabo de unos años, pero esto es independiente del viaje pues forma parte del calendario vacunal habitual de cada persona.

El Consejo General matiza que es importante diferenciar entre las vacunas para la prevención de las enfermedades mencionadas y la profilaxis frente a la malaria, pues, aunque ya existe alguna vacuna contra esta patología, todavía no está disponible en España. En este caso, no se trata de una vacuna, sino de un tratamiento preventivo con comprimidos, que debe comenzar uno o dos días antes del viaje, continuar durante la estancia en el país de destino y, además, mantenerse durante siete días tras la vuelta del viaje.

Desde la farmacia se advierte de que no completar la pauta de inmunización puede suponer una pérdida parcial de la protección frente a la patología para la que se ha administrado la vacuna, lo que hace que aumente la posibilidad de contraerla. Así, en enfermedades graves y potencialmente mortales, como la rabia o la fiebre amarilla, no disponer de la inmunidad completa puede tener consecuencias importantes.

Hay que especificar también que la fiebre tifoidea o la hepatitis A no llegan a suponer un riesgo para la vida en la mayoría de los casos, especialmente, cuando se establece un tratamiento y un seguimiento, pero pueden ser muy molestas y provocar síntomas durante varias semanas o incluso meses.

Con el fin de que el paciente no olvide acudir al centro de vacunación para recibir las dosis de recuerdo, el farmacéutico aconseja apuntar la fecha de la siguiente dosis en un calendario o agenda digital con recordatorio, así como anotar en la cartilla o pasaporte de vacunación la pauta completa prevista. Asimismo, de forma proactiva, el farmacéutico puede preguntar al paciente si ha completado su vacunación.

Entre los factores que pueden incidir en la posibilidad de olvidar una dosis de recuerdo, el Consejo General destaca el hecho de restar importancia a la vacuna una vez que se ha vuelto del viaje, especialmente, si no hay ningún síntoma, o que la dosis de recuerdo se administre tras varios meses, como ocurre, por ejemplo, con las vacunas de la hepatitis A y de la hepatitis B.
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