Un estudio asegura que eliminar la enfermedad con terapias antirivales consigue, también, revertir la cirrosis

Los tratamientos contra la hepatitis C disminuyen la hipertensión portal
Juan Carlos García-Pagán y Sabela Lens, coordinadores del estudio.


30 ene. 2018 18:20H
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POR REDACCIÓN
El tratamiento antiviral contra la hepatitis C disminuye la hipertensión portal (la presión en las venas) en pacientes con cirrosis. Esta es una de las conclusiones del estudio llevado a cabo por el Hospital Clínic-Idibaps y publicado en la revista ‘Gastroenterology’.

La investigación, coordinado por Juan Carlos García-Pagán y Sabela Lens, demuestra que la eliminación de la hepatitis C gracias a los tratamientos antivirales actuales consigue disminuir la hipertensión portal y revertir la cirrosis en algunos pacientes.

La infección crónica por el virus de la hepatitis C es la principal causa de cirrosis y trasplante hepático, pero el tratamiento antiviral con fármacos orales desde finales de 2014 ha supuesto un gran avance en este campo de la Hepatología. La presencia de hipertensión portal, una de las principales complicaciones de la cirrosis, se consideraba una contraindicación para el tratamiento antiviral debido a la alta probabilidad de desarrollar efectos adversos graves como infección o descompensación clínica.

“El impacto de la curación sobre la presión portal en los pacientes con una enfermedad hepática tan avanzada no había sido analizado con detalle”, ha explicado Sabela Lens.

En el estudio han participado 226 pacientes con cirrosis producida por el virus de la hepatitis C de seis centros españoles, a los que evaluaron el cambio en la presión portal a las 24 semanas de finalizar el tratamiento antiviral en pacientes con hipertensión portal clínicamente significativa (HPCS). Todos los pacientes con esta enfernedad lograron la curación de la hepatitis C después del tratamiento antiviral.

Los resultados del estudio demostraron que la curación del VHC lograba una reducción significativa en la presión portal y que en un 60 por ciento la reducción era de más del 10 por ciento respecto al valor basal. Sin embargo, 176 pacientes todavía presentaban HPCS al finalizar el tratamiento y, por tanto, continuaban en riesgo de desarrollar descompensación clínica a corto plazo.

Según los investigadores, de estos resultados se desprende que la cirrosis hepática es un proceso reversible si se elimina el factor que la causa, aunque no sucede en todos los pacientes, bien sea porque se requiere de más tiempo o porque en algunos casos el daño producido en el hígado es irreversible.

“Los datos son relevantes a nivel práctico ya que implica que a pesar de la eliminación del virus C hay una proporción significativa de pacientes que deben continuar seguimiento”, según Sabela Lens. “Está previsto un nuevo estudio hemodinámico con esta misma cohorte de pacientes a los 2 años desde finalizar el tratamiento para evaluar el efecto de la curación sobre la presión portal a largo plazo”, ha concluido la hepatóloga.
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