Encaramos la recta final del mes de abril y los datos aportados por las distintas administraciones públicas apuntan a una clara mejoría en el ritmo de vacunación del Covid-19 en nuestro país.

Con un 7,6 por ciento de la población completamente inmunizada, se ha pasado de 2,6 millones de personas vacunadas a finales de marzo a 3,6 millones en apenas 20 días.

Son cifras que, inevitablemente, nos llevan a un moderado optimismo, aunque seamos conscientes de que aún queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar el objetivo de lograr la inmunización del 70 por ciento de la población antes de finales de este verano, y que también hacen preguntarnos porque no pudimos llevar este ritmo en los primeros meses del año.

Las causas del lento avance de la vacunación hasta el segundo trimestre del año en nuestro país y en el resto de los países miembros de la Unión Europea ya han sido profusamente analizadas y nos llevan a una concatenación de claros incumplimientos de los compromisos adquiridos por parte de las empresas farmacéuticas, la Comisión Europea y las autoridades nacionales competentes.

Llegada de más vacunas Covid a España


No es objeto de este artículo entrar a analizar en detalle los distintos errores cometidos por unos y otros en un asunto de absoluta prioridad para acabar con la mayor crisis sanitaria, social y económica vivida en nuestra historia reciente, pero si constatar que, lamentablemente y una vez más, no se ha logrado estar a la altura de lo que la sociedad demandaba y necesitaba.

Llegados a este punto, y con un suministro más adecuado, al menos por el momento, de las dosis necesarias para seguir inmunizando a la población, la responsabilidad del éxito o fracaso presente y futuro recae, principalmente, en cómo se gestiona su administración a la ciudadanía en cada una de las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla.


"Disponer, en todo momento, de los recursos humanos y medios necesarios para vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible debe ser prioritario para todas las administraciones"



Disponer, en todo momento, de los recursos humanos y medios necesarios para vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible debe ser prioritario para todas las administraciones competentes sin dejar de lado, en ningún caso, la atención sanitaria y cuidados que debe seguir prestándose a todos los pacientes y al conjunto de la ciudadanía.

Especial atención hay y habrá que tener para contar con los sanitarios que mayoritariamente se están encargados de la planificación, recepción, administración y seguimiento de las vacunas, es decir, de las enfermeras y enfermeros. Unos profesionales que, desde el primer momento, han mostrado toda su disponibilidad, voluntad y compromiso por colaborar en la consecución de un objetivo que no es otro que salvar vidas.

Esperamos no escuchar argumentos reiterativos y carentes de veracidad como afirmar que no hay enfermeras y enfermeros disponibles cuando, según los últimos datos oficiales, hay cerca de 3.000 de estos profesionales que siguen engrosando las listas del desempleo en nuestro país.

Vacunas Covid en festivos y fines de semana


Las enfermeras y enfermeros somos los primeros que queremos recuperar la normalidad existente antes de la pandemia y, para ello, seguiremos trabajando tardes, fines de semana y festivos siempre que sea necesario y lo único que pedimos es contar con las condiciones y recursos adecuados para que la salud y seguridad de las personas esté siempre garantizada.

Sin lugar a duda, este segundo trimestre del año será decisivo para determinar si hemos superado los errores cometidos y podemos responder como país a las necesidades de una ciudadanía que necesita recuperar una forma de vida que le fue arrebatada de la peor manera posible no hace tanto tiempo.