Las más de 300.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país celebramos este año el Día Internacional de la Enfermera mirando al futuro. Lo hacemos teniendo aún muy presente todo lo vivido en los dos últimos años pero poniendo nuestras miras en lo que necesitamos para nuestro desarrollo profesional y la mejora de la sanidad.

La realidad profesional y personal sobrevenida por la pandemia del Covid-19 nos ha marcado de manera profunda. Nos ha removido de tal manera que aún no somos del todo conscientes de sus consecuencias a medio y largo plazo pero también nos ha generado una clara certeza de lo que queremos para nuestro colectivo y, lo que es más importante, para el conjunto de la sociedad de la que también somos parte.

Queremos poder trabajar en un sistema sanitario que cumple con su razón de ser de atender y cuidar en las mejores condiciones a más de 47 millones de personas. Un sistema sanitario con los medios y recursos suficientes en los que los pacientes y el conjunto de la ciudadanía sean atendidos de manera excelente, sin esperas, sin recortes, sin problemas añadidos…

Las enfermeras y enfermeros sabemos que es posible y cómo hacerlo realidad, pero vemos que las personas que tienen el poder y responsabilidad de acometer las medidas y reformas necesarias nos vuelven a dar de lado. Han vuelto a abandonar a la sanidad pública y a sus profesionales tras las ‘palmaditas en la espalda’ recibidas en lo peor de la pandemia del Covid-19.


"Queremos poder trabajar en un sistema sanitario que cumple su razón de ser, atender y cuidar en las mejores condiciones"



Ante esta realidad, y sin un ápice de victimismo ni conformismo, nuestra reacción no se ha hecho esperar. Llevamos ya meses saliendo a la calle protagonizando distintas acciones reivindicativas con la participación de miles de compañeras y compañeros y un único mensaje: ¡Las enfermeras y enfermeros exigimos soluciones!

Por ello, este año, el Día Internacional de la Enfermera no es una jornada conmemorativa más. Saldremos también de nuestros centros de trabajo para recordar nuestra imprescindible y decisiva labor en la mejora de la salud y bienestar integral de las personas pero, sobre todo, para marcar el camino que debemos recorrer si queremos conseguir las condiciones laborales y profesionales que merecemos.

Será un día para la unión, la participación y la reivindicación. Tenemos que poder trabajar con suficientes medios y recursos en entornos seguros y saludables que nos permitan realizar nuestra labor sin sobrecarga, tensión y pésimas y precarias condiciones, las cuales, al final, repercuten negativamente en nuestra salud  y seguridad y en la de los pacientes