Muface renueva las reglas para la prescripción médica con receta concertada

El puzle está casi completo. Solo le quedan cuatro piezas. La imagen es casi perfecta. La conquista sigue su curso, y ya mira al primer trimestre de 2026 para mostrar su cara completa. La receta electrónica concertada de Muface está cerca de convertirse en una realidad en todo el país. Su conquista, que dio comienzo en 2020 con Cantabria como pionera, ha sumado a cinco nuevos territorios a lo largo de este último año. Castilla-La Mancha, Galicia, Aragón, Madrid y País Vasco han sido las últimas incorporaciones a Sirem, el nombre que se le da a esta herramienta que permite retirar medicamentos sin necesidad de presentar un talonario en papel. Este nuevo contexto ha provocado que Muface se ponga las pilas, y es que tal y como ha podido saber Redacción Médica, la mutualidad ha desplegado las instrucciones para que los médicos sepan cómo prescribir la receta electrónica concertada.

Las instrucciones para la receta concertada de Muface

Noviembre de 2024 supuso el parón para la receta electrónica concertada de Muface, y julio de 2025 fue el mes de su nueva puesta en marcha. Nueva casilla de salida. Y ahora la dirección general de la mutualidad ha desplegado los pasos a seguir que tendrán que tener en cuenta los médicos que prestan asistencia sanitaria concertada en este sistema de mutualismo.

La primera de ellas, como ha podido conocer Redacción Médica, consiste en una de las grandes claves. “Los médicos del servicio público de salud no pueden prescribir en Sirem”, admite Muface, que restringe el uso de esta receta electrónica a los facultativos de la sanidad concertada.

El listado continúa con otro ápice. ¿Qué pasa si un médico desconoce cómo puede darse de alta en el sistema de la receta electrónica de Muface? En ese caso, detalla la mutualidad, el profesional en cuestión deberá ponerse en contacto con la Delegación Provincial de la entidad (Asisa o Adeslas) para la que trabaje a fin de “conocer el sistema de prescripción electrónica y darse de alta”. “Durante las primeras semanas desde la entrada en producción en una comunidad autónoma, las entidades se dedican a formar a sus facultativos prescriptores en el uso de la receta electrónica”, resume.

Otro de los aspectos que detalla es qué sucede con los médicos jubilados. En este caso, Muface explica que estos profesionales no pueden prescribir en Sirem. “La receta electrónica concertada de Muface está planteada de inicio para la prescripción realizada por facultativos adscritos a una de las entidades concertadas para los mutualistas a ellos adscritas. Por el momento, la funcionalidad para que los facultativos externos autorizados por Muface puedan prescribir en Sirem está en fase de estudio y evaluación de las implicaciones que comporta”, explica.

No son los únicos apuntes que aporta la mutualidad. También hace referencia al hecho de que tanto Adeslas como Asisa tienen la capacidad de prescribir la receta electrónica concertada a través de la telemedicina. A ello se suma que, si el centro de urgencias al que acuda el mutualista dispone de este sistema de prescripción, también se podrán adquirir los medicamentos en este espacio.

La implantación de la receta concertada de Muface

Muface ha superado la crisis sin precedentes. Un trance que le sumió en el que probablemente haya sido uno de los peores capítulos de sus 50 años de historia. Un punto de inflexión que supuso un antes y un después para el modelo capitaneado por Myriam Pallarés, que durante más de siete meses vio cómo sus cimientos se tambaleaban. De hecho, algunos de sus proyectos estrella, como es el caso de la receta electrónica concertada de Muface, se quedaron guardados en un cajón. Un espacio que se desempolvó cuando el concierto sanitario fue firmado para los años 2025, 2026 y 2027 por parte de Asisa y Adeslas.

Ese es el contexto en el que llegó la reactivación de Sirem, que a lo largo de este 2025, y tras la rúbrica de esa ‘paz’ a la crisis sin precedentes de Muface, sumó a Castilla-La Mancha, Galicia (en julio), Aragón (en septiembre) y Madrid y País Vasco (en noviembre) a la receta electrónica concertada. Unas comunidades que se sumaban a Cantabria (cuya implantación fue en 2020); Asturias y Canarias en 2022; Extremadura y La Rioja en 2023; Navarra, Murcia, Illes Balears, Ceuta y Melilla en 2024.