Los informes de la Airef allanan el camino para unos presupuestos expansivos en las comunidades en 2026

Cristina Herrero, presidenta de la Airef, da su visto bueno a los presupuestos de sanidad
Cristina Herrero, presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef)


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Todos los analistas coinciden en que la economía española mantiene un ritmo de crecimiento que se prolongará durante el próximo año. Las proyecciones al alza del Producto Interior Bruto (PIB) para el 2026 se han convertido en el mejor escenario para la elaboración de los presupuestos de las comunidades autónomas ya que permitirá a los gobiernos contar con más manga ancha para elegir sus partidas. Esta realidad apunta a traducirse en un nuevo récord presupuestario para la sanidad, aunque el gran reto sigue estando instalado en la negociación parlamentaria donde las cuentas no salen en buena parte de las regiones.

Este optimismo económico ha quedado reflejado en la supervisión de las cuentas públicas en la que se encuentra inmersa la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). La institución que preside Cristina Herrero ya ha dado luz verde al cuadro macroeconómico presentado por nueve comunidades autónomas, un paso previo a aprobar sus presupuestos. En todas ellas han avalado sin problemas unas previsiones que apuntan a un crecimiento económico el próximo año. Ninguna prevé una caída para el 2026.

El organismo supervisor ha dado por buenos los números de aumento del PIB en Andalucía (2,3 por ciento), Castilla y León (2,2 por ciento), Aragón (2 por ciento), Comunidad de Madrid (2 por ciento), Galicia (1,9 por ciento), País Vasco (1,9 por ciento), Castilla-La Mancha (1,9 por ciento) Navarra (1,8 por ciento) y Extremadura (1,3 por ciento). Son las primeras que han hecho los deberes de presentar sus proyecciones económicas y representan a más de la mitad del músculo del Sistema Nacional de Salud.

La Airef ha tenido en cuenta factores como que los números sean realistas y utilicen información actualizada, que estén basados en escenarios “prudentes”, que se hayan comparado con otros organismos independientes o que reflejen las metodologías utilizadas. A pesar del escenario general de “volatilidad” de la economía, todas las comunidades autónomas han pasado sin problemas por esta criba inicial. Pero el gran reto está instalado en definir esas partidas y lograr un consenso político.


La negociación del Presupuesto de Sanidad


Únicamente cinco comunidades cuentan ahora con la seguridad de que sus presupuestos de 2026 saldrán adelante ya que disponen de una mayoría absoluta que los respalda. Se trata de cuatro gobiernos dirigidos por el Partido Popular (Madrid, Andalucía, Galicia y La Rioja) y uno del Partido Socialista (Castilla-La Mancha). En ninguno de estos territorios dependen de apoyos externos a izquierda o derecha para que sus cuentas se materialicen. Si no hay fugas ni problemas, superarán la votación. 

Algunas de ellas ya han anunciado sus cuentas del próximo año con importantes aumentos del gasto en Sanidad. Es el caso de Galicia que este lunes detalló una inversión de 5.640 millones de euros para la sanidad o el de La Rioja que dedicará 680 millones a sus políticas de salud.

Más complicada se antoja la negociación en las regiones donde la aritmética parlamentaria obliga a una negociación entre Partido Popular y Vox. Es el caso de Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia o Extremadura. En todos estos territorios las exigencias en materia de inmigración o política verde se antojan como una línea roja que puede terminar salpicando a la sanidad.

Algunos gobiernos ya han presentado unas cuentas expansivas como primera medida para presionar a sus socios. Alfonso Fernández Mañueco ya ha anunciado una partida histórica de 5.230 millones de euros para la sanidad en Castilla y León. Aunque en todos estos bastiones se tiene la puesta vista en el calendario electoral.


Las alianzas políticas para invertir en salud


También se antoja un camino complicado para el presupuesto en Cataluña. Las posibilidades de Salvador Illa para revalidar la mayoría de la investidura siguen siendo limitadas por segundo año consecutivo. A pesar de las negociaciones abiertas con Esquerra Republicana y los Comuns todavía ninguno de sus dos potenciales socios en la izquierda ha dado por garantizadas unas cuentas en las que el peso de las grandes políticas acapara el foco ante las necesidades de la sanidad.

Más fácil parece el camino en otras comunidades autónomas donde las alianzas de gobierno se mantienen estables desde el inicio de la legislatura. No parece que vaya a haber grandes impedimentos para que el Partido Popular pacte las cuentas con Coalición Canaria, que además dirige la Consejería de Sanidad en el archipiélago. Tampoco se antojan muchas trabajas para que haga lo propio con el Partido Regionalista Cántabro de Miguel Ángel Revilla que, además, ya ha votado a favor de sentarse a negociar.

En los casos de Asturias y Navarra, la mayoría del Partido Socialista está condicionada por las alianzas con el resto de partidos del ala de la izquierda. Algo que no ha impedido que hasta la fecha se hayan conseguido acuerdos siempre para los presupuestos. Mientras que en Euskadi el Partido Nacionalista Vasco (PNV) volverá a llamar a una alianza con los socialistas en un tándem que tiene un reflejo inverso en la política nacional.
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