Daniel Muñoz, cirujano cardiaco.
Hay médicos que deciden
migrar a otro país no solo para mejorar sus condiciones laborales, sino también
la formación que reciben. Daniel Muñoz, cirujano cardiaco, hizo el MIR en España, pero, consideraba qe su rama está
"mal gestionada" por lo que decidió
marcharse a Canadá tras terminar la residencia. Allí estuvo durante
dos años cursando el ‘fellowship’ -una subespecialidad- en uno de los hospitales con
mayor exposición quirúrgica del mundo. "Fue duro, hacíamos
guardias de hasta 84 horas, pero he aprendido muchísimo", ha reconocido. Ahora, ha vuelto a España con el objetivo de ofrecer todos sus conocimientos a la sanidad pública, pero se ha encontrado con un mercado laboral que, prácticamente, imposibilita su acceso. Por tanto, y hasta que no salga una
OPE con la que asegurarse una
plaza fija, tiene pensado marcharse a Europa para volver cuando pueda desarrollar su carrera aquí. "
Quiero devolver toda la inversión que se ha hecho en mi formación", ha subrayado.
Durante el
MIR, Muñoz era consciente de que en España no hay la suficiente "exposición quirúrgica" para formarse adecuadamente en su especialidad. ¿El motivo?
Hay "muchos residentes" para "tan pocas" cirugías. "Mi rama tiene una curva de aprendizaje bastante lenta. Necesitamos realizar muchas operaciones y, de la forma en la que actualmente está gestionada, no tenemos la cantidad que requerimos", ha lamentado.
Tras terminar la residencia, decidió que se iría a Canadá, a la parte francófona, para hacer un 'fellowship’ en el
Instituto de Cardiología y Neumología de Quebec. "Esta es la etapa profesional más dura de afrontar. Si ya de por sí la Medicina es una carrera muy sacrificada, esto es ir un paso más allá a nivel de exigencia.
Ya no eres un MIR, eres un cirujano cardiaco y, por ello, tienes más responsabilidades. Dura dos años y, en el último,
ya me dejaban operar de manera independiente. Hay pocos sitios en el mundo que lo ofrezcan", ha aclarado.
Guardias de fin de semana completo en Canadá
A pesar de todas las ventajas que Canadá le ofrecía a nivel formativo, había también algunos puntos negativos a destacar, sobre todo, relacionados con el sistema de guardias. "Aquí es especialmente duro. Las hacemos una vez al mes o cada cinco semanas, pero estamos en el hospital
el fin de semana completo", ha explicado.
En este sentido, Muñoz ha subrayado que, cuando tenía una de estas jornadas, entraba en el hospital un viernes por la mañana y no salía hasta el lunes. "Al empezar tenías dos cirugías programadas por la mañana, parabas a comer, y luego realizabas las otras dos. Después te quedabas en la planta de guardia. Eso sí, eran localizadas, pero
teníamos siempre mucho volumen de pacientes, tanto en UCI como en planta, y había que estar interviniendo constantemente", ha recordado.
¿Cómo son las guardias en Canadá?
Este sistema, ha resaltado Muñoz, solo afecta a los 'fellowship', mientras que
el resto de médicos no tienen unas guardias tan largas. "Es como una mini residencia, o un intensivo. Y estás durante el fin de semana operando y, además, pendiente de cualquier llamada y supervisando a los pacientes. Terminabas conociendo a todos. Aunque fue una experiencia muy enriquecedora, también muy dura. Dormíamos, en el mejor de los casos,
unas tres horas diarias. En total, hacíamos unas 84 horas de guardia", ha subrayado.
Todo este esfuerzo, claro está, tiene una recompensa a nivel económico, "muy atractiva". Y es que, cuando consigues tu primer contrato en Canadá como cirujano cardiaco, puedes llegar a ganar hasta
500.000 dólares al año. "Luego, a medida que vas avanzando en la profesión, tu sueldo también lo hace. Eso sí, hay que tener en cuenta que
son los propios médicos quienes gestionan su propia jubilación; son autónomos. Por tanto,
la paga es muy buena, sí, pero el trabajo es bastante demandante", ha advertido.
Dificultad para ejercer de médico en España
Tras los dos años de subespecialización, Muñoz ha vuelto hace dos meses a España. Lo hizo con la ilusión de poner al servicio de sus pacientes todos los conocimientos aprendidos en Canadá. No obstante, lejos de poder cumplir con su objetivo, se ha encontrado con un 'muro impenetrable' a la hora de encontrar trabajo. "A pesar de toda la formación que tengo y de haber estado en hospitales prestigiosos, vuelvo aquí y siento lo que un día noté durante el MIR: que
el mercado laboral para mi especialidad está muy mal", ha lamentado.
Con la incertidumbre de su futuro y la impotencia de no poder poner en práctica todos sus conocimientos, Muñoz ha empezado a estudiar alemán para, en poco tiempo, migrar a otro país europeo. Mientras tanto, además de su aprendizaje en este idioma, también trabaja en el SUMA. "Volveré cuando me pueda presentar a una OPE y conseguir mi plaza fija. Mientras tanto, toca seguir abriéndose camino en este sector", ha concluido.
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