José Antonio Fúster, portavoz nacional de Vox.
Si Pedro Sánchez no adelanta las elecciones generales,
Castilla y León celebrará elecciones el próximo 15 de marzo de 2026. Un movimiento estratégico que tiene un objetivo clave:
aprobar los presupuestos autonómicos tras la salida de Vox del Ejecutivo regional.
Actualmente, se encuentran en dicha tesitura
Aragón y Extremadura, dos de los baluartes populares 'salpicados' por la decisión de la cúpula de Santiago Abascal de
salir de los Gobiernos PP-Vox, tomada a mediados de 2024. En juego, dos partidas presupuestarias que siguen sin ver la luz.
Los puntos clave de Vox
"Aprobaremos los presupuestos en Aragón y Extremadura
solo si el Partido Popular decide hacer caso a Vox", ha asegurado en rueda de prensa el portavoz nacional del partido,
José Antonio Fúster. En respuesta a las preguntas de los medios de comunicación, ha asegurado que para que esos 'pactos' salgan adelante el PP tendría que "decidir salir del Pacto Verde,
frenar la inmigración ilegal y acabar con las subvenciones a los sindicatos o a las asociaciones que promueven el tráfico de personas".
"Si hacen todo eso y muchas otras cosas, nosotros estaremos encantados de sentarnos a discutir, debatir y aprobar los presupuestos. Si no, no", ha tildado. De hecho, ha trasladado a los presentes su 'tranquilidad' ante
un posible adelanto electoral en ambos territorios: "Nos encantan las elecciones. Disfrutamos mucho con las elecciones".
Concretamente, ha asegurado también que desde el PP de Aragón "no ha habido un acercamiento con Vox" por lo pronto. "Está en la misma posición que la inmensa mayoría de Génova.
Parece ser que el PP no quiere hablar, pero nosotros siempre estaremos esperando al otro lado", ha apuntado.
Sin presupuestos sanitarios extremeños
Debido a la falta de acuerdo, tanto extremeños como aragoneses han visto prorrogados sus presupuestos este año 2025. En diciembre de 2024, la Junta de Extremadura anunció que destinaría
125,2 millones de euros más a la sanidad este años en comparación con el ejercicio anterior, hasta alcanzar la cifra de 3.078,8 millones de euros, con objeto de reforzar áreas claves como el
Servicio Extremeño de Salud (SES), la dependencia y las políticas sociales.
Pero el proyecto de Presupuestos Generales de Extremadura sigue siendo eso,
un proyecto. Una 'caja' de medidas y apuestas, como el aumento en las cuentas del Servicio de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) o el
refuerzo de la Atención Primaria para "mejorar las condiciones laborales de los profesionales y fomentar la fidelización del talento sanitario".
Aparte de ello, sigue en vilo
el aumento de 50 millones destinados a infraestructuras y ampliación de servicios de atención hospitalaria, que alcanza un total de 1.355 millones de euros. Sumado a ello, la extensión del programa del cribado de cáncer de mama y el fortalecimiento del calendario vacunal.
Por lo pronto, la presidenta de la Junta,
María Guardiola, reunió el pasado lunes a los grupos parlamentario en la sede de la Presidencia para trasladarles las líneas generales de los Presupuestos de 2026, con
más de 8.600 millones en juego. No obstante, todavía no hay avances.
Falta de acuerdo PP-Vox en Aragón
Lo mismo ocurre en Aragón. Independientemente del anuncio del presidente autonómico Jorge Azcón de
incrementar un 8 por ciento del presupuesto sanitario para 2026, se trata de una
"mejora en la dotación de la política sanitaria" que dependerá del resto de formaciones. Un 'acelerón' presupuestario que se suma al ya establecido en las cuentas de 2025.
En 2023, con el apoyo de Vox,
el PP sí pudo ejecutar las partidas económicas y hacerlas realidad gracias a un acuerdo 'a tres', incluyendo al Partido Aragonés. No obstante, no tuvo la misma suerte en 2025.
La otra 'cara' de la sanidad autonómica
Esta consecución de hechos la conocen a la perfección en
Comunidad Valenciana, la Región de Murcia e Islas Baleares, tres Gobiernos populares que tuvieron que ceder ante el partido de Abascal para 'desbloquear' sus grandes proyectos sanitarios.
En la Generalitat, el pacto llegó a mediados de marzo. Un momento decisivo enmarcado por
lo sucedido en octubre tras la DANA. Mazón optó por el acercamiento y Vox le estrechó su mano. Gracias a ello, se pudieron llevar a cabo
"las tres grandes apuestas" sanitarias de los presupuestos de 2025: el blindaje de la Atención Primaria, la Estrategia Digital y la Salud Mental. En ese momento, las cuentas sanitarias ascenderían a
9.186 millones, un 8 por ciento más que en 2024.
El 'sí' de Murcia y Baleares
Por otro lado, el presupuesto destinado a la sanidad murciana en el ejercicio de 2025 se quedó en
2.480.422.273 euros. Una cifra acordada entre PP y Vox en junio de este año. En ella, se puede observar
una evolución del 4,08 por ciento respecto al año anterior, "siendo la principal causa del aumento las aportaciones al alza destinadas al Servicio Murciano de Salud (SMS).
La entrada del verano también sirvió para 'desatascar' las cuentas públicas balares. En las islas, el pacto PP-Vox determinó
un presupuesto sanitario de 2.445,9 millones de euros, lo que representa un incremento del 3,4 por ciento respecto al curso anterior.
Ahora, el punto de mira se encuentra en
Castilla y León, Extremadura y Aragón. Mañueco ya ha empezado a movilizar a sus votantes. Guardiola y Azcón, por su parte, se mantienen previsores ante los posibles 'tambores electorales' que se avecinan en territorios autonómicos.
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