Carlos Rus, presidente de ASPE.
El
Estatuto Marco encara su futuro. Las negociaciones acaparan el foco de la sanidad, y a su alrededor sobrevuelan dudas, quejas y protestas. Sin ir más lejos, varios sindicatos ya se han alzado contra la
propuesta del Ministerio de Sanidad, que pretende reformar el marco normativo de los médicos. Una guía, por cierto, que lleva desde el año 2003 sin una actualización, y que ahora acapara
reivindicaciones de los propios médicos, que ya planean una gran manifestación el próximo 3 de octubre. El asunto no se ha quedado ahí, y es que la sanidad privada ha sido otro de los actores que se ha sumado a las conversaciones sobre
el estado del Estatuto Marco.
“Sus efectos pueden sentirse también en el ámbito privado”, advierten sobre varios de los capítulos que contiene el documento impulsado por la cartera de Mónica García.
La patronal del sector, la Alianza de la Sanidad Privada Española (
ASPE), es la encargada de detallar los distintos aspectos que atañen al modelo sanitario privado. Así, en conversación con
Redacción Médica, distingue
cuatro aspectos principales: la
compatibilidad para jefes de Servicio, la posible
implantación de la jornada de 35 horas, la
reclasificación de los profesionales y de las retribuciones en la sanidad pública. Y es que, a pesar de que el documento esté dirigido a ser un marco normativo para los profesionales del Sistema Nacional de Salud (
SNS), lo cierto es que la sanidad privada subraya que lo que suceda en uno de los modelos afectará en el otro.
Las restricciones a los jefes de servicio
Las
restricciones de la compatibilidad de los jefes de Servicio fue uno de los asuntos que hizo saltar las alarmas en la sanidad privada. Fuentes de ASPE, al conocer esta novedad, ya
rechazaron esta medida, y ahora la vuelven a poner sobre la mesa. “sus efectos pueden sentirse también en el ámbito privado.
“Podrían
limitar la disponibilidad de profesionales para la privada, pero también podrían tener consecuencias no deseadas para la propia pública si estos perfiles optan por trasladar su actividad al sector privado”, apuntan al respecto. Así, añaden que mas que hablar de una competencia entre ambos sectores, lo ideal sería “garantizar un equilibrio que permita a los profesionales desarrollar su trabajo sin que se debilite la capacidad de respuesta del sistema en su conjunto”.
La inviabilidad de las jornadas de 35 horas
Otro de los puntos que destaca ASPE es la posibilidad de implantar
jornadas de 35 horas en la sanidad pública, una propuesta que ha llegado de la mano de los sindicatos y que
encabeza las principales reivindicaciones que giran en torno al Borrador del Estatuto Marco. Esta rebaja horaria llega, además, en el mismo momento en el que el Congreso ha tumbado el anteproyecto de ley de reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas,
un ‘no’ que la privada ha celebrado.
Más allá de ese rechazo, la posibilidad de que esas jornadas de 35 horas llegasen al sistema sanitario público, también tendría sus
efectos en la privada. “Una medida de este tipo podría incrementar la atracción de talento hacia el sector público en
un contexto de
déficit de profesionales”, comenta la patronal al respecto. De hecho, según indica la organización presidida por Carlos Rus, esta implantación “podría incrementar la presión sobre un mercado de sanitarios que ya está tensionado”.
Las declaraciones de ASPE van en línea con las de la
Associació Catalana d'Entitats de Salut (ACES), la patronal del sector en Cataluña. “Creemos que esta propuesta no tiene cabida de forma obligatoria y generalizada y menos en la situación actual en la que se encuentra la Sanidad donde es evidente la
falta de profesionales”, reitera la organización en conversación con este periódico.
Revisión de clasificaciones y retribuciones
El Estatuto Marco ha tenido varios ejes que lo han rodeado en los últimos meses. Las negociaciones entre los sindicatos y el Ministerio de Sanidad han abordado distintos aspectos de un borrador que ahora la cartera sanitaria volverá a mostrar a las organizaciones con algunas modificaciones. A la espera de
ese nuevo documento, la sanidad privada ahonda en otro de los asuntos que se ha puesto sobre la mesa: la
revisión de las clasificaciones de los profesionales y las retribuciones.
Sobre estos dos pilares que rodean al marco normativo, ASPE insiste en que la revisión de ambos aspectos puede hacer que
la sanidad pública resulte “más atractiva”. “Es positivo para los profesionales, pero que, de nuevo, requeriría que el sector privado preste atención a estos cambios para
seguir compitiendo en igualdad de condiciones”, dicen haciendo referencia a las posibilidades que también plantearía la implantación de la jornada de 35 horas.
“En todo caso,
lo importante no es enfrentar modelos, sino garantizar que las reformas contribuyan a resolver el verdadero problema del sistema: la falta de profesionales sanitarios”, tajan desde la patronal de la sanidad privada.
El futuro de las negociaciones del Estatuto Marco
En este momento los sindicatos están a la espera de ese segundo borrador del Ministerio de Sanidad, aunque la cartera ya ha anunciado una
nueva reunión del Ámbito de Negociación.
El camino aún no ha llegado a su fin, y la privada es consciente de ello. Por eso, cuestionadas sobre el futuro del Estatuto Marco, fuentes de ASPE indican que cualquier reforma de este estilo debería
"centrarse en resolver los problemas estructurales del sistema". De hecho, los enumeran: la planificación de recursos humanos, el impulso a la formación de nuevos especialistas y la creación de condiciones que hagan atractiva la profesión para las nuevas generaciones.
Más aún, explican que habría que “asegurar que la normativa permita una gestión flexible y eficiente que
beneficie al conjunto del sistema”. Por tanto, y aunque subrayan que
un documento de este estilo debería tener una actualización tras más de 20 años paralizado, hacen un último apunte. “Cualquier reforma debe tener en cuenta el contexto actual de escasez de médicos y la
necesidad de mantener un sistema ágil y sostenible”, repiten sobre ese déficit de profesionales.
La sanidad privada llega con una última reivindicación. Una petición que envía la patronal de cara a las futuras reuniones que aborden el Estatuto Marco. “Pedimos que las medidas que se adopten no introduzcan más rigideces de gestión y contribuyan, en cambio, a
reforzar la planificación de recursos humanos y la
colaboración entre los sectores público y privado, que es fundamental para garantizar la atención a los pacientes”, concluyen.
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