Jorge Martín es enfermero y médico y se presenta por segunda vez al MIR en búsqueda de la plaza perfecta

La ruta de Enfermería al MIR: "La visión general del paciente me atraía"
Jorge Martín.


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"La paciencia es la madre de la ciencia", reza un conocido proverbio. Y es que, esta, aunque a veces esquiva, es la mejor compañera para alcanzar las metas marcadas. Bien lo sabe, Jorge Martín, quien la abrazó para no soltarla jamás. Con ella viaja a través del mundo sanitario, sin olvidarse del esfuerzo. Apoyado en ellos, el profesional del mundo de la salud ha circulado por los grados en Enfermería y en Medicina. Su siguiente reto es el MIR, al que se presenta por segunda vez.

Martín no fue 'noqueado' por el examen para acceder a Formación Sanitaria Especializada (FSE) en 2025. Es más, el resultado obtenido le daba para conseguir una plaza en la pasada convocatoria. No obstante, la paciencia le dijo que esperase. "De las opciones que tenía, podía acceder a las últimas que valoraba, pero ninguna estaba en mi 'top 5' de especialidades. Así que decidí darme otra oportunidad para intentar mejorar el número de orden", ha explicado a Redacción Médica. Ahora, una vez más, vuelve el esfuerzo.

El sanitario se planta ante los apuntes un verano más con la misión de conseguir la vacante soñada. Pese a las dificultades que entraña estudiar en los meses estivales, Martín parte con la ventaja de que ya conoce el temario. "Lo bueno es que el estudio no te va a pillar de sorpresa, porque sabes a lo que te enfrentas, lo que trae cada asignatura y manual", ha puntualizado. "No significa que no sea complicado volver a pasar por el mismo proceso otra vez", ha agregado.


"Ahora mismo sé a lo que me enfrentaré el próximo año"


El médico-enfermero focaliza su atención en los errores que cometió durante el pasado ejercicio. Asimismo, ha cambiado la forma en la que enfoca el estudio. Su misión no es solo cerrar materia y pasar a la siguiente. Martín trata de conectar toda la información que puede caer en el MIR. "Intento relacionar asignaturas y conceptos, para que todo este conectado y puedas manejarte mejor por el temario”, ha apuntado, con la mirada puesta en el 24 de enero, fecha oficial en la que se realizará la prueba.

Una nueva estrategia con la que pretende conseguir la plaza deseada. Esta se encuentra entre Pediatría y las distintas especialidades quirúrgicas, aunque también llama su atención Medicina Familiar y Comunitaria. Las disciplinas guían su futura residencia más que el lugar en el que realizarlas. "Tengo claras las especialidades y no tengo problema en desplazarme a otro sitio -en la actualidad vive en Oviedo-. Siempre es bueno cambiar de sitio, conocer otra ciudad, otro centro u otros compañeros", ha afirmado. "Pero bueno, sin me quedo en Asturias haciendo lo que me gusta, estaré muy contento", ha añadido.


Pasado enfermero antes de Medicina


Eso sí, para llegar a una mesa plagada de apuntes de preparación del MIR, Martín dio varios pasos. Los primeros fueron a través del mundo de la Enfermería. Pese a que siempre quiso ser fisioterapeuta, la hospitalización de un familiar le hizo cambiar de idea. "Ver el trabajo que desempeñaban y la relación que tenían con el paciente me llamó mucho la atención", ha revelado. Motivo por el que ingresó en la sede de la Universidad de Salamanca en Ávila para cursar dicho grado.

No obstante, el sanitario quería algo más. "El grado en Enfermería me encantó y me ha aportado muchísimo a nivel personal y profesional. Pero durante la carrera me di cuenta que la visión general del paciente me llamaba mucho la atención", ha explicado. La posibilidad de estudiar Medicina apareció por primera vez en él. Durante sus estudios enfermeros se planteó que, si al acabarlos seguía motivado con ampliar sus conocimientos, valoraría la idea de acceder al grado facultativo. Ilusión que se mantuvo.


"La media del máster me permitió ingresar en la Universidad de Oviedo"



Sin embargo, no fue sencillo acceder. Martín se quedó cerca de la nota de corte establecida para los titulados universitarios que buscan ingresar en Medicina. Pero, se abrió un nuevo sendero hacia el grado: entrar con la nota de posgrado. Así, el entonces enfermero realizó el Máster en Fisiopatología Celular y Molecular en la Universidad de Salamanca. "La medida del máster me permitió ingresar en la Universidad de Oviedo", ha aseverado. Paciencia y esfuerzo volvieron a dar sus frutos.


Simbiosis entre Medicina y Enfermería


Seis años después, Martín consiguió el título de Medicina. El joven es teniente de dos grados sanitarios, lo que le aporta una perspectiva mucho más amplia del proceso asistencial. Y es que ambos grados han completado su perfil dentro del ámbito sanitario.

Medicina le ha aportado un sinfín de conocimientos sobre las distintas patologías, la forma en la que evolucionan, se diagnostican y se tratan. Por su parte, Enfermería le instruyó en el contacto cercano con el paciente, al ser la profesión que más tiempo pasa con los usuarios que acuden a las consultas del Sistema Nacional de Salud (SNS). Dos ámbitos destinados a comprenderse. "Cada una tiene su parcela y lo bueno es que entre todas se avance hacia la mejor atención al paciente posible", ha explicado Martín.


"Cada una tiene su parcela y lo bueno es que entre todas se avance hacia la mejor atención al paciente posible"



Ambos también requieren de paciencia y esfuerzo. Al final, claves en casi cualquier aspecto de la vida. Ya sea en el hospital o frente a las pilas de libros.
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