El 42º Congreso Nacional de Ingeniería en el Sector de la Sanidad analiza la respuesta ingeniera a la DANA y al Covid-19

Pablo Peñin Llobel, Sonia Hernández Valverde, Alberto Jorge Camacho, José Antonio Ponce Ranea y Luis López López.


SE LEE EN 5 minutos
Primero llegó la pandemia, después la DANA de Valencia y, más recientemente, el gran apagón del 28 de abril. Las emergencias epidemiológicas, situacionales y climáticas son cada vez más extremas y ponen contra las cuerdas al sistema sanitario. Es en este punto, y para que la atención médica no se vea afectada, cuando el papel de los ingenieros cobra especial relevancia: ellos son quienes hacen que todo pueda seguir funcionando. En este contexto, la mesa Arquitectura e Ingeniería Sanitaria en Emergencias Sanitarias, celebrada durante el 42º Congreso Nacional de Ingeniería en el Sector de la Sanidad, ha reflexionado sobre los retos que afronta la Ingeniería Sanitaria ante este tipo de crisis. Sonia Hernández, directora Económica y de Servicios Generales, ha sido la encargada de moderar el encuentro.

Sonia Hernández, directora Económica y de Servicios Generales del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.


La reacción ingeniera frente a emergencias sanitarias


El papel del ingeniero técnico industrial ante fenómenos extraordinarios en un hospital es esencial. “El hospital es un espacio vital en el que cualquier fallo puede afectar a la vida de las personas”, ha recordado Luis López, ingeniero técnico industrial del Hospital Universitario Virgen de la Victoria. Para él, los fenómenos extraordinarios forman parte del día a día, y los ingenieros deben saber cómo actuar.

Luis López, ingeniero Técnico Industrial del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.


“El ingeniero técnico debe prevenir, supervisar, asegurar e identificar”, ha insistido. Y ha ido un paso más allá: cuando ocurre una emergencia, los ingenieros deben pasar de la prevención a la acción inmediata. “Esto implica evaluar, coordinar, priorizar, comunicar y tomar decisiones. Para ello, la coordinación con otros profesionales es fundamental”, ha señalado.

Alberto Jorge Camacho, arquitecto Socio de Chile 15.


La crisis del Covid-19 fue uno de los ejemplos más claros de la importancia de reaccionar de forma inmediata a las emergencias desde el ámbito de la Ingeniería. Alberto Jorge Camacho, arquitecto socio de Chile 15, fue uno de los profesionales que lideró la construcción del hospital de emergencias de Ifema, en Madrid. “Todos los hospitales estaban ya colapsados, reforzando sus instalaciones, por lo que tuvimos que recurrir a trabajadores y suministros ajenos al circuito hospitalario habitual”, ha explicado.

Se tomaron decisiones rápidas y se adaptó el diseño a las nuevas necesidades. “Los primeros pacientes entraron en 48 horas con suministro de oxígeno por botellas. Siete días después, ya estaban en funcionamiento unas 300 camas”, ha asegurado. En la misma línea, José Antonio Ponce, subdirector económico-administrativo y de Servicios Generales del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha detallado el procedimiento que siguieron al comienzo de la pandemia. Ante el aumento de la presión asistencial, se diseñó una estrategia para trasladar Servicios críticos, como Oncología, Neurocirugía y Cirugía Plástica, a otros centros, con el objetivo de liberar espacio en el pabellón A.

José Antonio Ponce, subdirector Económico-Administrativo y Servicios Generales del Hospital Regional Universitario de Málaga.


Se habilitó una UCI en la cafetería y se transformó el salón de actos en una zona asistencial. Pero esto no fue suficiente. Conscientes de que se necesitaba una solución más amplia, se decidió construir un hospital de campaña en la Ciudad Deportiva de Carranque para afrontar la emergencia sanitaria.

Cómo respondió la ingeniería a la DANA de Valencia


Años después de la pandemia, Valencia se enfrentó a una gran DANA que colapsó la provincia durante días y causó la muerte de más de 200 personas. Pablo Peñín, secretario del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, explicó cuál fue la respuesta a aquella catástrofe. “Nos volcamos, como muchos otros profesionales, en el apoyo a la emergencia. Con la gestión de las inspecciones se activó un plan de emergencias desde la Conselleria, y el Colegio Profesional presentó otras iniciativas complementarias para apoyar a los arquitectos municipales y a los ciudadanos que necesitaban atención y soporte”, ha relatado.

Pablo Peñin, secretario del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia.


En ese contexto, se realizaron hasta 5.000 inspecciones en un mes, colaborando con los técnicos municipales para asegurar barrios enteros. “Inspeccionamos zonas para mapear y dar seguridad a vecinos que tenían el agua literalmente a los pies”, explicó. La afectación a infraestructuras sanitarias también fue importante en algunos centros de salud. “En los hospitales, el impacto fue menor, aunque uno de ellos, el de Manises, sí sufrió problemas que se lograron resolver en 24 horas”, concluyó.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.