Diccionario de enfermedades

Síncope

Causas, diagnóstico y tratamiento del síncope
Un síncope es una pérdida transitoria de la conciencia como consecuencia de la falta de llegada de sangre al cerebro. Por definición, un síncope se inicia de forma rápida, dura poco tiempo y se recupera totalmente en unos pocos segundos o minutos sin secuelas. En general suele ir precedido de diversos síntomas, como mareo, palidez, sudoración, debilidad y visión borrosa (presíncope), que permiten que el paciente se siente o tumbe antes de perder el conocimiento. Los presíncopes son frecuentes, sobre todo en personas mayores, y tienen las mismas causas que los síncopes. Sin embargo, en algunas circunstancias lo síncopes pueden aparecer sin aviso previo.

¿Cuáles son las causas de un síncope?


Los síncopes pueden ser debidos a:
  • Síncopes de causa neurológica (síncopes reflejos). Se deben a alteraciones, generalmente transitorias, de los reflejos responsables de mantener una presión arterial suficiente para aportar una llegada normal de sangre al cerebro. Como consecuencia de estas alteraciones, la presión arterial baja de golpe, el corazón se enlentece y se reduce la llegada de sangre al cerebro. Incluyen a:
  • Síncope vasovagal (el típico desmayo). Se produce en situaciones de fiebre, calor intenso, ambientes cargados, miedo, agobio, nerviosismo, etc. Suele estar precedido de palidez, mareo, sudoración, náuseas y debilidad. A veces, tras perder el conocimiento, pueden surgir movimientos anormales de los músculos y escape de orina que pueden llevar a confundirlo con una convulsión epiléptica. A diferencia de lo que ocurre en las convulsiones, los pacientes se recuperan pronto sin atontamiento posterior.
  • Síncopes asociados a diversas situaciones:

    -Tos (síncope tusígeno). Se puede producir también al soplar, levantar un peso, etc.

    -Orinar (síncope miccional).

    -Al tragar, al defecar o al manipular el sistema gastrointestinal (por ejemplo en una endoscopia).

    -Masaje del cuello.

    -Manipulación de los ojos (apretar los ojos, intervención quirúrgica en los ojos).

  • Hipotensión ortostática, es decir, bajada brusca de la tensión arterial al ponerse de pie (incorporarse de una silla o de la cama). Se debe a las mismas causas neurológicas anteriormente referidas pero presentes de forma crónica. Suelen tratarse de presíncopes, es decir, situaciones de mareo, palidez, sudoración y debilidad sin llegar a la pérdida completa del conocimiento. Puede aparecer en:
  • Enfermedades neurológicas: Parkinson, demencias, etc.
  • Enfermedades con alteraciones del sistema nervioso:

    -Amiloidosis.

    -Diabetes.

    -Infección por VIH.

    -Síndrome de Sjögren.

    -Otras enfermedades.

  • Hipotensión tras levantarse de una comida.
  • Personas que toman medicinas que pueden afectar al control de la tensión, como medicinas para la hipertensión arterial o medicinas para la próstata.
  • Debida a una baja cantidad de líquido (por ejemplo en personas con fiebre, diarrea, vómitos o deshidratados en general).
  • Síncope de origen cardiológico:
  • Arritmias.
  • Enfermedades cardiacas que impiden un bombeo adecuado de sangre desde el corazón (insuficiencia cardiaca, obstrucción de una válvula, mixoma, etc.).


¿Cómo se diagnostica la enfermedad?


Lo primero que debe hacerse es diferenciar un síncope de otras enfermedades que también producen pérdida transitoria del conocimiento pero que no se deben a la interrupción global de riego sanguíneo al cerebro como:
  • Convulsiones.
  • Ataque isquémico transitorio.
  • Hiperventilación (respiración muy rápida) que se observa en algunos ataques de ansiedad.
  • Hipoglucemia (bajada de azúcar).
  • Hipoxia (falta de llegada de oxígeno al cerebro).
  • Intoxicaciones.
También debe diferenciarse de enfermedades que pueden parecer similares pero que no alteran el nivel de conciencia:
  • Caídas accidentales.
  • Cataplejía.
  • Síncope funcional, es decir, fingir un desmayo.
Para diferenciarlo es necesario realizar una historia clínica apropiada que identifique las circunstancias en las que se produce la pérdida de conciencia y si es o no precedida de síntomas sugestivos. Además, se debe realizar una exploración dirigida fundamentalmente a valorar la tensión arterial, el ritmo cardiaco y la función cerebral. Por último debe realizarse siempre un electrocardiograma.

Las circunstancias en las que se debe estudiar un síncope de forma exhaustiva, incluso mediante hospitalización, son:
  • Si ocurre en un paciente con antecedentes de enfermedad cardiaca.
  • Si se acompaña de dolor en el pecho.
  • Si se asocia con alteraciones en el electrocardiograma.
  • Si existe historia familiar de muerte súbita.
Las pruebas complementarias que pueden ser necesarias en la evaluación de un síncope son:
  • Prueba de la mesa (tilt-test). Consiste en tumbar al paciente en una camilla que se mueve en diversas posiciones mientras se miden la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
  • Ecocardiograma.
  • Holter de 24 o 48 horas para valorar problemas en el ritmo cardiaco.
  • Electroencefalograma para descartar epilepsia.
  • TAC cerebral para descartar lesiones cerebrales.
En muchas ocasiones, no se encuentra una causa que lo justifique a pesar de haberse realizado un estudio exhaustivo.

¿Cuál es el tratamiento de los síncopes?


Depende de la causa del síncope:
  • Los síncopes de causa neurológica no suelen requerir tratamiento. En el momento de la pérdida de conciencia se debe tumbar al paciente y levantarle las piernas para que la sangre acuda al cerebro. Para evitar nuevos episodios es importante estar bien hidratado. En casos de síncopes similares de repetición, se han utilizado tratamientos con medicinas que aumentan la presión arterial, como fludrocortisona, aunque las bases científicas de su uso son cuestionables. En situaciones excepcionales puede valorarse la colocación de un marcapasos.
  • Los síncopes por hipotensión ortostática mejoran si el paciente se mantiene bien hidratado y se levanta lentamente de la cama, permaneciendo un rato sentado en el borde de la misma antes de incorporarse. Se debería valorar la sustitución de aquellas medicinas que pudieran favorecen los episodios de síncope.
  • Los síncopes de causa cardiológica deben tratarse en función de la enfermedad cardiaca responsable. Muchos son debidos a la presencia de una disfunción del nodo sinusal (síndrome de bradicardia-taquicardia). Debe valorarse también si algún tratamiento que recibe el paciente puede favorecer un ritmo lento del corazón (bradicardia) y si se debe o no colocar un marcapasos o un desfibrilador.

¿Cuándo acudir al médico de atención primaria?


Toda pérdida de conocimiento sin un claro desencadenante requiere una consulta al médico de atención primaria.

¿Cuándo se debe acudir a la Urgencia?


Se debe acudir a la urgencia cuando se produzca una pérdida de conocimiento sin causa aparente en una persona con enfermedad de corazón conocida, cuando la pérdida de conocimiento se haya acompañado de dolor en el pecho, sensación de falta de aire, dolor de cabeza, movimientos anormales u otros síntomas o cuando sea muy prolongada. También se debe de acudir a la urgencia si el paciente presenta atontamiento, desorientación o se encuentra adormilado tras despertarse.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.