Querido Yo, a punto de elegir tu
especialidad soñada, parece que te estoy viendo frente a la intimidante puerta del que llaman “Ministerio de Sanidad”. ¡Ay si pudiera explicarte todo lo que te deparará este sitio!
Querido Yo, en tu
primer día de especialidad, la
Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC). Hoy que te has levantado nervioso, a punto de elegir centro de salud y al que será tu
futuro tutor los siguientes cuatro años (o, al menos, eso esperas, pero de esto hablaremos luego). Habrás oído que vas a formar parte del pilar esencial del sistema sanitario, sin embargo, parece que durante los
próximos años MIR podrás enfrentarte a dificultades estructurales que podrían condicionar tu
formación, desarrollo profesional y bienestar personal. Por este motivo, quiero dedicarte esta carta, para detectar y plantear propuestas de mejora que podrían ayudarte a reforzar esta especialidad clave.
Querido Yo, la Medicina Familiar y Comunitaria es una
especialidad maravillosa y fundamental para la atención primaria, cuyo papel integral en la salud de los pacientes y la prevención de enfermedades es esencial para la sostenibilidad del sistema sanitario. Sin embargo, a pesar de su relevancia, te vas a enfrentar a una serie de dificultades que deben ser atendidas con urgencia para garantizar una
formación adecuada y un ejercicio profesional de calidad. Un consejo, nunca olvides que has elegido una especialidad donde
tu impacto es inmenso y profundamente humano.
Formación en salud de la mujer
Querido Yo, aunque la mayoría de tus
futuros compañeros residentes, consideran adecuado el programa formativo, muchos señalan una orientación excesivamente hospitalaria y querrían tener una
formación más centrada en las competencias propias del ámbito comunitario y del primer nivel asistencial. Deberás intentar formarte mejor en ámbitos como la atención al
paciente crónico complejo, la
salud de la mujer, la Geriatría o el abordaje del cuidador, créeme si quieres ser un gran especialista debes manejar todos estos temas. Confía en ti, tienes la capacidad de lograrlo.
Querido Yo, en tu primer día de especialista, si puedes, solicita rotaciones específicas en áreas como anestesia, nefrología o enfermedades infecciosas, estas te aportarán
habilidades prácticas de gran utilidad en
Atención Primaria, y recuerda acudir siempre que puedas a tu centro de salud, para integrar todas tus habilidades en la medicina de familia. ¡Aprovéchalas, solo así serás un médico holístico y polivalente!
"Un buen tutor puede marcar la diferencia entre sobrevivir la residencia o disfrutarla con sentido."
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Querido Yo, toca hablar de las condiciones laborales durante la residencia. Las guardias hospitalarias serán especialmente exigentes,
podrás no encontrar momento para alimentarte o descansar, tus compañeros hablarán de lo que llaman una “alta sobrecarga asistencial” y “falta de conciliación”. Estas circunstancias afectan en
nuestra salud física y mental, generando síntomas de agotamiento y burnout desde fases tempranas de nuestra carrera profesional, pero tranquilo, estamos intentando que esto mejore.
Escasa supervisión en las rotaciones
Querido Yo, a estas alturas te habrás dado cuenta que no es oro todo lo que reluce. Tal vez te enfrentes a la escasa supervisión durante algunas
rotaciones y la desorganización en los itinerarios formativos. Tal vez, sea un
exceso de burocracia o la
falta de tiempo para la atención al paciente, lo cual puede desvirtuar el sentido de la formación clínica y limitar tu aprendizaje. Esto hace que casi la mitad de tus compañeros residentes se planteen, en algún momento, realizar una segunda especialidad (tranquilo, no será nuestro caso), lo que evidencia una insatisfacción de fondo con el modelo actual. Sin embargo, reconocer que algo no funciona es el primer paso para construir el cambio.
Pero querido Yo, puedes estar tranquilo, frente a esta situación, tus compañeros han solicitado una
revisión profunda del programa formativo, para orientarlo más hacia la Atención Primaria y
reducir el peso hospitalocentrista. Queremos conseguir una mayor presencia en los centros de salud desde los primeros años que nos permitirá adquirir las competencias troncales de la especialidad en un entorno real, supervisado y formativo. Estamos sembrando hoy el futuro que merecemos como médicos de familia.
Rediseño del sistema de guardias
Querido Yo, también querríamos
mejorar las condiciones laborales durante la residencia. Esto pasaría por un
rediseño del sistema de guardias, compensaciones económicas justas, reembolso de gastos (como el transporte) y, cuando sea posible, guardias voluntarias. También es
urgente reducir la carga administrativa en consulta,
reservando al menos 15 minutos por paciente para ofrecer una atención clínica de calidad y por qué no, una docencia digna. Porque cuidar de quienes cuidan es clave para un sistema verdaderamente humano.
Querido yo, pediremos que el papel del tutor sea reforzado, dotándolo de
herramientas formativas, recursos materiales y tiempo para la docencia. Esto incidiría positivamente en la calidad del acompañamiento durante tu aprendizaje, esperemos llegar a tiempo y que realmente pueda acompañarte en los próximos cuatro años que tienes por delante (Así será).
Un buen tutor puede marcar la diferencia entre sobrevivir la residencia o disfrutarla con sentido y propósito.
Por último, querido Yo, es necesario
dignificar la especialidad de MFyC, mejorar su visibilidad y prestigio, promover y divulgar sus fortalezas, además como fue en nuestro caso, establecer rotaciones en los centros de salud durante el grado, así podremos incentivar su elección entre los futuros médicos. Para esto, ¡necesitaremos tu ayuda!
Ahora sí, me despido, pero querido Yo, serás muy feliz, no olvides nunca por qué elegiste la Medicina Familiar y Comunitaria. Esta especialidad
necesita algo más que buenas intenciones: necesita un impulso decidido, una
formación de calidad, condiciones laborales justas y un entorno clínico que te inspire cada día. Desde donde estás, como residente, tu voz cuenta. Sigue adelante. Lo que haces importa y mucho.