Una de las áreas de mejora en nuestro sistema sanitario es la apuesta y mejora del nivel primario de atención, donde se establecen las políticas de promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la adquisición de hábitos de vida saludable. No cabe duda de que la mejor etapa para adquirir estos hábitos saludables, y prevenir enfermedades crónicas, es la infancia y la adolescencia.
Bajo este prisma, desde el Observatorio Nacional de Enfermeria Escolar del Consejo General de Enfermería de España, que se creó en 2020, se aglutinan esfuerzos de forma coordinada con Asociaciones Nacionales de Enfermería Escolar, colegios de enfermería, universidades, asociaciones de pacientes, Ampas, etc. Hablamos, en total, de más de 20 organizaciones desde las que trabajamos para visibilizar la figura de enfermeras escolares y conseguir el objetivo de que cada vez haya más enfermeras contratadas en los centros educativos y mejorar la salud de toda la población educativa.
Las enfermeras escolares tienen entre sus principales competencias la atención y cuidados de niños y niñas con problemas de salud crónicos para garantizarles una escolarización normalizada, es decir, niños con problemas respiratorios, neurológicos o metabólicos; la atención de problemas de salud agudos, como pueden ser accidentes o alergias; y sobre todo el abordaje de la educación sanitaria y la promoción de la salud en todas las edades. De esta forma se consigue que los propios niños y niñas sean agentes de salud y aporten cambios en los hábitos de vida y conducta poco saludables en la familia desde la infancia.
El contratar enfermeras escolares no es un gasto, es una inversión. Es invertir hoy para mejorar la salud de la población mañana, mejorar los hábitos de vida de la población, minimizar la cronicidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Ese es el cambio que estamos promoviendo y que tendrá un impacto notable a futuro si se cree y se apuesta por las enfermeras escolares.
Desde el Observatorio Nacional de Enfermería Escolar pedimos una Ley Nacional de Enfermería Escolar, que regule oficialmente las competencias de las enfermeras escolares y que permita tener un diploma de acreditación especifico en este ámbito competencial para las enfermeras. Además, buscamos un reconocimiento legal y de título formativo, apostando por la implantación de las enfermeras escolares en todas las regiones del territorio nacional, unificando los criterios de actuación y fortaleciendo el sistema de salud en nuestro país. Con estas medidas, los beneficiarios seremos todos los ciudadanos.