Sanidad lo considera un criterio a tener en cuenta para adaptar los puestos de trabajo para evitar desgaste emocional

Sede del Ministerio de Sanidad, que enfría la complejidad de cuidados para acceder a la jubilación anticipada enfermera
Sede del Ministerio de Sanidad.


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El nuevo modelo impulsado por el Ministerio de Seguridad Social para solicitar la jubilación anticipada con coeficientes reductores tiene en cuenta nuevos elementos de evaluación de penosidad, peligrosidad y morbimortalidad, como la rotación, que podrían beneficiar a los profesionales de la sanidad en su camino hacia la consecución de ese derecho. Son, en todo caso, los sindicatos más representativos y las administraciones competentes los que pueden solicitar el estudio para el posible reconocimiento, y por el momento no han movido ficha. Sí que hay organizaciones que exigen incluir este tipo de prejubilación en el Estatuto Marco. Las guardias de 24 horas, la alta presión asistencial y la exposición a enfermedades son los principales motivos argüidos para defender esa postura, aunque también hay estudios elaborados en el seno del Gobierno que abogan por proteger de forma específica en este sentido a los profesionales que prestan cuidados, principalmente enfermeras y TCAEs. En todo, caso, en el Ministerio de Sanidad alejan, por el momento, la posibilidad de que la complejidad en los cuidados pueda convertirse en una vía de acceso al retiro laboral antes de la edad legal sin perder pensión. Más que eso, lo consideran un criterio a tener en cuenta para adaptar los puestos de trabajo para evitar desgaste emocional.

El departamento de Mónica García ha apostado desde el inicio de la legislatura por reforzar el ámbito de los cuidados. La creación de un Comité específico en el seno ministerial en mayo de 2024 ha derivado por ahora en, entre otras cosas, la aprobación del Marco Estratégico para los Cuidados de Enfermería (MECE) casi un año después, el pasado mayo, en el Consejo Interterritorial. Al margen de ello, a primeros de 2025 comenzó la tramitación en las Cortes de la Proposición de Ley derivada de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para establecer mejores ratios de Enfermería por paciente. Sanidad defiende que esas proporciones han de fijarse teniendo en cuenta no sólo la patología a atender, sino también los condicionantes sociales de cada persona y la “intensidad” de los cuidados que requiere para, así, repartir la responsabilidad de la asistencia según competencias profesionales. Así se ha trasladado desde el Comité de Cuidados a los partidos del Congreso, con la idea de que registren enmiendas a la proposición normativa en ese sentido.

De forma paralela, en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, que lleva la firma del Ejecutivo nacional, del Ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Insst), se pone sobre la mesa la necesidad de reforzar la protección de las profesionales que se hallan en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad, entre las cuales se cita de forma expresa a “quienes realizan las actividades relacionadas con el cuidado y la asistencia de personas mayores”. Se trata, además, de un sector, el sociosanitario, en el que se prevé un aumento de las plantillas por el envejecimiento progresivo de la población, en general.

Por otro lado, en su informe de Evaluación y gestión de riesgos psicosociales en la actividad de cuidado de personas mayores, Trabajo y el Instt indican que las cuidadoras están expuestas, principalmente, a riesgos laborales ergonómicos y psicosociales “debido a la atención directa constante que requiere el cuidado de personas dependientes, así como la elevada carga física y el trabajo a turnos y nocturno”. A ello se suman varios hándicaps: el “trabajo en solitario en el domicilio de las personas mayores”, los desplazamientos variados a lo largo de cada jornada laboral y la alta feminización del sector.

El "factor coste emocional" de los cuidados


“En nuestra propuesta de complejidad de cuidados hemos introducido el factor del coste emocional de las enfermeras. No es lo mismo tratar casos de cáncer pediátrico que trabajar en urgencias extrahospitalarias”, indican a Redacción Médica voces de peso del Comité de Cuidados, que, no obstante, consideran que esa variable no tiene suficiente empaque para justificarla como criterio de acceso a la jubilación anticipada. “Sí puede ser una vía para que se adapten puestos de trabajo”, apuntan las mismas fuentes.

Esa posibilidad no es baladí en la medida en la que Seguridad Social siempre ha dejado claro que, en su nuevo modelo de jubilaciones y pensiones, se antepone la adaptación del entorno laboral para evitar posibles riesgos de salud al reconocimiento de la prejubilación. “El establecimiento de coeficientes reductores de la edad de jubilación sólo procederá cuando no sea posible la modificación de las condiciones de trabajo”, señalaron desde el Gobierno en una respuesta escrita formulada por el PP en el Congreso, un día antes de que el Consejo de Ministros aprobara el nuevo procedimiento para establecer coeficientes reductores.
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