Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.
El
Consejo de Ministros ha aprobado un nuevo procedimiento que establece
coeficientes reductores para anticipar la
jubilación anticipada en actividades “penosas y peligrosas”. Un marco en el que, según indican fuentes del área de
Seguridad Social, podría tener encaje cualquier sector, incluidos los de naturaleza sanitaria. “Es una
intervención quirúrgica -sostienen-. Habrá que analizar cada una de las profesiones, pero no hay límite de las actividades que lo puedan pedir”. Todo dependerá, en efecto, de un futuro análisis ‘multidimensional’ en el que se tendrán en cuenta no solo los factores ‘básicos’ que se conocían hasta la fecha sino también algunos nuevos, como el relativo a la rotación en el trabajo.
El propio Ministerio de Seguridad Social es el proponente de este real decreto por el que se regula el procedimiento previo para determinar los supuestos que
permiten la jubilación mediante la aplicación de coeficientes reductores. La titular del ramo,
Elma Saiz, ha detallado que este proceso se divide en tres partes: primero, organizaciones empresariales y sindicales solicitan a la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social la aplicación de dichos coeficientes ‘especiales’ para un colectivo concreto. Fuentes ministeriales apuntan, en este sentido, que no hay ninguna traba para que lo soliciten los médicos o cualquier otro gremio de salud y que espera que los primeros
encuentros con el diálogo social se convoquen “en breve”.
Seguridad Social convocará "en breve" al diálogo social
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Esta Dirección General recabará posteriormente informes de diferentes organismos (desde Inspección de Trabajo hasta el Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo) y finalmente lo remitirá a una
Comisión de Evaluación en la que tomarán parte, de nuevo, los interlocutores sociales.
Nueva "fórmula" para la jubilación anticipada
En el análisis ‘multidimensional’ que ha esbozado el Gobierno para la
“fórmula” de la jubilación anticipada no solo se tendrán en cuenta los factores habituales, como la incidencia de la incapacidad temporal, los procesos y sucesos graves que se cometan en el sector (peligrosidad y toxicidad), sino también otros como la
rotación en el trabajo, que a la postre tiene un impacto destacado en el
sector de la salud, donde son
habituales los cambios de turno. Se considera un factor de riesgo dado que afecta a la salud del trabajador, por ejemplo, con trastornos de sueño o afecciones mentales.
Moncloa apunta también a otros aspectos que pueden inclinar la balanza en favor de la
jubilación anticipada de un colectivo, como el sexo, el
tamaño de la empresa, la distribución geográfica o la parcialidad.
Las fuentes consultadas por
Redacción Médica inciden en que cada caso se medirá de forma “quirúrgica”. “Hay que analizar cada situación, pero las organizaciones sindicales y empresariales pueden iniciar el procedimiento”, deslizan.
La jubilación anticipada, solo como último recurso
Tal y como informó este periódico el pasado noviembre, Seguridad Social prioriza en cualquier caso que “todos los profesionales
presten su trabajo en condiciones de salubridad”. Es decir, que, a priori, solo se prevé activar la jubilación anticipada
cuando “no se puedan modificar las condiciones de trabajo” para reducir estos riesgos por penosidad o peligrosidad, entre otros.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.