Diccionario de enfermedades

Síndrome de la cola de caballo

¿Cómo se diagnostica el síndrome de la cola de caballo?
Se llama cola de caballo a la parte final de la médula espinal, un lugar desde donde salen múltiples raíces nerviosas encargadas de recoger la sensibilidad de la zona de las piernas y del periné (la zona situada entre el ano y los genitales) y de llevar la inervación necesaria para el movimiento de las piernas y de los órganos localizados en la pelvis, como la vejiga de la orina y la parte final del intestino. Esta parte se encuentra protegida por las últimas vértebras lumbares y el sacro.

El síndrome de la cola de caballo se produce cuando existe un daño de múltiples raíces nerviosas que salen desde este lugar, en general debido a la compresión de dichas raíces nerviosas por diversas enfermedades. Es una situación que requiere tratamiento urgente, generalmente mediante cirugía.

¿Cuáles son las causas del síndrome de la cola de caballo?


El síndrome de la cola de caballo suele producirse por:
  • La rotura de un disco intervertebral localizado en la zona lumbar o sacra (en L5-S1); es la causa más frecuente. Esta rotura puede ser por causa degenerativa como en la artrosis de columna, como consecuencia de un traumatismo (una caída o un accidente) o por un tumor que comprime las raíces nerviosas.
  • Por la aparición de un hematoma tras la realización de una punción lumbar en personas que tengan, por ejemplo, un problema en la coagulación de su sangre.
  • Por una infección que produzca una colección de pus (absceso) a dicho nivel.
  • Algunos niños nacen con malformaciones de la columna vertebral o sufren traumatismos durante el parto que la dañan, produciendo un síndrome de la cola de caballo.


¿Qué síntomas produce el síndrome de la cola de caballo?


El síndrome de la cola de caballo puede ser muy difícil de diagnosticar de forma temprana dado que los síntomas pueden aparecer lentamente. En general produce:
  • Dolor lumbar en la parte más baja de la columna.
  • Dolor o pérdida de fuerza en una o ambas piernas o en los muslos, lo que produce dificultad para levantarse de una silla.
  • Debilidad, alteraciones en la sensibilidad (acorchamiento, hormigueo, anestesia) y pérdida de reflejos en las nalgas, cara interna de los muslos y/o en las piernas o en los pies.
  • Anestesia de la zona perineal, llamada anestesia en silla de montar, consistente en hormigueo y falta de sensibilidad en la zona del periné (zona entre la región genital y el ano). En ocasiones se acompaña de problemas para orinar (incontinencia urinaria, escapes de orina o retención de orina) o para ir al baño (incontinencia fecal, escape de heces o estreñimiento).
  • Disfunción sexual de rápido inicio.

¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico del síndrome de la cola de caballo es un diagnóstico clínico que debe ayudarse con la realización de radiografías, TAC y RMN de la parte final de la columna y de la médula espinal. En ocasiones puede ser necesario realizar una mielografía (unas radiografías inyectando contraste en el interior del canal medular mediante una punción lumbar) o un electromiograma.

¿Cuál es el pronóstico del síndrome de la cola de caballo?


En general, ante un síndrome de la cola de caballo se debe actuar con urgencia para eliminar la presión ejercida sobre las raíces nerviosas, dado que los déficits neurológicos que se produzcan pueden no volver a recuperarse. En ocasiones, sin embargo, los daños son ya importantes y a pesar de operar no se recupera la función alterada (movilidad, sensibilidad o alteraciones en el funcionamiento de la vejiga o de la parte final del intestino).

¿Cuál es el tratamiento del síndrome de la cola de caballo?


El tratamiento del síndrome de la cola de caballo suele necesitar la descomprensión urgente mediante cirugía para evitar el daño irreversible de las raíces nerviosas. En pacientes con tumores puede ser necesaria la radioterapia urgente. A veces se precisa tratamiento con corticoides o con antibióticos, en función de la causa.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.