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22 jul. 2015 20:23H
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La pregunta se la llevan haciendo muchos agentes del sector durante el último año y medio aproximadamente: ¿dónde está el Foro de Médicos de Atención Primaria?. O mejor dicho ¿dónde se esconde? ¿Por qué no trasciende nada de sus reuniones, si es que siguen haciéndolas? Parece que fue ayer cuando a principios de 2010 el primer nivel asistencial de la sanidad española daba un aldabonazo y ponía sus reivindicaciones encima de la mesa, en una única dirección, con un único fin. Nacía el Foro de Médicos de AP.

Han pasado más de cinco años y aquello que tantas ilusiones despertó ahora está al borde del precipicio, a punto de convertirse en un espejismo que caerá en el olvido de todos, salvo de los que lo vieron nacer. Como periodista tuve la suerte de seguir sus avatares prácticamente desde sus inicios y por eso me da tanta pena ver la situación en la que ahora se encuentra. Al principio todo era nuevo, el mensaje era potente, los estudios prolíficos, las reclamaciones bien fundamentadas. Al término de cada reunión los periodistas esperábamos atentos con papel y bolígrafo a ver qué titular nos ofrecía el portavoz del Foro.

Y no eran pocos. Lo bueno de aquel grupo es que hacía dudar al redactor sobre qué punto destacar por encima del otro, y no porque fueran comunes, al contrario, porque había tanto buen material que daba para escribir varias páginas sobre lo que opinaban del sistema las principales cabezas pensantes de la Atención Primaria española. Incluso en la peor época de la crisis, los que cubríamos esa información llegábamos a creernos que aquel grupo de médicos tenía la capacidad para cambiar algo: que se escuchara a los especialistas de Familia y de Pediatría de Atención Primaria por primera vez en la historia del Sistema Nacional de Salud (SNS).

El fondo de las peticiones no era nuevo: más recursos, más atención y más protagonismo para la puerta de entrada del SNS. Pero sí eran novedosas las formas. Cada quince días, cada mes a más tardar, había nuevas iniciativas para alcanzar esa meta, y los de arriba empezaron a escucharles. Lograron una expectación significativa con el primer Día Nacional de la AP (ese 12 de abril del que ya pocos se acuerdan), incluso con la primera gran Conferencia Nacional de AP, que finalmente quedó descafeinada pero cuyo mayor fracaso fue el no volver a celebrarse ni una vez más.

Si tan bien iba la cosa¿cuáles son los motivos del declive? Hay uno que predomina sobre el resto: la portavocía rotatoria. Cada mes el encargado de lanzar el mensaje era un representante distinto de las siete formaciones que componen el Foro (CESM, OMC, Semergen, SEMG, Semfyc, Aepap y Sepeap, más el CEEM, que se unió hace escasamente un año). Al principio la periodicidad y las buenas ideas camuflaron este defecto de forma que, finalmente, ha terminado por diluir hacia el anonimato el trabajo de los que todavía se toman en serio esta organización.

Ha sido un error de bulto el optar por esta especie de democracia comunicativa porque, sencillamente, no todas las voces son iguales ni tienen la misma fuerza. Y no solo la portavocía; cada reunión la organizaba una formación, y unos por otros, al final la casa ha quedado sin barrer.

El Foro de la Profesión Médica es un ejemplo de esta teoría. Llegando más tarde que el Foro de AP ha hecho las cosas en condiciones, aunando las aspiraciones de seis organizaciones (OMC, CESM, Facme, CEEM, Cnecs y Cndfm) en una sola y con un portavoz fijo, Francisco Miralles.Esto les ha hecho llegar nada menos que hasta La Moncloa. Queda por ver en qué quedan las negociaciones del pacto, pero solo llegar hasta ahí, hasta que el propio presidente del Gobierno se comprometa a trabajar con ellos, ya es un hito. El Foro de la Profesión Médica se ha aupado sobre los hombros del de Primaria para llegar más lejos y representando a más médicos, pero eso no quita que quién ha sido superado no aspire a conseguir un éxito similar en su campo.

De vuelta al momento actual, hace escasas semanas los periodistas recibíamos con sorpresa una comunicación oficial del Foro de AP, interesante para mayor alzamiento de cejas. La nota llegó una semana después de que se celebrara una reunión del Foro que nadie tenía marcada como importante. Era la primera señal de vida de sus componentes en más de medio año. Por ese brote verde escribo estas líneas. Desde la crítica constructiva, para intentar al menos que algún trasero se remueva en su asiento y no deje morir aquello en lo que tantos creían. No creo que hayan dejado de trabajar, pero sí que les falta ilusión por los escasos resultados obtenidos hasta ahora. A ellos les digo: ¡no se rindan!, hagan autocrítica y continúen trabajando para que la AP tenga más recursos, más presupuesto y más medios. Y así alguien pueda decir más pronto que tarde que los miembros del Foro de AP lo consiguieron porque no sabían que era imposible.

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