Adriana Moreno, psicóloga que se prepara el PIR.
La
Psicología es una profesión en la que se pueden tomar muchas vías, como es el caso de ejercer como
psicólogo clínico en la sanidad pública, con la diferencia de que para esta rama es necesario presentarse al
PIR. El examen para la convocatoria de 2026 tendrá lugar el próximo 24 de enero y profesionales del ámbito, como
Adriana Moreno, se preparan para encarar una prueba decisiva para su futuro, en su caso, por segundo año: “Con la experiencia del año pasado,
tengo el miedo a esas preguntas de fuera del temario que no sabes bien de dónde salen”, afirma la especialista a
Redacción Médica. Además, Moreno comenta que también teme una “falta de control de la situación de examen”, en el sentido de que,
por mucho que se estudie, hay cosas que no se pueden controlar.
La psicóloga cuenta que en la convocatoria PIR del año pasado, la situación de presentarse al examen fue muy complicada de gestionar para ella: “Yo sentía que llevaba el temario dominado y al llegar allí me di cuenta de que
al fin y al cabo esto también va de tener estrategia de examen, de estar tranquila. No es solo estudiar, porque te puede caer cualquier cosa”. Con esa mala experiencia anterior, admite que
en un primer momento cayó en una “indefensión aprendida” a la hora de prepararse de nuevo para el examen. Sentía que daba igual cuánto estudie, si después va a encontrarse con preguntas que no controla, pero ha cambiado esa perspectiva: “Me dije, ‘vamos a intentar darle la vuelta’ y
lo que yo pueda controlar voy a llevarlo lo más amarrado posible, ampliando el temario con manuales que el año pasado no toqué y trabajar emocionalmente la situación de examen”, comenta Moreno.
Una estabilidad económica pero pocas plazas
Lo que llevó a la psicóloga a decantarse por la vía del PIR fue, por un lado, que le gusta el trabajo en el entorno hospitalario, alegando que le “llama mucho la atención trabajar con el tipo de patologías que se atienden en este contexto”, aunque
la estabilidad económica una vez se consigue una plaza es un motivo de peso para ella. “A lo largo de la carrera fui dudando mucho, porque al fin y al cabo ese camino es muy incierto y por mucho que estudies, pues con las poquitas plazas que hay, nadie te garantiza que realmente llegues a conseguirla en algún momento”, sostiene Moreno. Una cosa que la especialista tenía clara al acabar Psicología es que
quería dedicarse un año únicamente a la preparación del PIR y que si no le salía a la primera, empezaría a prepararse el máster habilitante, como está haciendo ahora: “Aunque objetivo principal es el PIR, estoy
abriéndome esa otra vía de trabajo ante la duda”, explica.
Con las navidades por delante, la psicóloga dice que
no tiene intención de cogerse días libres adicionales a los que tiene cada semana normalmente, que son los domingos, pero a la misma vez sabe que el descanso es importante. “Es un poco difícil de gestionar, pero si veo que un día me cuesta mucho estudiar haré como el año pasado, que
salí a la calle a ver la cabalgata de Reyes porque no estaba concentrada”, admite la aspirante al PIR, que planea mantener la misma estructura de estudio que ha seguido hasta ahora.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.