Expertos analizan los principales avances en la 5.ª edición de la Academia de Hematología Beckman Coulter

La 5.ª edición de la Academia de Hematología Beckman Coulter


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La 5.ª edición de la Academia de Hematología Beckman Coulter ha reunido a reconocidos especialistas de toda España para exponer los avances más recientes en el ámbito hematológico. Este encuentro, consolidado como un referente en formación y actualización científica, ha abordado temas como la terapia génica, que promete mejorar el tratamiento de enfermedades raras como el déficit de adhesión leucocitaria tipo I (LAD-1), y la aplicación de la Inteligencia Artificial en el estudio citológico de la médula ósea, permitiendo la selección automática de áreas de interés y preclasificando células.

La jornada, moderada por Jesús Villarrubia, del Laboratorio Central de Madrid/UR Salud UTE, también incluyó la interpretación avanzada de hemogramas en pacientes pediátricos para la detección temprana de patologías no hematológicas, y la identificación y control de interferencias en los analizadores hematológicos de última generación, como DxH 900, que integra correcciones multiparamétricas, dispersión VCS y fluorescencia selectiva. Toda una edición orientada a optimizar protocolos clínicos, maximizar la precisión diagnóstica y mejorar la calidad de los resultados de laboratorio. 

Terapia génica, clave para el tratamiento de LAD-1


Julián Sevilla, jefe de la Sección de Hematología y Hemoterapia y Oncología Pediátrica del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, ha expuesto los últimos resultados de un ensayo de terapia génica ex vivo en el déficit de adhesión leucocitaria tipo I (LAD-1). Se trata de una enfermedad rara, una inmunodeficiencia causada por mutaciones en el gen ITGB2 con herencia recesiva, que se asocia a infecciones muy graves y a una elevada mortalidad en los primeros años de vida. Hasta el momento, la única opción curativa era el trasplante hematopoyético, pese a ser un procedimiento complejo y con frecuentes efectos adversos a corto y largo plazo.

Ahora, la terapia génica "ex vivo, de adición o de reparación, nos va a permitir corregir o silenciar genes y minimizar la enfermedad", ha indicado Sevilla. Y es que los resultados tras un ensayo clínico con el vector lentiviral desarrollado por la Unidad de Innovación Biomédica del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) de Madrid han demostrado eficacia. Por ejemplo, el facultativo ha señalado que "las infecciones cutáneas y periodontales" causadas por LAD-1 "mejoraron en todos los pacientes, que tampoco desarrollaron ninguna nueva". Además, Sevilla ha destacado la eficiencia de la terapia con "una supervivencia del 100 por ciento sin necesidad de trasplante alogénico".

Julián Sevilla, jefe de la Sección de Hematología y Hemoterapia y Oncología Pediátrica del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid.


En cuanto a su seguridad, el facultativo la ha calificado como "excelente" debido a su alta tolerancia en todos los casos en los que se aplicó: "Sin efectos adversos graves, muertes, complicaciones respiratorias o hepáticas, ni replicación de lentivirus". Por lo tanto, la terapia génica podría consolidarse "como una revolución" en el tratamiento de LAD-1 "en los próximos meses" teniendo en cuenta sus ventajas mencionadas frente al trasplante tradicional, que aunque haya mejorado en los últimos años sigue siendo un procedimiento que "no está exento de toxicidades".

En definitiva, Sevilla ha afirmado a Redacción Médica que la terapia génica va a permitir "un abordaje del tratamiento curativo con mucha menos toxicidad que el trasplante hematopoyético y con la posibilidad de hacérselo a todos los pacientes, tengan o no un donante accesible, en busca de una curación definitiva de la enfermedad". 

Scopio, un avance en el estudio de médula ósea


La facultativa Esperanza Tuset, coordinadora de la Unidad de Neoplasias Hematológicas de Predisposición Germinal del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y consultora del Laboratorio de Diagnóstico Hematológico en el Hospital Dr. J. Trueta de Girona,  ha presentado su experiencia con el sistema Full Field BMA de Scopio Labs para el análisis de médula ósea, esencial para el diagnóstico hematológico, tras evaluar 10 muestras. Este sistema integra imágenes de alta resolución y algoritmos de Inteligencia Artificial, de forma que "identifica áreas óptimas de escaneo y ofrece preclasificación automática de células nucleadas". Debido a la alta resolución, se puede "visualizar áreas muy amplias, analizar un número elevado de células y compartir resultados en remoto", aunque también sirve como "herramienta docente", ha explicado.

Sin embargo, ha advertido que, "aunque el conteo automático es muy rápido, puede ralentizarse si se requiere revisar manualmente todas las células" y que, hasta que los algoritmos estén "completamente validados", lo mejor es que Scopio sea utilizado por "citólogos expertos". Tuset también ha reconocido que la IA "nos ha puesto en una situación de perplejidad" a nivel social, aunque también ha subrayado su importancia en la Medicina, donde "ha habido unos avances enormes".

Esperanza Tuset, coordinadora de la Unidad de Neoplasias Hematológicas de Predisposición Germinal del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y consultora del Laboratorio de Diagnóstico Hematológico del Hospital Dr. J. Trueta (Girona).


En este contexto, ha recomendado que, para trabajar con este tipo de sistemas, es fundamental "saber cómo trabaja y cómo funciona para sacar el máximo rédito", aunque ha insistido en que "el papel del citólogo no se puede perder" y que la revisión sigue siendo imprescindible para evitar diagnósticos erróneos. "Los citólogos y todos los que nos dedicamos al diagnóstico tenemos que tener una mentalidad abierta sobre la digitalización e Inteligencia Artificial. No viene a sustituirnos", ha afirmado. Además, ha añadido que "hay que sacar todo el potencial" a la IA como "herramienta de trabajo" porque de nada sirve "adoptar una postura rígida" sobre ella.

"La integración de la IA en los modelos de diagnóstico, concretamente en Hematología, va a ser muy importante en años futuros", ha dicho Tuset. Asegura que este equipo "está empezando a dar los primeros pasos y que necesita un rodaje y un perfeccionamiento", pero cree que va a ser una "herramienta espectacular" para la "educación y formación de futuros citólogos". "Va a haber un antes y un después en la aplicación de IA en otras áreas del diagnóstico que harán que sea mucho más preciso, aunque detrás de todo esto debe haber supervisores y citólogos expertos que validen esta información, porque sino podemos caer en errores que sean importantes para los pacientes", ha insistido.

El papel del hemograma en casos pediátricos


Por otro lado, María Asunción Elia Martínez, facultativa especialista de la Sección de Hematimetría en el Hospital General Universitario de Valencia, ha enseñado un caso clínico en el que un hemograma permitió diagnosticar un debut diabético en una niña de 2 años que acudió a la consulta pediátrica con estreñimiento y pérdida de peso. Tras realizarse el hemograma, los resultados mostraron "una discordancia entre hemoglobina y hematocrito", con niveles de hemoglobina "muy altos" para su edad. A través del "descarte de interferencias como crioaglutininas, lipemia o paraproteínas", se pudo detectar una "dislipemia grave" que condujo al diagnóstico de diabetes en menos de ocho horas desde la toma de la muestra.

María Asunción Elia Martínez, facultativa especialista de la Sección de Hematimetría del
Hospital General Universitario de Valencia.


Elia Martínez ha descrito el hemograma como "una prueba fundamental para valorar el estado de salud de un individuo" y ha demostrado que una correcta interpretación de los resultados del hemograma puede conducir, en ocasiones, al diagnóstico de patologías no hematológicas: "En el laboratorio debemos verificar siempre las discordancias, conocer nuestros analizadores, las alarmas que muestran y las posibles interferencias, y mantener una comunicación fluida con el clínico. No debemos ser meros validadores de resultados". "Creo que es muy necesario que las personas que nos dedicamos al mundo de los análisis conozcamos muy bien nuestros analizadores, las alarmas, los avisos y toda la información que nos dan y saberla interpretar para poder sospechar en un momento dado de determinadas patologías" ha dicho para finalizar su intervención.

Interferencias que afectas a los analizadores hematológicos


Toni Mocholí, jefe de producto de Hematología en Beckman Coulter España, se ha centrado en las interferencias que afectan a los sistemas ópticos de los analizadores hematológicos, especialmente a los que se basan en dispersión láser y fluorescencia. En este contexto, ha afirmado que los fabricantes "han prestado más atención a la diferenciación de las poblaciones leucocitarias que a las interferencias que han ido apareciendo en el mercado". Por este motivo, ha apuntado que "debemos señalar aquello que entendemos como interferencia en el apartado óptico de los analizadores", citando "el efecto hemólisis, lipemia y la ictericia" entre las interferencias más frecuentes que afectan más a la dispersión láser.

Además, ha explicado que algunas soluciones tecnológicas son la "corrección por algoritmos de software, la corrección por multiparamétrica o por múltiples ángulos de dispersión, la corrección mediante canales dedicados o modos específicos y la corrección por fluorescencia selectiva". Así, ha mencionado que los analizadores de la serie DxH 900 de Beckman Coulter incorporan estas tecnologías avanzadas que permiten un "análisis multiparamétrico que integra impedancia y dispersión VCS", lo que garantiza mejores resultados.

Toni Mocholí, jefe de producto de Hematología en Beckman Coulter España.


También ha indicado que a día de hoy estos analizadores "recogen de forma integrada la información de los distintos canales hematológicos y nos aseguramos de que los resultados son fiables". En este caso, los resultados de DxH 900 no solo son numéricos. "No se trata solo de información cuantitativa, sino cualitativa", ha asegurado Mocholí, que también ha recalcado que la "principal innovación" es justo "tener en cuenta no solo el valor numérico de un resultado hematológico sino toda la información que acompaña a este resultado".

Aunque ha confirmado que si no hay formación "en la interpretación de estas alarmas" se puede "estar falseando o dando un resultado que no es coherente con la situación del paciente", insistiendo en la importancia de la formación del profesional para aprovechar al máximo las capacidades de estos sistemas. "Hay que conocer perfectamente las tecnologías de los analizadores hematológicos y sus soluciones, prestar atención a los flags automáticos y la revisión de los frotis periféricos siguen siendo esenciales", ha concluido.

Foto de los ponentes de la 5.ª edición de la Academia de Hematología Beckman Coulter, moderada por Jesús Villarrubia, hematólogo en el Laboratorio Central de Madrid/UR Salud UTE.

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