Exterior de Muface
Un territorio más para la conquista. La implantación de la
receta concertada de Muface por todo el país sigue su curso después de la
crisis sin precedentes que ha vivido la mutualidad en los últimos meses. Y es que en el mapa hay una nueva comunidad que se ha unido a
Sirem, este sistema que permite a los mutualistas
retirar sus medicamentos sin necesidad de un talonario en papel. La digitalización de Muface ha llegado este jueves a Aragón,
donde como ya anunció Redacción Médica, para que cerca de 30.000 funcionarios y beneficiarios puedan hacer uso de esta herramienta.
La comunidad aragonesa se convierte así en el decimotercer territorio en unirse a la receta concertada de Muface. Una implantación que, como ha explicado
Muface en un comunicado,
afecta ya a más del 55 por ciento del mutualismo de la sanidad privada. “En las trece comunidades y ciudades autónomas donde funciona reside un colectivo mutualista de opción concertada de
287.880 personas, que se suman a las 573.693 que ya disfrutan de la receta electrónica de opción pública en todo el territorio nacional”, explica. A ello, añade que la implantación total de Sirem seguirá a lo largo del último trimestre de 2025.
Concretamente, Aragón se ha sumado a
Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Illes Balears, La Rioja, Navarra, Murcia, y las dos ciudades autónomas,
Ceuta y
Melilla. Todas ellas disponen ya de este sistema de dispensación de medicamentos, con la comunidad cántabra como pionera. No obstante, cabe señalar que los mutualistas que han optado por la sanidad pública ya disponen de su
receta electrónica desde hace tiempo.
La ‘reimplantación’ de la receta concertada
Muface ya ha desvelado su objetivo. Su meta es que,
de cara al primer trimestre de 2026, todo el país disponga de la receta concertada para los mutualistas que han escogido la asistencia sanitaria privada de las entidades (en este caso, Asisa y Adeslas). Así, tras la
crisis en la que se sumió el modelo hace casi un año, los planes de la mutualidad han seguido su curso.
Y es que tras el parón por el que probablemente haya sido
el mayor trance histórico de la mutualidad, la dirección general de Muface, encabezada por Myriam Pallarés, ha retomado su hoja de ruta. De esta forma, tras el ‘sí, quiero’ de Asisa y Adeslas con la mutualidad el pasado 30 de abril,
la normalidad volvió. Y con ella los proyectos que se habían paralizado.
Fue a principios de julio cuando
Muface volvió a poner hablar de Sirem. El 1 de julio, puso en marcha este sistema en Castilla-La Mancha. A esta comunidad se sumó Galicia,
el día 15, y con un anunció que adelantó
Redacción Médica: el próximo territorio sería Aragón.
Ahora los mutualistas y beneficiarios que residen -y cuya asistencia sanitaria pertenece a la sanidad privada- en territorio aragonés podrán hacer uso de esta receta concertada. Concretamente, llegará a
28.215 personas, tal y como ha confirmado la propia Muface.
Todo este escenario se da en el mismo momento en el que Muface,
como avanzó en exclusiva Redacción Médica, ya
se plantea aplicar algunas acciones tras conocer el informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). De hecho, el documento del organismo público no solo proponía la
desaparición progresiva del mutualismo administrativo (de Muface y de sus ‘hermanos’, Mugeju e Isfas), sino que hacía alusión a una
mala implantación de Sirem.
“La implantación de la receta electrónica en las mutualidades
muestra un desarrollo desigual, con una cobertura prácticamente total en el régimen público pero un
notable retraso en el ámbito privado”, apuntaba la Airef.
Con este aviso, la receta concertada de Muface vuelve a estar en expansión. No obstante, aún queda por conocer cuál será el siguiente territorio en el que aterrizará este sistema.
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