Enrique Marra-López, Alberto Pérez, Ángela Hernández, Víctor Pedrera, Jordi Cruz, Juan Carlos Blázquez, José Antonio Vidal.
Este jueves se cumple un mes desde la aprobación en el Consejo de Ministros del anteproyecto de
Ley sobre los Medicamentos y Productos Sanitarios. Aunque no se trate de un texto definitivo, han sido numerosas
las disconformidades transmitidas por los diferentes agentes de la sanidad española. Entre ellos,
los sindicatos médicos, que desde el primer momento hicieron público su posicionamiento ante tal normativa.
El proyecto, que forma parte del
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia elaborado por el Gobierno y financiado por la
Unión Europea, ha vuelto a sacar a la luz uno de los debates más 'candentes' en la actualidad del ámbito sanitario: la
prescripción enfermera. Y no solo eso, ya que también ha conseguido que los sindicatos médicos dejen atrás sus diferencias y vayan de la mano contra ella. Una unión sindical encabezada por los dos 'baluartes' de los defensores de los derechos de los facultativos actuales: la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y la
Agrupación de Profesionales por un Estatuto Médico y Facultativo (Apemyf).
El nuevo documento diseñado por el Ministerio de Sanidad ha conseguido que ambos se alineen para conseguir que la prescripción enfermera y fisioterapeuta que contempla el anteproyecto de ley se elimine o, por lo menos, se modifique. Esto ocurre
un mes después de que los médicos salieran a la calle para exigir un nuevo
Estatuto Marco, o incluso
un Estatuto Médico propio. Una revindicación que Apemyf y CESM han decidido defender por caminos separados, aunque las dos agrupaciones acudieron a la concentración. Unos afirman que por discrepancias internas, otros que por diferencias en los objetivos.
Unión para erradicar la prescripción enfermera
Pero, aun así, el anteproyecto de la Ley de Medicamentos ha vuelto a
abrir 'un rayo de luz' entre ambas organizaciones. Y es que, hasta el momento, solo podían prescribir productos farmacéuticos los profesionales de la Medicina, la Odontología o la Podología. Pues bien, esta nueva norma, que se prevé que pase por el Congreso de los Diputados para su aprobación antes de verano, ha 'obligado' a organizaciones como el Sindicato Médico de Navarra (SMN), Metges de Catalunya, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), el Sindicato Médico de Euskadi (SME), el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa) y el Sindicato Médico de Galicia (Simega) a
unirse en la presentación de alegaciones, tal y como ha podido confirmar
Redacción Médica.
Las aportaciones que han presentado los sindicatos autonómicos de facultativos a la norma
siguen la misma línea, enfocada en la erradicación de dicho matiz 'indicador' del texto. Eso sí, el plazo
termina el 8 de mayo.
Para
Amyts, hay dos artículos de la norma que se deberían volver a redactar, modificar o incluso eliminar. El primero de ellos es el 4, que aborda
las garantías de independencia, transparencia y conflicto de intereses. Dentro del apartado se afirma que "sin perjuicio de
las incompatibilidades establecidas para el ejercicio de actividades públicas , el ejercicio clínico de la medicina, de la odontología, de la veterinaria, de la enfermería, de la fisioterapia o la podología, así como de cualquier otra profesión sanitaria que pudiera tener
la facultad para prescribir o indicar la dispensación de los medicamentos y 'productos', será
incompatible con cualquier clase de intereses económicos directos derivados de la fabricación, elaboración, distribución, intermediación, y comercialización de los medicamentos y "productos", así como con el desempeño de actividad profesional o con la titularidad de oficina de farmacia o de establecimientos comerciales minoristas".
Una 'facultad para prescribir' que queda mucho más clara en el
Artículo 86, donde se profundiza en
la receta y la prescripción hospitalaria. Y es que el texto asegura que "la receta, pública o privada, y la orden de dispensación hospitalaria son los documentos que aseguran la instauración o continuidad de un tratamiento con medicamentos por instrucción de un médico/a, un odontólogo/a,
un enfermero/a, un fisioterapeuta o un podólogo/a, en el ámbito de sus competencias respectivas, únicos profesionales con facultad para recetar medicamentos sujetos a prescripción".
Hacia una supuesta 'invasión de competencias'
Es en este último donde está el ‘principal problema’ para la organización sindical con representación en la capital española. Concretamente, solicitan que se elimine la opción de prescripción a
profesiones sanitarios que "no tienen competencia para la prescripción médica". Tal y como indican, "la prescripción médica no es un proceso aislado, sino el resultado de la evaluación global de paciente". Es por ello por lo que consideran que los perfiles profesionales prescriptores "deben tener una formación extensa en farmacología, fisiología, diagnóstico, pronóstico, efectos adversos e interacciones farmacológicas". Una formación que, según sus palabras,
las enfermeras no tienen.
De hecho, plantean "una
invasión de competencias entre profesiones según la distribución de las competencias profesionales establecidas en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de profesiones sanitarias. Defienden que los médicos, los odontólogos y los podólogos, en el ámbito de sus competencias respectivas, sean los únicos profesionales prescriptores.
"El médico es una figura central en las estrategias de impulso de la calidad en la prestación farmacéutica dado el papel que se le atribuye en el cuidado de la salud del paciente y, por tanto, en la prevención y en el diagnóstico de la enfermedad, así como en la prescripción, en su caso, del tratamiento con medicamentos" justifican desde la organización. Pero
Amyts no solo ha confirmado la existencia de una supuesta ‘invasión competencial’, ya que también ha afirmado que
la validación de los protocolos y guías de práctica clínica y asistencial para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros se encuentran recurridas en los Tribunales por invasión competencial, lo que manifiesta el malestar de los facultativos.
Falta de concreción en el texto
Desde el punto de vista de Metges, en el mismo sentido que Amyts, "el texto padece una
falta absoluta de concreción en relación a los límites en la prescripción". "La prescripción por parte de otros grupos profesionales sanitario debe darse en el estricto ámbito de sus competencias. El anteproyecto no las define con claridad y eso podría dar lugar a situaciones de intrusismo profesional", puntualizan desde la organización catalana.
También se han pronunciado respecto a la
prescripción fisioterapeuta: "La Ley de ordenación de las profesiones sanitarias (LOPS) es clara y dice que el único tratamiento posible para los fisioterapeutas es aquel que se deriva de
medios y agentes físicos, no farmacológicos". "La seguridad del paciente y la calidad del servicio sanitario
no quedan debidamente garantizadas en esta normativa, sino seriamente comprometidas", sentencian.
Por su parte, Simpa recuerda que, en cuanto a los medicamentos sujetos a prescripción médica, la actuación de los enfermeros "está condicionada a los términos que establezca cada protocolo y guía de práctica clínica y asistencial aprobados y validados". "Con el anteproyecto que se nos ha trasladado todo parece indicar que
se minimizan dichas necesidades de control y se difumina la necesidad de formaciones específicas o la existencia de órdenes/protocolos específicos para poder hacer dicha prescripción", afirman.
La seguridad de los pacientes, "comprometida"
Fuera del abanico de Apemyf se encuentra CESM, que va de la mano con el Foro de la Profesión Médica, que aglutina también, entre otros entes, a la Organización Médica Colegial (OMC) o la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina. Todas marcharán en bloque contra la Ley del Medicamento. Según avanzan a este periódico fuentes del
organismo, sus recursos apuntarán también
a los capítulos relacionados con la prescripción enfermera.
"Haremos lo necesario para que quede bien claro que el acto del diagnóstico y la prescripción son actos exclusivos del personal médico, y actuaremos
a nivel de Foro de la Profesión Médica", resumen los representantes de los facultativos, que recalcan el peligro de que este tipo de labores sean realizadas por "profesionales que no están formados para ello". "La seguridad se pone en riesgo", sentencian.
En menos de un día termina el plazo de alegaciones. En ese momento, Sanidad decidirá cuáles serán sus próximos pasos. Aun así, queda lo más complicado, el Congreso de los Diputados.
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