El sector cree que si los profesionales fichan tienen riesgos y defiende un sistema mixto ajustado a su ámbito

La sanidad privada incluye la desconexión digital en el control horario
El presidente de la Associació Catalana d'Entitats de Salut (ACES), Lluis Monset.


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Nuevas propuestas. Más objetivos sobre la mesa. Endurecer el registro de la jornada laboral se ha convertido en la próxima meta del Ministerio de Trabajo. Ese es el paraguas bajo el que nacido el Real Decreto impulsado por el departamento liderado por Yolanda Díaz, que busca ampliar una serie de medidas para hacer frente al control horario de los trabajadores. Esta norma incluye, además, otros aspectos como el hecho de que se propone dotar de potestad a la Inspección de Trabajo para acceder de forma remota al registro de las empresas, así como especificar horas ordinarias y extraordinarias (y su correspondiente pago). La sanidad privada no queda exenta de este Real Decreto del que, como han comentado los representantes a Redacción Médica, ya han dado su visto bueno, aunque han lanzado sus propias propuestas para mejorar la norma, entre las que se incluye la desconexión digital y una flexibilidad regulatoria adaptada a la negociación colectiva.

Esas son algunas de las ideas que han deslizado fuentes de la Associació Catalana d'Entitats de Salut (ACES) a este periódico. De hecho, el organismo ha dado el visto bueno a esta norma. La patronal de la sanidad privada en Cataluña indica que “comparte el objetivo de reforzar el cumplimiento del Estatuto de los Trabajadores y del derecho a la desconexión, pero considera inadecuado imponer un único modelo electrónico con acceso remoto obligatorio de la Inspección, sin alternativas y sin un análisis de impacto suficiente”.

Su defensa, explica, se sustenta en una “regulación flexible, proporcional y con seguridad jurídica” que sea capaz de permitir “soluciones adaptadas por negociación colectiva y evite cargas desproporcionadas, especialmente en pymes y en sectores complejos como el sanitario”.

Las cinco propuestas de la privada


Ese ‘sí’ al Real Decreto impulsado por el Ministerio de Trabajo llega con unas propuestas por parte de la sanidad privada. Concretamente, ACES señala a Redacción Médica una lista de cinco soluciones para mejorar la norma del departamento liderado por Yolanda Díaz.

Así, la primera de ellas hace referencia a la flexibilidad regulatoria. En este sentido, se propone “admitir sistemas mixtos (electrónico y autodeclarativo fiable) adaptados por negociación colectiva, conforme a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y a criterios de objetividad y fiabilidad”.

El segundo de los puntos, por otro lado, se centra en la seguridad jurídica y guía técnica. Es aquí donde las fuentes consultadas por este periódico centran su discurso en establecer “definiciones claras” (entre las que incluyen ejemplos como el tiempo efectivo o la guardia presencial o localizada) y una “guía validada por MITES e ITSS”.

Este listado lo completa también la protección de datos personales, un ámbito para el que ACES indica que se cumpla la “obligación expresa de EIPD (Evaluación de Impacto en la Protección de Datos Personales)”; o lo que califica como “proporcionalidad o eficiencia”, en el que propone realizar una Memoria de Análisis de Impacto Normativo (MAIN) que haga un análisis económico sectorial y un “régimen sancionador gradual con fase pedagógica y periodos de adaptación.

Con ello, llega el quinto de los aspectos. Uno de los que precisamente ha cobrado mayor importancia en los últimos años en el ámbito empresarial, y que no ha resultado indiferente en la sanidad (tanto en la pública como en la privada): la desconexión digital. Así, ACES propone el “reconocimiento explícito de modulaciones en servicios esenciales, con justificación y compensación”.

Las implicaciones de la norma para la sanidad privada


Este Real Decreto trae consigo varios efectos para la sanidad privada. Esa es la idea que traslada ACES a Redacción Médica, y sobre las que las voces expertas ahondan sin dudar. Por un lado, y en referencia a los beneficios de la norma del departamento liderado por Yolanda Díaz, desde la patronal aluden a una “mayor transparencia del tiempo de trabajo y del control de horas extra; y mejor encaje del derecho a la desconexión si se aplica con equilibrio asistencial”.

No obstante, esta normativa también desprende una serie de riesgos para la sanidad privada. Es aquí donde el organismo catalán destaca, en primer lugar, la “pérdida de privacidad e intimidad si se usan tecnologías intrusivas”. En este sentido, incluye la biometría o la geolocalización, entre otras. Asimismo, ACES también suma los tratamientos a gran escala sin esa EIPD previa y una “sobrecarga administrativa en entornos con turnos y guardias”.

En este contexto, la patronal liderada por Lluis Monset deja un apunte más. “Debemos recordar que se sancionó la implantación del control horario biométrico sin EIPD”, remata.

El futuro de la norma en la sanidad privada


El Real Decreto aún tiene un largo recorrido. Tal y como informó Redacción Médica, el Ministerio de Trabajo ha sometido esta norma a audiencia e información pública. De hecho, será durante este octubre, en un plazo fijado entre los días 10 y 20 de este mes, cuando se podrán presentar alegaciones. A su vez, la cartera de Yolanda Díaz ha solicitado un informe a distintas organizaciones empresariales, así como a autoridades laborales de las comunidades autónomas, para abordar de forma conjunta la normativa.

El escenario está claro. Y la sanidad privada ya tiene su veredicto. “Consideramos que la medida, tal como está planteada, no supera los estándares de proporcionalidad, buena regulación y seguridad jurídica, y debe revisarse para evitar efectos adversos en un sector esencial”, confían a Redacción Médica fuentes de la Associació Catalana d'Entitats de Salut.

La patronal catalana reitera a esa Memoria de Análisis de Impacto Normativo (MAIN), que sea “sólida y que justifique necesidad, coste y alternativas”, y al diálogo social para que la norma no “acabe cayendo”.

Los protagonistas de la sanidad privada analizan el Real Decreto que en un futuro podría hacerse realidad en el ámbito empresarial. Otra de las figuras es Carlos Rus, presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), quien ha analizado en este periódico las principales implicaciones de la norma. 

"Hablamos de conciliación, estamos hablando de equilibrio, estamos hablando de flexibilidad. Ahora tiene que haber modelos de registro variados que sean capaces de adaptarse a las necesidades de cada institución y de cada profesional. No tiene mucho sentido ir restringiendo o cambiando modelos cada seis meses, cuando al final es algo que no tiene un componente más allá del cumplimiento meramente normativo", ha explicado a Redacción Médica en el marco del V Congreso de Recursos Humanos y Salud de ASPE. 

Sus palabras, además, han hecho referencia a las que este mismo periódico publicó hace unos días. Y es que varios médicos de la sanidad privada analizaban las consecuencias de este registro laboral y destacaban la necesidad de que el sector formase parte de las negociaciones de cara a la implantación de este Real Decreto. "Tenemos una fuerza de representación suficientemente significativa como para opinar", ha alegado Rus al respecto, dejando la puerta abierta a formar parte del diálogo con el Ministerio de Trabajo. 

El Real Decreto sigue su camino. Por el momento, la sanidad privada ya ha aportado sus principales conclusiones, y ha deslizado la posibilidad de formar parte de las negociaciones. No obstante, a esta norma aún le queda recorrido. 
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