Santiago Alonso, residente de primer año de Aparato Digestivo en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón.
En los hospitales de nuestro país se empiezan a abrir paso
los extranjeros que han apostado por España para continuar con su especialización dentro de Medicina. Sobre todo desde que en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades agilizara la
homologación de títulos con la aprobación de un real decreto en noviembre del año pasado, hecho que animó a médicos como
Santiago Alonso (1996, Argentina) a hacer el
MIR y mudarse a España. Aunque podía preparar el examen online, prefirió trasladarse tras acabar la carrera en la Universidad Nacional de Tucumán: “Yo me vine a prepararlo aquí porque
quería vivir un tiempo en España antes de decidir hacer la residencia”, comenta a Redacción Médica.
Cuenta que otros amigos argentinos también se animaron, pero que
la homologación de su título tardó menos de lo esperado, solo 10 meses: “Fue como una mezcla de que salió tan rápido combinado con las condiciones de hacer la residencia en España, que son mejores que en Argentina. Entonces eso también como que impulsó un poco la decisión”, confiesa Alonso, que actualmente es
residente de primer año de Aparato Digestivo en el Hospital Universitario
Fundación Alcorcón.
Las diferencias entre Argentina y España
El médico dice que, aunque lleva apenas cuatro meses, siente que está teniendo una “experiencia fantástica”: “Estoy impresionado
del buen trato que hay y la buena aceptación de mis compañeros residentes, además de los adjuntos. La verdad que todos me tratan súper bien, les interesa saber de dónde vengo”, explica. Haciendo una comparativa entre España y
Argentina, concretamente de la región de Tucumán, dice que
nota diferencias en la infraestructura: “Acá yo siento que hay mayor equipamiento y más recursos”, afirma.
En cuanto a la parte académica, no ha notado una divergencia: “Muchas veces se comparten materiales de estudio, estudiamos a veces de los mismos libros, entonces muchas veces hasta
la terminología es similar”, comenta.
Lo más difícil, coger ritmo
Alonso destaca que lo más complicado de su experiencia estos meses como residente de primer año es “coger ritmo”: “En la residencia se es un poco más autodidacta, porque el trabajo se hace muy práctico, pero luego
el estudio del día a día tiene que ser muy selectivo”. El médico afirma que esta forma de estudiar es muy distinta de la que se hace en la universidad o en la
preparación del MIR.
El entrevistado viene de una ciudad pequeña en comparación con Madrid, donde vive, lo que le ha supuesto un desafío en lo personal a la hora de adaptarse: “Toda la dificultad para conseguir piso, las distancias, las regulaciones… son muy distintas a las que yo venía acostumbrado toda mi vida”, confiesa. Aún así, tiene una visión positiva: “Realmente las cosas buenas que te ofrece la ciudad y la experiencia, por supuesto, hacen que
todo se viva de una manera mucho mejor”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.