El número 1 de la lista por Cáceres de Unidas por Extremadura, José Antonio González, detalla las propuestas sanitarias

José Antonio González, número 1 de la lista por la provincia de Cáceres
José Antonio González, número 1 de la lista por la provincia de Cáceres.


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Quedan menos de tres semanas para que Extremadura vuelva a las urnas en unas elecciones que perfilan a la sanidad como un eje determinante. De hecho, según la última encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), esta es la tercera preocupación de los extremeños que votarán este 21 de diciembre. En este escenario, Redacción Médica ha conversado con José Antonio González, número 1 de la lista por Cáceres de la formación Unidas por Extremadura, que participa en este proceso con Irene de Miguel a la cabeza.

Su experiencia política y conocimiento de la sanidad autonómica, lo llevan a enlistar los problemas que enfrenta la región y las propuestas que plantean para reforzar la Atención Primaria -con un horizonte del 25 por ciento de inversión-, la implementación de un plan integral de listas de espera que se base en el refuerzo de profesionales, y la reorganización del mapa sanitario extremeño, sumado a retos por afrontar como el incremento de la cartera de servicios en el SES.

Además, González no cierra la posibilidad de que -de llegar a la Asamblea- la formación negocie con otras agrupaciones para sacar adelante medidas "centrales en materia de gasto público y sanitario", y califica como una "mala medida" la aprobación del Gobierno de María Guardiola de modificar el decreto que impedía, hasta ahora, la compatibilidad de los jefes de Sección y Servicio del SES entre la sanidad pública y privada. "Va a haber conflicto de intereses", subraya. 

De su conocimiento de la gestión sanitaria en la región, ¿cuáles considera que son los principales problemas en el ámbito sanitario? 

En primer lugar, creo que los principales problemas son dimensionar de manera clara cuál es el gasto sanitario ideal, es decir, creo que tenemos un problema a la hora de definir cuál es el horizonte de gasto sanitario ideal porque seguimos estando por debajo del gasto sanitario que consideramos que es el necesario para abordar todos los retos que tiene el sistema sanitario. Nosotros nos hemos situado siempre en un horizonte del 11 por ciento del PIB extremeño, que eso sería aproximadamente situarnos ya en 2.800 millones para ir subiendo, es decir, a día de hoy estamos -en el último presupuesto- en algo más de 2.200, y llegar a un gasto sanitario por habitante en la sanidad pública en torno a 2.500 euros por habitante.

Además, evidentemente, el gasto sanitario requiere un esfuerzo fiscal por parte de la comunidad autónoma y luego una pelea en el ámbito del sistema de financiación autonómico para que financie el gasto sanitario real, que evidentemente en comunidades como la nuestra, con dispersión geográfica, requiere de un abordaje. Luego, en el ámbito de la gestión, porque al final, con independencia de que el gasto sanitario no es el ideal, sí es cierto que el gasto sanitario por habitante de Extremadura es de los más altos, estamos en el tercero o el cuarto, pero sigue habiendo dos problemas estructurales que creo que tenemos que abordar.

No puede ser que siendo la comunidad autónoma que lidera rankings en materia de gasto sanitario por habitante -mucho tiene que ver la dispersión, evidentemente-, seamos casi siempre los últimos en lista de espera, seguimos teniendo un problema de ineficiencia del sistema cuando damos los peores datos. Con independencia de que en la última cifra parece que mejora, es un espejismo porque se ha hecho básicamente a través de un gasto extraordinario, es decir, probablemente los datos de diciembre nos hagan volver a la realidad de que vamos a estar en torno a 180 días de espera media quirúrgica. Seguimos teniendo un problema en consultas externas, muy superior a la media. Tenemos a mucha gente fuera de los periodos de garantía, tenemos el 30 por ciento prácticamente en espera quirúrgica y en torno al 50 por ciento casi en consultas externas.

No puede ser que con el tercer gasto sanitario seamos casi siempre de los peores en lista de espera. Y tenemos un gasto farmacéutico en recetas que lideramos. Entonces, tenemos esos elementos como problemas que revelan una necesidad de gasto porque el perfil poblacional de comunidades como la extremeña está al reto de una mayor inversión por el envejecimiento y la cronicidad. Luego, la coordinación sociosanitaria y toda la crisis de la Atención Primaria que, además, es generalizada.


"Debemos dimensionar cuál es el gasto sanitario ideal"




Con este diagnóstico, ¿cuál debería ser la primera medida a ejecutar?

A nosotros nos preocupa mucho el deterioro estructural que tiene la Atención Primaria porque es la puerta de entrada al sistema, es decir, en un horizonte de una comunidad esencialmente rural, que un porcentaje significativo de población esté lejos de los centros hospitalarios...O reforzamos la Atención Primaria o va a haber un problema de accesibilidad al sistema sanitario. Creo que el horizonte del 25 por ciento de la inversión -y estamos lejos- es básico. El refuerzo de la Atención Primaria tiene que ser en personal y en un cambio de modelo para incrementar la capacidad de resolución. Primaria no puede ser simplemente una ventanilla para derivar, tiene que tener mayor capacidad de resolución, mayor capacidad diagnóstica y una relación con la Atención Especializada que evite la sobrederivación.

Parece que estamos abordando la lista de espera quirúrgica, pero en la lista de espera de consultas tenemos un problema de accesibilidad al sistema sanitario. Tenemos que dotar a la Atención Primaria de más medios para resolver y de una mayor interconexión entre esta y la Atención Especializada, sobre todo con las distancias que hay en Extremadura y con las dificultades de accesibilidad a la Atención Especializada en una comunidad rural donde hay hospitales que distan. La Atención Especializada dista más de hora y media de algunos puntos de la comunidad autónoma. Nos parece que esto es una cuestión central.

Y la otra cuestión central, evidentemente, es una gestión adecuada de la demanda que permita acabar con esta ineficiencia en la lista de espera. Nosotros entendemos que la lista de espera quirúrgica y la de consultas externas alimentan la privatización sanitaria, alimenta el aseguramiento privado y está generando una serie de problemas que requieren el abordaje desde la sanidad pública. Hay que gestionar la oferta, pero también hay que saber gestionar la demanda. Y pongo un dato, analizando las prioridades quirúrgicas en Extremadura, en la prioridad quirúrgica uno tenemos un tiempo medio de espera de 120 días que es casi el mismo tiempo medio de espera que tiene la prioridad tres. Es que no se está manejando. Y cuando en la prioridad uno hablamos de intervenciones programadas que requieren de una actuación en un periodo no superior a 30 días, vemos que se está manejando mal la demanda. Se están generando ineficiencias que incluso pueden estar costando vida. Hay un problema de manejo de la demanda, que es otro de los elementos que está en la gestión de la lista de espera. Aparte de un sistema de información adecuado y una gestión de la oferta, estamos hablando de que la demanda no se está gestionando. Y además tenemos la sospecha de que eso está alimentando todo lo que tiene que ver con el aumento de la concertación con la privada e incluso el aseguramiento privado que está creciendo mucho en Extremadura.


Propuestas y planteamientos de Unidas por Extremadura


Se le ha cuestionado al gobierno de María Guardiola la gestión sanitaria en diferentes ámbitos, ¿qué propuestas concretas plantean para solucionar estos problemas?

Primero, en Atención Primaria hemos planteado que el horizonte del 25 por ciento se tiene que tener en esta legislatura y ahí hay que quitar el gasto en recetas porque aquí hay veces que se hacen trampas. Como crece el gasto farmacéutico, el gasto en recetas se incorpora. Es decir, el refuerzo del 25 por ciento tiene que ser en recursos humanos y en capacidad en medios diagnósticos de la Atención Primaria. Está claro, el 25 por ciento de la inversión sanitaria tiene que ir a Atención Primaria.

Un plan integral de listas de espera. No existe a día de hoy y lo hemos criticado. El Gobierno nos dijo en septiembre de 2023 que el plan de listas de espera había iniciado su marcha, estamos ya en noviembre del 2025 y no hay un plan publicado. ¿Y por qué? Porque no hay plan y cuando no hay plan, el problema es que no sabemos cuál es la estrategia. A día de hoy, las cifras pírricas se han reducido a base de quemar dinero en horas extraordinarias y en derivaciones a la privada. Creo que eso es un mecanismo que destroza la sostenibilidad del sistema y que tenemos que ir a unos planes de eficiencia quirúrgica. No puede ser, por ejemplo, que se esté operando en algunos quirófanos más por la tarde y más en la privada que por la mañana, porque se está premiando probablemente la picaresca. Entonces, o hay un plan integral en el que se analice la eficiencia quirúrgica en consultas externas, un análisis de demanda real que permita ir evaluando, que se pueda evaluar socialmente porque se ve además los mayores grados de compatibilidad con la privada que están generando muchísima más demanda de listas de espera y mayor tiempo de respuesta. ¿Qué estamos diciendo? Hay veces que la lista de espera puede estar inducida por intereses espurios. O hay un plan integral que lo conozca todo el mundo, que se pueda evaluar y que se base esencialmente en el refuerzo de recursos humanos o, si no, tenemos un gran problema con una lista de espera desbocada en la comunidad autónoma.

Lo mismo planteamos en el gasto farmacéutico y además creemos que tenemos que plantearnos dos cuestiones que están encima de la mesa, que es el mapa sanitario extremeño. Hay dos áreas de salud que están concentrando los problemas porque son las más extensas, el área de salud de Badajoz y el área de salud de Cáceres, y eso requiere, aparte de reorganizar, no puede haber hospitales con personal que esté a más de hora y media de un hospital porque eso está generando probablemente muerte y además tendremos que tener unidades intermedias, centros de alta resolución. Nosotros hemos planteado que, por ejemplo, en dos zonas que están distantes, a más de una hora y media del hospital de referencia, que se pongan en marcha lo que se llaman Centros de Alta Resolución, con urgencia, tanto en la zona de Jerez de los Caballeros como en la zona de Sierra de San Pedro.

Y al mismo tiempo, creo que hay que abordar también de manera paulatina el incremento de la cartera de servicios en dos que son centrales, que son la atención óptica y la atención dental. Evidentemente, no podemos con recursos propios mientras que no se negocie en el Sistema Nacional de Salud, pero sí hay que empezar por los sectores más vulnerables que estamos excluyendo de dos elementos centrales. Y el último elemento que hemos planteado en este refuerzo de la Atención Primaria es que hay que empezar a incorporar dos perfiles profesionales, que son el del psicólogo y el geriatra. Con la cronicidad, el envejecimiento y con los problemas de salud mental que existen, no podemos tener una ratio de cinco psicólogos por 100.000 habitantes como tenemos aquí, cuando estamos con 18 psicólogos a nivel europeo. Y la salud mental nos está interpelando continuamente de que es la hermanita pobre de la sanidad. Si queremos generar accesibilidad en una sanidad rural como la extremeña, debemos incorporarlos a la Atención Primaria.

En la propuesta de psicólogos en Primaria, ¿estarían dispuestos a hacer como otras comunidades de incluir a los que no tienen PIR?

Habría que valorarlo porque el problema que tenemos a día de hoy es que la mitad de los psicólogos clínicos están en la sanidad pública y la otra mitad en la sanidad privada. Habrá que ir analizando este problema de carencia para, inicialmente, si faltan psicólogos clínicos en la Atención Primaria, incorporarlos provisionalmente, como se está haciendo porque está habiendo muchas plazas de difícil cobertura en Medicina Familiar y Comunitaria y lo están abordando muchas comunidades autónomas, en las que si no tenemos suficientes médicos formados, tenemos que importarlos.


"Hay que abordar el incremento de servicios como la atención óptica y dental"




En sus participaciones en la Asamblea ha destacado la mención a la salud mental, especialmente en la población infanto-juvenil. ¿Qué propuestas llevan en este sentido?

La salud mental infanto-juvenil, en general la salud mental, tiene un componente sanitario, pero tiene un componente también social, no podemos desarrollar una red de salud mental que se base única y exclusivamente en los recursos sanitarios, además, con los problemas añadidos mencionados y que todos conocemos, como la dificultad de incorporar a psicólogos clínicos. El suicidio infanto-juvenil es la principal causa de muerte en este sector, lo que nos pone en alerta. Para ello, hay que poner en marcha los tres sistemas que intervienen con infancia y juventud, que son servicios sociales, educación y el sistema sanitario.

En primer lugar, hay que tener en las ocho áreas de salud actuales equipos de salud infanto-juvenil, solo lo tenemos en cuatro, que es ya un problema. En segundo lugar, hay que dotar de muchos más recursos a los otros dos sectores. Nosotros hemos planteado que los programas de atención a infancia y familia que están en todos los ayuntamientos y en las mancomunidades de Extremadura tengan un psicólogo. Actualmente, un porcentaje tiene un psicólogo, y otro, no. En este caso, no hace falta un psicólogo sanitario, sino un psicólogo para labores de prevención, que actúe junto con el educador social en los programas de infancia y familia de todos los ayuntamientos y mancomunidades de Extremadura.

Y en tercer lugar, los equipos de orientación educativa de todos los centros educativos. A día de hoy prácticamente lo tiene la mitad de secundaria, pero en los equipos de primaria no existe ese perfil. Es importante incorporarlo porque la detección temprana y la intervención se puede hacer perfectamente con los equipos de orientación educativa, que son, además, las señales de alerta que nos envían y que nos piden intervenir no solo en los problemas de salud mental patologizados, sino en la prevención y en el bienestar emocional. Y ahí hay todo un trabajo que hacer con esos tres sectores, el sector de servicios sociales, atención a la infancia y a la familia, el sector educativo y el sector sanitario. No podemos utilizar siempre el comodín de que no hay suficientes profesionales. Sabemos que hay suficientes psicólogos, existe un problema de Formación Sanitaria Especializada, no lo negamos, pero hay margen. 


Exclusividad en el SES y fidelización


Hace unos días se aprobó la modificación del decreto que exigía la exclusividad de los jefes de Servicio y de Sección en el SES. ¿Cómo valoran esta medida? ¿Favorecerá a la fidelización de los profesionales?

La ficción de que la sanidad privada y la sanidad pública son complementarias, nosotros no la compramos. Entendemos que, por desgracia, la sanidad privada se alimenta del deterioro de la pública. Son competencia, por llamarlo de alguna manera, y creemos que, con independencia de la compatibilidad que tienen otros profesionales, los jefes de Servicio y de Sección, que son los que gestionan la demanda, no deberían tener compatibilidad con la privada. Nos parece una mala medida cuando ya tenemos un problema de mala gestión de la demanda y absorción por parte de la privada, que evidentemente se alimenta tanto del aseguramiento privado cuando se deteriora la sanidad pública, como de las derivaciones y las concertaciones cuando la lista de espera se desboca.

Va a haber conflicto de intereses. Nosotros creemos que, igual que a ningún directivo de una empresa privada se le permite trabajar para la competencia, no podemos permitir que en la sanidad pública los jefes de Servicio lo hagan. Tendrán que tener un complemento de exclusividad con los reconocimientos que tengan, pero no podemos permitir que quienes gestionan la demanda y que pueden generar sobredemanda y sobregasto sanitario a la privada, tengan conflictos de interés.

Para el periodo 2025-26 se han ofertado en la región más de 300 plazas de Formación Sanitaria Especializada. ¿Se deben hacer cambios para atraer a más residentes a Extremadura? ¿Cuáles deberían ser?

Que hay que ampliar plazas de Formación Sanitaria Especializada es una evidencia. ¿Cómo tenemos que hacer esto? A día de hoy tenemos un cuello de botella que es conseguir formadores y aquí yo tengo la sensación de que hay que tener un debate con las sociedades científicas y con los colegios de médicos para intentar ampliar las plazas de formación sanitaria. Es decir, al Ministerio de Sanidad hay que decirle que hay que ampliar las plazas porque además se nos avecina una situación de envejecimiento poblacional, envejecimiento de plantilla y jubilación, la tormenta perfecta. 

Eso requiere hablar con las sociedades científicas para incrementar esas plazas, porque, evidentemente, hay que hablar con los formadores, y ahí tiene que haber un diálogo. Y hay que financiarlas, lógicamente. Además, hay un debate pendiente de cómo los profesionales tienen que estar adecuadamente financiados para asumir a los MIR, ya que, a día de hoy, muchas veces se asumen profesionales MIR sin tutorización.


"La eliminación de la exclusividad es una mala medida cuando tenemos problemas de gestión de la demanda"




¿Cómo van a abordar la falta de profesionales en la región? ¿Tienen apuestas por mejoras salariales o de carrera profesional en el SES?

Aquí la apuesta principal que tiene que hacer la sanidad pública es por captar recursos humanos. Creo que además hay que llegar a un acuerdo en todas las comunidades autónomas para no entrar a una batalla por competir, que ya existe. Además, no todo tiene que ver con cuestiones salariales, tiene que ver con condiciones de trabajo. Nosotros creemos que hay que plantearse, por ejemplo, en todas las plazas de difícil cobertura, cómo complementar con formación, con capacitación, con puntuación para futuras ofertas de estabilización. Hay que acabar con la temporalidad, es decir, el nivel de temporalidad en el sector es evidente, hay que garantizar estabilidad. Ese es un trabajo que tenemos que tener encima de la mesa y también hay que revisar cómo acabar con determinadas condiciones laborales. Los médicos y médicas y, en general, el resto de profesionales, lo que nos manifiestan muchas veces es que están agotados con guardias de 24 horas, ese tipo de condiciones que entiendo que hay que replantear porque eso acaba repercutiendo en la calidad del Servicio.

Tenemos un reto de captar recursos humanos. Evidentemente, hay que aumentarlo, que se nos vaya un porcentaje importante de profesionales fuera de la sanidad pública, es un reto. Y es un reto que debemos afrontar financiándolo adecuadamente y dando condiciones laborales tanto en estabilidad como en jornadas laborales que no sean extenuantes porque eso, además, cualquier profesional médico nos lo dice. Las jornadas laborales extenuantes están mermando, de alguna manera, las vocaciones médicas.

Estas son propuestas que se están planteando en las negociaciones por el Estatuto Marco...

Además, en el Estatuto Marco se dan unas condiciones de que hay cuestiones que propone el Ministerio de Sanidad en el que yo creo que tiene que ser más generoso, pero también hay un freno por parte de las comunidades autónomas porque dicen 'A lo que tú te comprometas,  nosotros lo pagamos', entonces, si tú te comprometes a acabar con las 24 horas, ¿eso cómo se
paga? Hay una cuestión pendiente que son las mejoras de condiciones laborales que creo que están encima de la mesa. Igual que nosotros no compartimos todo lo que tiene que ver con la compatibilidad público-privada, sí compartimos la reivindicación de los profesionales de que las condiciones de trabajo tienen que permitir vida digna y jornadas laborales que permitan atención. Que, evidentemente, tenemos la tormenta perfecta ahora con la falta de profesionales, pero no podemos estar continuamente con ese bucle de que no podemos dar mejores condiciones laborales porque faltan profesionales. Tenemos que salir.

En el plan de 2023 llevaron la creación de una central de compra única que gestione de manera más eficiente la adquisición de medicamentos. ¿Están dispuestos a volver a trabajar en una propuesta de este tipo? 

Sí, nosotros tenemos un problema -y además nos lo ha dicho el Tribunal de Cuentas en un último informe que ha hecho, analizando en este caso, dos hospitales, en Murcia y en Badajoz- de eficiencia en el gasto. La única manera de que nuestro gasto farmacéutico, más en el de recetas que el hospitalario, se reduzca, es incorporando medidas de racionalización del uso, es decir, que tengamos un porcentaje de genéricos por debajo del 50 por ciento, es un problema; que tengamos un porcentaje tan alto de contratos menores en la contratación farmacéutica es un problema. Todo eso, teniendo en cuenta que la compra farmacéutica fundamentalmente está centrada en grandes compañías, es decir, igual que en otros sectores, el acceso a Pymes y economía social tiene que ser un objetivo en el gasto farmacéutico. La eficiencia en el gasto cuando tenemos un gasto desbocado tiene que ser una cuestión central, entonces, una esencia para la racionalización del gasto y unas herramientas de control de ese gasto y racionalización, son centrales. Nosotros lo vamos a seguir planteando.

De llegar a la Asamblea, ¿estarían dispuestos a negociar con alguna otra agrupación política para presidir la Consejería de Salud y Servicios?

Cuando uno va a las elecciones no va pensando en con quién va a llegar un acuerdo, va pensando en llegar con sus propuestas. Con independencia de eso, en el marco de nuestras propuestas, estamos dispuestos a hablar con cualquiera, cuando pasen las elecciones veremos cuál es el escenario posible. Lo que sí decimos y lo hacemos de manera abierta es que no hemos venido a hacer postureo en las administraciones, venimos a tomar medidas y, en la medida de lo posible, a gobernar. 

Si se dan las condiciones, a partir del 21 de diciembre, para que determinadas medidas que nos parecen centrales en materia de gasto público y sanitario, de Atención Primaria, se puedan llevar a cabo, asumiremos las contradicciones de tener que estar con alguien gobernando. Nosotros, en ese sentido, asumimos ese reto. Evidentemente, vemos dificultades de hacerlo con la actual derecha en el poder, que probablemente se vaya a apoyar en Vox, pero si se dan los números para otras aritméticas, lógicamente, lo hablaremos.
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