Sanidad detalla las razones de su 'no' a estos fármacos adelgazantes tras la reunión de la CIPM

Sanidad hace sus propios apuntes sobre los fármacos adelgazantes. El Ministerio ha emitido la resolución de una de sus últimas cumbres en materia farmacéutica, la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM) celebrada hace apenas una semana
Exterior del Ministerio de Sanidad


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Sanidad hace sus propios apuntes sobre los fármacos adelgazantes. El Ministerio ha emitido la resolución de una de sus últimas cumbres en materia farmacéutica, la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM) celebrada hace apenas una semana. En ella, como ha podido saber Redacción Médica, la cartera liderada por Mónica García ha resuelto las peticiones para varias compañías farmacéuticas. En el caso de Novo Nordisk, 'padre' de la semaglutida, Sanidad ha optado por rechazar sus peticiones a incluir dos de sus fármacos (Ozempic y Rybelsus) en monoterapia en la financiación pública del Sistema Nacional de Salud (SNS). Mounjaro, de Eli Lilly y con tirepatida (un principio activo similar a la semaglutida), ha recibido un 'no' rotundo en la CIPM en su intento de ser incluido en la prestación farmacéutica de la sanidad pública. 


El rechazo a Ozempic y Rybelsus


La Comisión deja clara su posición. Dos de los grandes medicamentos con semaglutida, Ozempic y su 'hermano', Rybelsus, ambos en monoterapia, no van a ser financiados con el dinero público. Al menos, de momento. La razón, según se desprende del informe derivado de la reunión de la CIPM, se debe a "criterios de racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario en el Sistema Nacional de Salud".

Tanro Ozempic como Rybelsus contienen semaglutida. Este principio activo, agonista del receptor GLP-1 (encargadode regular la glucosa en sangre y de reducir el apetito) ha adquirido su propia fama dentro de la industria farmacéutica. Sin ir más lejos, los organismo sanitarios, de la talla de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) han alertado de la aparición de un mercado ilegal de este tipo de fármacos. Un espacio que las distintas autoridades ya tratan de mitigar

Más allá de este asunto, lo cierto es que la semaglutida ha vuelto a hacer su aparición en la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM). Novo Nordisk, 'padre' de Ozempic y Rybelsus, también trató de incluir a otro de sus 'hijos' en la prestación farmacéutica del SNS. Wegovy, indicado para el tratamiento de pacientes con obesidad, recibió el rechazo de Sanidad por cuestiones económicas. Las mismas en las que ahora centra la versión en monoterapia de Rybelsus y Ozempic, cuya indicación se centra en aquellas personas con diabetes tipo 2. 


Mounjaro y su 'no' a la financiación en el SNS


La situación de Mounjaro es distinta a la de Ozempic y Rybelsus. En su caso, y como ha podido saber Redacción Médica, el fármaco de Eli Lilly -destinado al tratamiento de pacientes con tipo 2- ha sido rechazado por el Ministerio de Sanidad. Este medicamento no estará, por el momento, incluido en la prestación farmacéutica de la sanidad pública. 

Su composición dista de la de sus compañeros en la industria farmacéutica. El principio activo de Mounjaro es tirzepatida. En este sentido, y como ya ha recordado este periódico en más de una ocasión, hay una diferencia clave entre la semaglutida y la tirzepatida. Mientras que la primera actúa como agonista del receptor GLP-1, la segunda lo hace tanto para el GLP-1 como para el polipéptido inhibidor gástrico (GIP), una hormona intestinal encargada de regular la glucosa y el metabolismo. En otras palabras, tiene un efecto doble. 

Para Mounjaro, como especifica la resolución de la CIPM, la Comisión ha acordado proponer a la Dirección General [de la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia] la "no inclusión de este medicamento en la prestación farmacéutica del SNS, teniendo en cuenta criterios de racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario" en la sanidad pública. 

Con ello, Sanidad deja sus intenciones claras. Al menos por el momento, Rybelsy y Ozempic no estarán disponibles en su versión en monoterapia; mientras que Mounjaro no dispondrá de la financiación pública en el SNS. 
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