Arturo Humberto Huerta, miembro del Área de Enfermedades Pulmonares Obstructivas Crónicas y EPOC de Separ.
Han pasado siete meses desde que el Ministerio de Sanidad emitiera una serie de recomendaciones para hacer
más sostenible la prescripción de inhaladores, en línea con el objetivo de
neutralidad climática en medicamentos marcado por la Unión Europea. Aunque todavía no se ha llegado a formular una petición en firme, lo cierto es que las
novedades técnicas y regulatorias anunciadas en este tiempo y aquellas que pretenden materializarse de forma inminente "justificarían" una posible revisión del documento, a ojos de la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Arturo Humberto Huerta, miembro del Área de Enfermedades Pulmonares Obstructivas Crónicas y EPOC de esta entidad, se refiere en concreto a los ajustes llevados a cabo en el
marco normativo europeo en lo relativo a los
gases fluorados. La revisión de dicho reglamento y su traslación práctica al Sistema Nacional de Salud "invitan a actualizar criterios y ejemplos en la guía para
asegurar alineamiento regulatorio", puesto que, de momento, no se contempla en el documento actual.
Y es que, no solo habría aumentado la evidencia clínica en estos meses, sino también, "el
juicio clínico de los especialistas a la hora de aplicar las recomendaciones a un escenario de 'vida real'. Por ello, a su juicio, "la renovación de algunas de las directrices propuestas pasaría porque estas no solo plasmen la idea en el documento, sino que tengan aplicabilidad en la
práctica clínica diaria".
Novedades inminentes con nuevos propelentes
Además, tal y como se anunció esta pasada primavera, España tiene visos de convertirse en
uno de los primeros países en incorporar nuevos propelentes de bajo Potencial de Calentamiento Global (PCG) en
inhaladores presurizados, lo cual, cambiaría el balance ambiental entre dispositivos y por tanto, podría "requerir matizar las recomendaciones ya publicadas", detalla este neumólogo.
De acuerdo con las directrices del departamento liderado por Mónica García, se priorizarían los
inhaladores en polvo seco o niebla fina al ser bajos en carbono, siempre que fuera posible, es decir, una vez se estudiara el caso del paciente en sí, puesto que la "
evidencia clínica está por encima de los criterios ambientales", y siempre priorizando "la decisión individualizada y consensuada". De hecho, el documento habla específicamente de aquellos pacientes clínicamente controlados, a los que no se sometería a
ningún cambio en la terapia "por motivos exclusivamente ambientales".
Salvaguardas clínicas que Huerta cree que habría que "clarificar y reforzar aún más". La revisión del marco sería, por tanto, una oportunidad idónea para hacerlo, a través del
desarrollo de algoritmos o la pauta de un seguimiento a cada paciente una vez realizado el cambio de fármaco. Este experto también sugiere identificar y señalar casos especiales dentro del texto, por ejemplo, aquellos con bajo flujo inspiratorio.
Educación terapéutica
Huerta también sugiere incluir otros aspectos a su parecer importantes como la educación terapéutica, la técnica inhalatoria y hasta el reciclaje como “palancas” de sostenibilidad. En cuanto a la parte logística, este experto es partidario de añadir resúmenes y guías prácticas derivadas del documento, armonizar mensajes y añadir ejemplos operativos -flujogramas, tablas de capacidad inspiratoria, etc.- que, en su opinión, ayudarían a su implementación.
Pese a que no es habitual renovar un docmento de este tipo, hay que tener en cuenta que "versa sobre temas novedosos como la descarbonización de los inhaladores". Una cuestión, dice, que "cada vez preocupa más a médicos y pacientes en su conjunto". Aún así,
no cree que "haga falta un cambio profundo del documento, pero sí una adaptación" a las nuevas realidades.
Cambio habitual de inhaladores
Aunque el número de prescripciones de
inhaladores presurizados se ha mantenido más o menos invariable en este tiempo, el neumólogo asegura que "poco a poco va calando el mensaje de que se puede hacer un 'extra' para
individualizar y personalizar más el tratamiento para los pacientes", haciendo que, al mismo tiempo sea "ecológicamente sostenible". "En nuestro sistema de salud, todos los días y por muchos especialistas se cambian de manera habitual los inhaladores".
"España tiene una condición especial: su
población cada más envejecida. La terapia con inhaladores presurizados no creo que se retire a corto plazo, pero sí se debe incentivar a las compañías farmacéuticas para que los propelentes sean cada vez mejores", sostiene. Pone como caso de éxito el tratamiento de la
Enfermedad Obstructiva Crónica (
EPOC), que habría pasado de ser "estático" a dinámico con las nuevas recomendaciones, una vez avaladas las revisiones y el cambio terapéutico en la guía nacional de esta patología.
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