La profesión debe ser capaz de reconocer patrones y toxicidades en drogas sintéticas con efectos impredecibles

Iván Fernández, Sara Carrasco y Mariño Fernández.


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Los médicos internistas ponen a prueba su conocimiento sobre las drogas sintéticas y los pacientes que acuden al hospital con un cuadro diagnóstico relacionado. Sara Carrasco, internista del Hospital General Universitario de Valencia, y Mariño Fernández, residente de Medicina Interna en el Hospital Universitario de Santiago de Compostela, han abordado las novedades de las drogas sintéticas y los principales síndromes derivados de su consumo. Ambos han animado a los internistas a actualizar sus conocimientos en esta materia, si bien no es una de las situaciones que más llega a las consultas.

Tanto Carrasco como Fernández, en una mesa enmarcada en el 46º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y moderada por Iván Fernández, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, han expuesto casos reales de pacientes y posibles diagnósticos o tratamientos a realizar. Los asistentes se han examinado en directo a través de la aplicación del Congreso y con resultados positivos.

La internista del Hospital General Universitario de Valencia ha introducido que las drogas sintéticas no son sinónimo de las nuevas sustancias psicoactivas, mientras que las sustancias psicoactivas, sucesoras legales de drogas ya controladas, equivalen a las sustancias emergentes. Esto conlleva algunos problemas como que "no son inicialmente legales, tienen una rápida modificación e introducción de nuevas moléculas, con una síntesis fácil, provoca consumos no seguros, tanto en condiciones higiénicas y por el escaso conocimiento, y es fácil acceder a la compra-venta", ha explicado.

Sara Carrasco, internista en el Hospital General Universitario de Valencia.


Consumo creciente, aunque sin alarmismo


Los datos muestran que el consumo de las drogas sintéticas aumenta en Europa y se mantiene o incluso desciende un poco entre los adolescentes en España. Sin embargo, aún están lejos de las sustancias que más ven en su día a día los internistas, que son alcohol o cannabis.

Carrasco ha dado algunos trucos para intervenir sobre el consumo y dependencia del paciente a estas sustancias, como tener una conversación franca, abierta y extensa en un ambiente adecuado, conocer el patrón de consumo y la existencia de policonsumo, conocer el potencial de dependencia de cada una y establecer un plan de abstinencia o reducción de daños, si es necesario, o derivar a la persona a dispositivos específicos.

Como ideas principales, la internista ha recalcado que el "consumo es creciente y hay que vigilar a los jóvenes, que son los más vulnerables, ante un mercado cambiante y extenso". Además, Carrasco ha lamentado que se llega tarde a la "identificación, manejo y conocimiento de sustancias".

Mariño Fernández, residente de Medicina Interna en el Hospital Universitario de Santiago de Compostela.


Por su parte, Fernández ha incidido en los efectos patológicos que están relacionados más con la Medicina de las drogas sintéticas, que "son drogas en general poco consumidas y que no se presentan mucho en los hospitales". En ese sentido, el residente del Hospital Universitario de Santiago de Compostela ha hecho hincapié en que la ponencia debe servir para conocer estas sustancias, aún con un uso marginal, y que por el momento no supone "un clima de alarma".

"El aprendizaje que se tiene que llevar a casa el internista es saber reconocer toxicidades de las drogas sintéticas, sus patrones y contextos, la heterogeneidad de sustancias y la distinta gravedad y alcance orgánico", ha reseñado.
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