César Minué y Eva Milla explican cómo acompañar a los pacientes que deciden dejar de fumar

César Minué y Eva Milla explican cómo acompañar a los pacientes en el proceso de dejar de fumar
César Minué, SoMaMFyC y Eva Milla, psicóloga especializada en terapia para dejar de fumar.


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El Ministerio de Sanidad arrancó el curso político con la aprobación del Anteproyecto de Ley del Tabaco. La nueva norma amplía las restricciones al consumo de cigarrillos en menores, aumenta los espacios donde está prohibido fumar y extiende las obligaciones del tabaco convencional a productos relacionados, como los cigarrillos electrónicos o las bolsas de nicotina para uso oral. Con todo, el objetivo es claro: construir una sociedad libre de humo, tanto para no fumadores como para fumadores. En este sentido, Mónica García afirmó en rueda de prensa que el Ministerio pondría el Servicio Nacional de Salud (SNS) a disposición de los pacientes que quieran abandonar el tabaquismo, que encontrarán ayuda en su médico de Atención Primaria. César Minué, médico de Atención Primaria y miembro del grupo de trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC), explica a Redacción Médica cómo debe prestarse esta ayuda.


Cómo ayudar a los pacientes a dejar de fumar


La consulta de Atención Primaria es, en muchas ocasiones, el lugar en el que los pacientes dan el primer paso para dejar de fumar, ya sea por decisión propia o por consejo médico. En este último caso, es muy importante cuidar el primer contacto. En palabras de Minué, “lo primero es identificar que la persona fuma”. En caso afirmativo, lo siguiente es aconsejarle que lo deje. “Probablemente sea lo mejor que puede hacer por su salud, con diferencia: el tabaco es la primera causa de mortalidad evitable”, recuerda. Después, se suele preguntar si está dispuesto a hacer un intento de dejar de fumar. Si no lo está, se le aconseja igualmente. Y si lo está, se le ofrece la ayuda que se da a los pacientes que acuden a consulta con la intención de dejar el tabaco: orientación, pautas y tratamientos disponibles.

Minué asegura que es posible dejar de fumar sin recurrir a fármacos, aunque los medicamentos aumentan las posibilidades de éxito. “Lo que la evidencia más respalda es combinar un tratamiento de orientación cognitivo-conductual con tratamiento farmacológico”, afirma. En este sentido, entre los tratamientos de primera línea existen varias opciones. Por un lado, el bupropión, un antidepresivo que también ha demostrado ser eficaz para dejar el tabaco. Otra alternativa es la vareniclina, un fármaco con amplia evidencia científica que puede duplicar o incluso triplicar las probabilidades de abandonar el hábito.

También destaca la citisiniclina que, a pesar de ser relativamente nueva en España, lleva utilizándose desde hace décadas en países del este de Europa, y cada vez son más los estudios que respaldan su efectividad. A estas opciones se suma el tratamiento sustitutivo con nicotina, que puede administrarse en forma de parches, chicles, comprimidos o sprays bucales. Lo más habitual es combinar un parche, que proporciona una liberación sostenida de nicotina, con otro formato de liberación puntual, como los chicles o los comprimidos para chupar.

En lo que respecta a la segunda parte del tratamiento, la psicóloga especializada en terapia para dejar de fumar, Eva Milla matiza a este peródico que la mejor opción en este sentio es la terapia cognitiva-conductual combinada con entrevista motivacional. Se leerá a los pacientes la información necesaria y se les ofrecerá entre 6 y 12 sesiones de guía y acompañamiento para fortalecer su autonomía, siempre dependiendo de las necesidades de cada persona. Además, se prevé que pasen por diferentes fases en este proceso. Son las de "precontemplacion, contemplación, preparación, acción y mantenimiento, que suele ser la que mas les cuesta", enumera. 


El papel de la Enfermería y errores habituales


Además, el especialista destaca que los pacientes pueden encontrar un apoyo fundamental para este proceso en la Enfermería. “La ventaja de la primaria, tanto de Medicina como de Enfermería, es que conocemos al paciente, sus enfermedades, sus circunstancias y su entorno familiar y social. Ese conocimiento permite ofrecer un apoyo muy valioso. Cualquiera puede ayudar a dejar de fumar, siempre que esté en el momento oportuno y cuente con herramientas y habilidades para acompañar”, afirma.

Asimismo, subraya que es muy importante saber cómo acompañar al paciente. Para ello, es fundamental evitar ciertos errores. Así, asociar el tabaquismo a un simple vicio es uno de los más frecuentes. “Es una dependencia. No se puede restar importancia al hecho de fumar ni minimizar las dificultades que puede tener una persona para dejarlo; son actitudes que no ayudan”, explica. "Fumar engancha no sólo físicamente. También mentalmente. Afecta a rutinas y hábitos diarios y creencias erróneas, lo cual lo hace un proceso complejo", añade Milla. En este sentido, insiste en que no se debe infravalorar el riesgo cuando no hay enfermedades visibles asociadas al consumo de tabaco. “Lo importante es acompañar al paciente, entender por qué fuma, por qué quiere dejarlo y apoyarle en todo el proceso”, concluye.
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