El texto de la nueva norma deja fuera al empaquetado genérico, que se debatirá en el Congreso

Mónica García en el Consejo de Ministros.
La ministra Mónica García en el Consejo de Ministros.


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El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Anteproyecto de Ley del tabaco, que actualiza las medidas sanitarias frente al tabaquismo y adapta la normativa a los nuevos patrones de consumo. Esta reforma, que se enmarca en el desarrollo del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, ofrece mayor claridad jurídica frente a productos relacionados con el tabaco, como cigarrillos electrónicos o bolsas de nicotina para uso oral; entre otros. Todos ellos quedarán sometidos a las mismas obligaciones que el tabaco convencional. Además, se amplían las restricciones: habrá prohibición expresa del consumo de tabaco en menores, se  prohíbe la venta y el suministro de cigarrillos electrónicos de un solo uso y se aumentan los espacios donde está prohibido fumar, destacando la prohibióon en terrazas. Asimismo, se pone coto a la promoción, publicidad y patrocinio del tabaco. "La salud la vamos a poner por delante de los intereses comerciales. Queremos que la salud sea un derecho para todos y para todas", ha defendido Mónica García en rueda de prensa. Sobre esto, la ministra ha insistido en que quienes deseen dejar de fumar contarán con la ayuda del Sistema Nacional de Salud (SNS). En este caso, podrán acudir a su médico de Atención Primaria.


La Atención Primaria, esencial en la lucha contra el tabaco


García ha defendido que la nueva norma está pensada “para los no fumadores, pero también para los que, siendo fumadores, quieren dejar de fumar”. 140 personas pierden la vida cada día en España por causas relacionadas con el tabaco, lo que se traduce en 150.000 personas al año. Ante esto, se van a llevar a cabo distintas campañas de prevención, educación y programas de cese. “Desde Atención Primaria se va a impulsar que la gente que quiera dejar de fumar pueda hacerlo”, ha afirmado.

El nuevo texto incorpora medidas destinadas a fortalecer la prevención, proteger a los colectivos más vulnerables, especialmente la población joven, y ofrecer mayor claridad jurídica frente al aumento de nuevos productos relacionados con el tabaco que, hasta la fecha, carecían de una regulación específica y adaptada a su naturaleza. En consecuencia, desde este momento, los cigarrillos electrónicos, con o sin nicotina; las bolsitas de nicotina para uso oral, los productos a base de hierbas utilizados para fumar, vaporizar o inhalar, y los dispositivos para el consumo de productos calentados pasarán a estar sometidos a las mismas restricciones que el tabaco convencional, respondiendo a unos efectos similares de los mismos sobre la salud de las personas.

Por otra parte, la norma amplía las restricciones ya existentes. Frente a la limitación de venta y entrega, la nueva norma también prohíbe expresamente el consumo de tabaco y productos relacionados por parte de menores de edad. Además, se amplía el número de espacios sin humo, destacando las terrazas, los exteriores de centros sanitarios y educativos, los parques infantiles o los vehículos de transporte con conductor, entre otros. De igual forma, se prohíbe la venta y el suministro de cigarrillos electrónicos de un solo uso, tanto por su impacto ambiental como por su accesibilidad para la población joven. Se establece un periodo transitorio de 12 meses para permitir a los fabricantes adaptar sus productos al nuevo marco legal y para permitir el agotamiento de existencias de cigarrillos electrónicos de un solo uso.


Cambios en la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco


El Anteproyecto de Ley también pone coto a la promoción, publicidad y patrocinio del tabaco. Así, se prohíbe toda forma de publicidad, directa o indirecta, incluyendo cualquier tipo de comunicación comercial o promoción de productos del tabaco y productos relacionados, ya sea a través de medios impresos, audiovisuales, digitales, redes sociales, o mediante distribución de muestras o descuentos. En consecuencia, no podrán mostrarse a personas fumando. Quienes infrinjan las normas podrán enfrentarse a multas de hasta 600.000 euros.

Por último, como parte de ello, se restablece el Observatorio para la Prevención del Tabaquismo, que se encargará de la elaboración de informes, así como de fijar objetivos y metas claros en la lucha contra el tabaquismo en España. En este contexto, queda pendiente la cuestión del empaquetado genérico, que no ha podido ser incluida en el texto por falta de acuerdo. No obstante, el Ministerio de Sanidad no descarta que pueda incluirse más adelante, durante la tramitación parlamentaria.
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