Tras la amenaza de Trump de gravámenes del 250%, recuerdan que la prioridad es que Europa invierta en investigación

Los aranceles y el desafío para las farmacéuticas españolas exportadoras
Ursula Von der Leyen y Donald Trump.


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Estados Unidos representa una oportunidad estratégica clave para muchas empresas farmacéuticas españolas. Sin embargo, la amenaza de aranceles adicionales impulsados por las políticas comerciales de la administración estadounidense ha generado una creciente incertidumbre sobre cómo afectarán estas medidas a las empresas farmacéuticas que exportan sus medicamentos a este país.

Una amenaza que, lejos de apaciaguarse, se ha agravado en las últimas horas. Y es que, el presidente de EEUU, Donald Trump ha avisado de que los aranceles para las importaciones farmacéuticas podrían alcanzar el 250 por ciento después de anunciar ayer que impondrá un gravamen del 35 por ciento a las importaciones europeas si la UE no realiza inversiones de 600.000 millones de euros en EEUU.

El aumento de los aranceles podría incrementar el coste de sus productos, lo que a su vez podría subir el precio final de los medicamentos en EEUU y afectar tanto a los márgenes de beneficio de las empresas como a la disponibilidad y accesibilidad de los tratamientos para los pacientes.

Desde la CE han informado de que tomarán las medidas necesarias para suspender durante seis meses las contramedidas de la UE contra los EEUU que debían entrar en vigor a lo largo de esta semana.

El impacto sobre las exportaciones a EEUU


Está claro que los aranceles pueden elevar los costes de importación de medicamentos, afectando los márgenes de beneficio de las empresas y la competitividad en el mercado estadounidense. Sin embargo, la situación no es igual para todas las compañías. Fuentes de empresas españolas que exportan a EEUU, afirman que "su principal enfoque está en Europa pero el mercado estadounidense representa una oportunidad con potencial para añadir valor y ofrecer oportunidades estratégicas en el futuro".

"En estos momentos, Estados Unidos representa aproximadamente el 5 por ciento de nuestras ventas, y el entorno actual del mercado no tiene un impacto significativo en nuestras operaciones", señalan a Redacción Médica desde una de las empresas del sector. Esto refleja que muchas compañías, al tener una menor exposición al mercado estadounidense, consideran los aranceles como una preocupación secundaria, sin que afecten su operativa en el corto plazo.

En este sentido, desde el Ministerio de Sanidad señalan que las noticias aún son muy contradictorias, por lo que no se pueden hacer valoraciones "muy profundas". Al mismo tiempo, consideran que no hay "motivos para que estos productos se encarezcan en Europa".

Algo que contradice la opinión del sector privado, que advierte de que en aquellas empresas con una mayor presencia en el mercado de EEUU, los aranceles pueden convertirse en un desafío más grave ya que pueden aumentar los precios de los productos y, en consecuencia, reducir la competitividad frente a otras farmacéuticas, tanto estadounidenses como europeas.

El efecto sobre la investigación y el desarrollo


Una de las principales fortalezas de las empresas farmacéuticas españolas ha sido su capacidad de innovar. Con fuertes inversiones en investigación y desarrollo (I+D), estas compañías han logrado posicionarse como líderes en áreas terapéuticas como los tratamientos biológicos. Sin embargo, los aranceles podrían tener un efecto negativo indirecto en la capacidad de estas empresas para seguir invirtiendo en I+D.

Según señalan las empresas exportadoras, "Europa debe comprometerse a invertir de forma continua en investigación, desarrollo y producción de medicamentos; de lo contrario, corre el riesgo de sufrir un impacto negativo considerable en su sistema de salud y en su prosperidad económica".

Subrayan así la importancia de la I+D para mantener la competitividad a largo plazo, un área que podría verse afectada si los aranceles provocan un aumento de los costes de exportación y limitan los márgenes de beneficio. La incertidumbre en torno a los aranceles también puede llevar a muchas empresas a reconsiderar sus estrategias de expansión internacional, incluidas sus inversiones en nuevos tratamientos.

A pesar de estos desafíos, las empresas farmacéuticas españolas han demostrado una notable capacidad para adaptarse, buscando nuevos mercados o ampliando su presencia en Europa. Y es que, tal y como indican estas fuentes, el sector sigue "plenamente comprometido con garantizar que los pacientes tengan acceso a los medicamentos y tratamientos que necesiten".
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