Rafael Matesanz da nuevas pistas sobre su futuro. En una entrevista publicada en El Español asegura que “una vez que el nuevo director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) sea nombrado [algo que espera que suceda para finales de abril] estaré a su disposición y, si quiere que le asesore, le asesoraré”. Sin embargo, advierte que “pero no voy a ser un jarrón chino, como decía Felipe González. No voy a hacer nada, voy a disfrutar de mi familia, a leer mucho, a pasear, oír música... todo lo que no he podido hacer estos años. Colaboraré con quien me lo pida, pero no de una forma estable”.

En la misma línea, argumenta que “anuncié que me jubilaba en abril de 2016 y lo hice con toda la ingenuidad del mundo, porque pensaba que íbamos a tener un Gobierno antes del verano. Pero lo que no podía hacer de ninguna manera era dejar empantanada a la ONT o no poder hacer un nombramiento en condiciones; me parecía lógico esperar a un Gobierno estable y que se pudieran dejar las cosas atadas”. De ahí que, “ahora que ya lo tenemos, se lo he referido a la actual ministra, que lo ha entendido muy bien, he pasado perfiles y ella tendrá que tomar la decisión y espero que sea pública relativamente pronto”.

En la entrevista también valora la posibilidad de pasar por la política. “recuerdo una conversación con la última ministra de Sanidad antes de que ganara José María Aznar, María Ángeles Amador. Estábamos hablando sobre si era bueno o no dedicarse a la política y yo le dije que yo no quería. Y ella me contestó: "Pero, ¿tú crees que lo que has hecho no es hacer política?". Al final hacer política es hacer que las cosas funcionen, que era lo que se esperaba de nosotros, pero ya jugar a otras cosas".

Incluso se ha atrevido a hacer un balance los mejores y peores ministros del sector. Para Matesanz “las mejores, Trinidad Jiménez y Ana Pastor. Son perfiles distintos, más técnica la última, pero las dos igual de resolutivas y con capacidad de conectar. Los peores, Celia Villalobos y Bernat Soria”.


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