Nada más conocerse el nombramiento de Carmen Montón como nueva Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se escribieron muchos artículos con peticiones a la nueva Ministra y muchas cartas como si de una Reina Maga se tratase. Está claro que cada colectivo y cada lobby tiene que defender sus intereses y entre las peticiones más frecuentes están: mejores sueldos a los profesionales, menos horas de trabajo anuales en el SNS, más derechos laborales, etc.

Pero permítanme que en mi condición de salubrista y de miembro de una Fundación, Economía y Salud, que busca la ganar el máximo de salud y calidad de vida en la población con el dinero que estamos dispuestos y podemos invertir en ello como país, haga otras peticiones más altruistas, centradas en que consigamos más salud y calidad de vida para las personas, en una sociedad más feliz y saludable.

Y para ello tengo que decir en primer lugar que para alcanzar estos objetivos es un inmenso y frecuente error pedirlo sólo a la Ministra de Sanidad, puesto que la salud colectiva, e incluso individual, va a depender en un porcentaje discreto de ese Ministerio.

Hay que recordar que la salud es transversal y por lo tanto empezaría pidiendo a las Ministras de Economía, Hacienda, Trabajo y Política Territorial, acierto para mejorar la situación económica y laboral de las personal que es uno de los aspectos que más influyen en su salud y calidad de vida. Esto lo sabe bien María Jesús Montero, me consta. Además de estos Ministerios va a depender la financiación autonómica, fundamental para sufragar el Sistema Nacional de Salud que se sustenta a través de los presupuestos que las comunidades autónomas destinan a sus Servicio de Salud, y que necesita desde hace mucho tiempo una revisión, pues hay diferencias muy evidentes entre la capacidad de financiación de la sanidad de unas comunidades a otras.

Otro Ministerio fundamental para la salud es el Ciencia e Innovación por razones obvias, así que Pedro Duque tendrá que ayudar a impulsar la investigación básica y aplicada en salud en España. Teresa Ribera en el Ministerio de Transición Ecológica debe ayudar a mejorar el medio ambiente, que influirá positivamente en nuestra salud si consigue reducir la huella de carbono. 

"Pedro Duque tendrá que impulsar la investigación básica y aplicada en salud en España"



A Ábalos, Ministerio de Fomento le pediría seguir mejorando la seguridad vial que tan importante es para salvar vidas y evitar incapacidades y lesiones, y que de una vez por todas tomara medidas globales, y no puntuales como ahora, contra los guardarrailes, que se sabe desde hace muchos años que matan y amputan miembros a los motoristas.

La Vicepresidenta Carmen Calvo y Ministra de Igualdad también influirá en la mejorar la salud si se consigue disminuir la violencia de género, y garantizar la igualdad laboral y retributiva de las mujeres. El Ministro de Cultura y Deporte debería saber que la cultura también influye mucho en la salud y el bienestar; pocas cosas mejoran la salud mental y emocional como la contemplación de una obra de arte, y la cultura en forma de historias escritas o audiovisuales (libros o películas) también pueden ayudar a la evasión, la reflexión, la introspección, y una serie de efectos en nuestra psique que pueden ser muy positivos. Y por supuesto el desarrollo y  fomento del deporte ayuda a mejorar los hábitos de las personas y a mejorar sus valores en muchos casos, aunque en otros la rivalidad nacionalista o regionalista en el deporte saco lo peor de la gente.

Por supuesto es fundamental el Ministerio de Educación y a Isabel Celaá le pediría impulsar la educación para la salud en las escuelas en los programas docentes, actualmente muy poco desarrollada, y que sería básica para el empoderamiento de los ciudadanos en su salud. La educación hace que tengamos mejores hábitos, estemos mejor informados, conozcamos mejor nuestros derechos y usemos mejor los recursos personales y comunitarios disponibles para mejorar la salud.

El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, también tendrá un papel fundamental en la seguridad alimentaria y el fomento de producción ecológica, y normas que fomenten que la alimentación saludable y variada pueda ser más asequible y accesible a los ciudadanos, mejorando y manteniendo la salud.

Podría decir que también Justicia, e Interior también tienen responsabilidades en la mejora de la salud, por ejemplo leyes justas y aplicación de la ley correcta pueden evitar suicidios, desahucios u otros problemas que afectan gravemente a la salud de quien los sufre. La salud de la población reclusa es responsabilidad de Interior y es importante garantizarla en los aspectos físicos, mentales y psicosociales, y la rehabilitación social produce directamente una sociedad más saludable, sin embargo si nuestras cárceles producen personas más violentas, hostiles y amargadas atentaran contra su salud y la de los demás.

No me olvido del Comercio y el Turismo que por supuesto pueden generar riqueza y por ende salud, así como la Cooperación internacional de la que se encargará Borrell, ya que la mejora la salud global y ayudar a los países más desfavorecidos a mejorar su nivel de vida y salud genera efectos globales que la final repercuten también en nosotros, los países más desarrollados, con menos conflictos, más paz global, más posibilidades de cooperación económica y menos riesgos de epidemias y pandemias.

Y dejo a Carmen Montón nuestra flamante Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para el final, teniendo en cuenta que los dos apellidos después de sanidad son igual de importantes e íntimamente ligados a la salud. En Consumo es básico fomentar la alimentación más saludable, bajando del consumo de azúcar, grasas trans, y sal, entre lo más evidente, e impulsando y facilitando el consumo de frutas y verduras, y liderando la lucha contra los hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol. Le pediría proponga grabar con un impuesto el azúcar añadido a los alimentos de manera proporcional a la cantidad de azucara añadida. Medida que ha demostrado eficaz para reducir la cantidad de azúcar que ingerimos (excesiva claramente en nuestra sociedad) y que puede suponer muchos años de vida ganados con salud dentro de unos años.

También la Ministra lo es de Bienestar Social, lo que es fundamental para la cohesión social, la solidaridad, y la calidad de vida, y le pediría de una vez impulsar el sector sociosanitario, facilitando la unión o al menos íntima coordinación de estos dos mundos (social y sanitario) que cada vez están más interrelacionados.

Me gustaría en definitiva que la nueva ministra fomente la trasformación de nuestro modelo de salud para hacerlo más promotivo de la salud y educativo, más integrador y sociosanitario, ayudando a darle el giro que necesita hacía un mayor uso de las nuevas tecnologías, la telemedicina, el empoderamiento de los pacientes, la atención a domicilio, los nuevos roles profesionales, la humanización y los valores de solidaridad e universalidad como pilares de nuestro sistema, sin olvidar la eficiencia, y el transformar el dinero invertido en valor de salud y calidad de vida para las personas. Y para ello el Ministerio tiene que impulsar dicha trasformación que luego harán efectiva los servicios de salud de las comunidades autónomas, ya que la mayoría de las competencias están trasferidas.

Aun así el papel del liderazgo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar debe ser clave en estos asuntos, con un Consejo Interterritorial potente y resolutivo que evite la descoordinación y dispersión de esfuerzos, y con voz fuerte y autorizada en el Consejo de Ministros para que la salud esté en la agenda y el punto de mira de las demás políticas de los Ministerios que influyen en la misma. En todo esto le deseo mucho acierto y éxito.