Ione Belarra, Irene Montero, Mari Carmen López, Txema Huarte, Neniques Roldán, Miguel Ángel Llamas y Maria Pozuelo.
Podemos vuelve a sus orígenes para reconstruir su fuerza en las comunidades autónomas. Una década después de su sorpresiva aparición en el ecosistema político, la formación morada se encuentra inmersa en un
amplio proceso de primarias del que emergerá su nuevo proyecto. Es un paso imprescindible para redefinir hacia dónde quiere guiar su estrategia sanitaria. El partido que fundó
Pablo Iglesias busca ahora nuevos rostros después de una travesía por el desierto marcada por su pérdida de influencia en los gobiernos y su
consumada ruptura con Sumar. De los cinco grandes líderes que dieron voz a esta fuerza emergente ya no queda nadie. Pero ahora serán otros los que tomen su relevo en la búsqueda de una remontada que dará sus primeros pasos a nivel regional.
Abandonada ya la idea fallida de una gran confluencia a la izquierda del Partido Socialista, en Podemos se ha activado un proceso para elegir a
los nuevos representantes que deberán liderar al partido en solitario en las comunidades autónomas. Las bases de la militancia en
Cataluña, Navarra y
Castilla y León afrontan una semana decisiva con la celebración de las denominadas ‘Asambleas Ciudadanas Autonómicas’ que este sábado proclamarán los ganadores. Los resultados se anunciarán tras una tímida
campaña electoral alejada de los grandes focos mediáticos, pero en el que la salud cobra un papel decisivo.
Los renovados líderes formarán parte del Podemos 2.0 que ahora capitanean
Ione Belarra e
Irene Montero y que ha abandonado su postura más conciliadora para pasar a la acción desde la oposición. Este cambio de cromos despide a una primera generación de líderes morados que movilizaron a los votantes de la izquierda comprometidos con la sanidad. Entre esos primeros nombres se encontraba
Mónica García, por aquel entonces adherida al bloque de Íñigo Errejón que pugnaba por el poder del partido, pero que terminaría marchándose para liderar el proyecto de Más Madrid. También destacaba entre la vieja guardia
Amparo Botejarra, principal impulsora de la sanidad morada y afín a Pablo Iglesias. La enfermera
Paula Quinteiro, el neurólogo
Daniel Geffer o la exsenadora
María Concepción Palencia fueron otros de los rostros visibles que ya han dejado la política parlamentaria. La psiquiatra
Ana Castaño ha virado su camino hacia la política local bajo las siglas de Izquierda Unida. Mientras que otros dos grandes referentes de la primera hornada como el anestesista
Luis Montes o el nefrólogo
José García Buitrón ya han fallecido. Ahora es el turno de Podemos para comenzar a dar relevo con nuevos líderes.
La Cataluña del divorcio con los ‘comunes’
Cataluña es en uno de los territorios donde más tiene que ganar y que perder Podemos. Representa uno de sus mayores caladeros históricos de votos. Sin el amplio respaldo obtenido en la comunidad no se entendería el
rápido despegue de los morados al calor de las movilizaciones ciudadanas del 15M. Sin embargo, también es una de las comunidades donde se ha escenificado el auge y caída del partido.
Su divorcio con los ‘comunes’, que se han quedado bajo el abrigo del Sumar de
Yolanda Díaz, llevó a Podemos a renunciar a presentarse a las elecciones catalanas en 2024 y, por ende, a perder toda representatividad en el Parlament. Mientras, sus antiguos socios han logrado capear el temporal. Aunque han desinflado su bancada política, se han convertido en una
llave de gobierno imprescindible para el socialista Salvador Illa.
La carrera de las primarias catalanas enfrentará a dos rostros de la sociedad civil que se autodefinen como activistas por los derechos humanos.
María Pozuelo, la que fuera secretaria de Organización del partido, se verá las caras en un duelo particular con
Mari Carmen López, exconcejal y uno de los nombres reconocibles del espacio político en Cornellá. Ambas encarnan la necesidad de tener una voz propia en la política autonómica que se desmarque de las grandes confluencias pero que
recupere el sentir de la militancia en la toma de decisiones.
En su segundo intento por conquistar unas primarias Pozuelo llega con una candidatura bautizada como
‘A Catalunya Podem’, con una ambiciosa hoja de ruta de más de un centenar páginas en las que redefine los objetivos estratégicos del partido en la región. La apuesta pasa por un modelo en el que se camine hacia una
sanidad pública “universal y de calidad” hasta alcanzar un estado del bienestar más “sólido”, un mantra ya conocido en el grupo morado. Su diagnóstico ha incidido además en poner
límites a los conciertos con la sanidad privada, aumentar l
a inversión en Atención Primaria hasta que represente el 25 por ciento del presupuesto, el fomento de la
investigación médica de carácter público o la garantía de las infraestructuras sociosanitarias.
Su principal rival también ha presentado su propio manifiesto político bajo el lema de
‘Decididamente Podemos’. En términos puramente ideológicos, ambas propuestas transitan por caminos paralelos en materia de sanidad. López también ha destacado su afán por conquistar
un modelo sanitario 100 por cien público, en el que haya más mecanismos de “control e inspección” sobre la inversión que se dedica a los conciertos. El blindaje de la sanidad en el E
statuto de Autonomía de Cataluña, la inversión del 25 por ciento en Atención Primaria, la mejora en las condiciones laborales de los profesionales o la reforma del
sistema de atención a domicilio son solo otras de sus grandes señas de identidad.
A tenor del programa de ambas candidaturas, el futuro de su modelo sanitario puede acabar estando más marcado por su estrategia alianzas que por las políticas en sí. Queda por ver si alguna de las dos candidatas tendrá capacidad para sumar fuerzas con otros actores en un
escenario político muy fragmentado con hasta cuatro partidos asentados en el ala progresista (PSC, ERC, Comuns y la CUP) pero en el que el
factor independentista sigue siendo determinante de cara a fraguar buena parte de los acuerdos.
Navarra, el último bastión institucional de Podemos
El escenario es muy diferente en
Navarra, el último bastión en el que Podemos todavía tiene una representación institucional en el Gobierno. La formación morada integra la coalición
Contigo Zurekin junto a Izquierda Unida, lo que permitió a
Begoña Alfaro hacerse con el puesto de vicepresidenta y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias. Sin embargo, la actual secretaria de Organización de los morados ha anunciado que no se presentará a las primarias, dejando el proyecto huérfano de su cabeza más visible. La situación, además, se ha enraracido en las últimas semanas tras las
presiones de la dirección nacional para que Podemos dé por finiquitado el acuerdo de gobierno como
respuesta al caso Cerdán. Una decisión que les dejaría sin su última consejería en toda España.
La salida de Alfaro ha dejado la pugna por liderar Podemos en cosa de dos.
Txema Huarte, concejal del Ayuntamiento de Barañáin, es el número uno de la candidatura ‘
Adelante Podemos’. Mientras que
Neniques Roldán, una vieja conocida en el Consejo Ciudadano Autonómico, se presenta como estandarte del proyecto
‘Orgullosamente Podemos’. La gran duda es si llevarán a cabo un modelo continuista que preserve sus actuales alianzas con el Partido Socialista o romperán con todos los lazos para establecerse como ‘outsiders’.
Huarte llega a la cita electoral con un breve manual de propuestas en el que ha convertido la vivienda y la desafección política en sus dos grandes caballos de batalla, pero en el que la sanidad ha quedado relegada a un papel secundario. Apenas unas breves referencias a la
pandemia de Covid-19, a la situación de las residencias o la necesidad de implementar
programas de salud mental ilustran su documento político para las primarias.
Algo más incisiva ha sido Roldán con su propuesta en la que sí que ha querido marcar un sello propio a la hora de
enfrentar la entrada de capital privado en la sanidad. “Podemos Navarra trabajará para vetar la presencia de fondos de inversión en la gestión de ningún servicio público”, reza su hoja de ruta. La candidata ha recurrido también a la hemeroteca para atribuir al “Gobierno del Cambio” (2015-2019) algunos éxitos en materia de
reducción de listas de espera o de
atención a la dependencia.
Podemos busca la supervivencia en Castilla y León
Algo más despejado parece el camino en
Castilla y León. Solamente una gran candidatura aspira a liderar la nueva Asamblea de Podemos, aunque el nivel de apoyo recabado será un termómetro sobre el futuro de un espacio político que se encuentra al límite de su desaparición parlamentaria. En
las últimas elecciones autonómicas únicamente
Pablo Fernández logró conservar su escaño, lo que no permitió a los morados tener ni siquiera grupo parlamentario propio en un momento marcado por el auge de los partidos rurales. Su único representante ha ido acercándose además progresivamente hacia la dirección nacional, convirtiéndose en
portavoz estatal y poniendo el foco más en los grandes debates de Estado que en el plano autonómico.
La decisión de no presentarse a las primarias ha dejado vía libre para
Miguel Ángel Llamas que lidera la candidatura de
‘Podemos transformar Castilla y León’. El abogado, que desde hace más de un año ejerce como secretario de Programa, es uno de los relevos naturales en el cargo. Sin embargo, está por ver si es capaz de alcanzar un carisma que permita a Podemos
recuperar el espacio perdido en una comunidad autónoma que parece abonada al bipartidismo.
Llamas ha presentado una hoja de ruta política en la que se alinea con las manifestaciones civiles por la sanidad pública.
Listas de espera, externalizaciones, las condiciones de los profesionales sanitarios o la desigualdad en el acceso a la salud entre territorios son algunos de sus principales campos de trabajo. “Las movilizaciones ciudadanas en Castilla y León expresan con claridad una aspiración compartida de
garantizar el carácter público, la calidad y la equidad del sistema sanitario de Castilla y León”, reza un programa que no ha entrado en el fondo de las propuestas en materia de salud.
Todos estos nombres propios encarnan el futuro de un Podemos que si se cumplen los pronósticos caminará en solitario en la búsqueda de su modelo de sanidad en el escenario autonómico.
Cataluña, Navarra y Castilla y León representan tres grandes renovaciones de caras en un movimiento estratégico que llegará a todos los territorios. La consulta con las bases recuerda a los orígenes, cuando la formación no estaba atada a ningún gobierno y tenía un mayor alcance mediático entre sus simpatizantes. Queda por ver si la jugada límite dará resultados o
si los morados perderán la poca fuerza que todavía tienen en las autonomías.
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