Carlos Rus, presidente de ASPE.
La
sanidad privada tiene un nuevo asunto entre manos. Hace apenas una semana que Podemos,
a través de una Proposición No de Ley (PNL), exigió ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados más control sobre los
conciertos de gestión indirecta. Más aún, el partido ha llamado a comprobar con más garantías si todos estos conciertos “no contradicen los objetivos sanitarios, sociales y económicos previstos en los correspondientes planes de salud”. Esa duda lanzada por el partido de Ione Belarra ha impactado de lleno en el seno de la patronal del sector, la Alianza de la Sanidad Privada en España (
ASPE), que ha rechazado la propuesta.
“El modelo de concertación ha demostrado ser una herramienta eficaz y necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario”, comienzan las fuentes de ASPE consultadas por
Redacción Médica. Así, estas mismas voces hacen alusión a que los conciertos de gestión indirecta se encuentran
regulados en España desde 1986 a través de la
Ley General de Sanidad. Es decir, que este tipo de contratos administrativos que permiten a la Administración pública no tener que realizar directamente la prestación de un servicio sanitario, sino que lo haga a través de un tercero nacieron hace casi 50 años.
Es en este contexto, rememorando la entrada en vigor de estos convenios administrativos especiales, donde
ASPE explica sus razones para ‘tirar por tierra’ la propuesta de Podemos. “Los contratos vigentes ya incluyen
mecanismos detallados de supervisión por parte de la administración adjudicadora, con plazos y procedimientos precisos que las entidades adjudicatarias deben cumplir rigurosamente”, apuntan desde la patronal.
Pero la respuesta de ASPE no se queda ahí. Las fuentes consultadas por este periódico insisten en que los controles ya existentes en el ámbito de los conciertos de gestión indirecta “aseguran el cumplimiento de los contratos y
ofrecen garantías”. Es por ello que desde esta organización se reitera la f
alta de una “justificación técnica ni práctica para incrementar aún más la regulación sobre un modelo que ha mostrado claros beneficios para la sociedad”.
“Iniciativas como la PNL presentada por Podemos responden más a
posicionamientos ideológicos que a necesidades reales del sistema”, comenta la patronal sobre la iniciativa política. Y a ello añade: “
Pretenden anclar nuestro modelo sanitario en esquemas superados, alejados de las prácticas comunes en los sistemas de salud más avanzados de Europa occidental”.
La aportación de los conciertos al SNS
Otro de los asuntos que analiza ASPE es la
aportación de los conciertos de gestión indirecta al Sistema Nacional de Salud (
SNS). “La sanidad debe entenderse como un sistema en el que lo público y lo privado actúan de forma complementaria, coordinada y con una vocación de servicio público”. Sale a relucir aquí uno de los grandes debates de las últimas semanas: la colaboración público-privada.
“Los conciertos sanitarios permiten
optimizar recursos, mejorar el acceso a la atención sanitaria y
reducir las listas de espera”, enumera la Alianza de la Sanidad Privada en España. Un listado al que añade que la provisión de servicios a través de entidades privadas permite al SNS “
ahorrar costes, ya que muchas de las intervenciones se realizan a precios inferiores a los del sistema público”.
Las declaraciones de ASPE no se quedan ahí. La patronal de la sanidad privada también subraya que “esta colaboración no supone una renuncia por parte de las administraciones a sus funciones, ya que estas mantienen su titularidad y supervisión del servicio, garantizando el acceso universal y equitativo a la salud”.
La
colaboración público-privada en sanidad ha sido uno de los
debates más intensos dentro del sector privado en las últimas semanas. Ahora ASPE apunta a que este sistema “es un
pilar fundamental para la sostenibilidad del SNS”. Es en este contexto en que vuelve a cargar contra la PNL. “Cuestionar o debilitar esta colaboración responde a una
visión ideológica que no se corresponde con la realidad del sistema ni con los datos disponibles, tanto en términos económicos como de resultados en salud”, insiste la patronal.
Como resumen final, ASPE hace referencia a que los proveedores privados, en calidad de colaboradores del sistema público, “son
agentes clave para asegurar la eficiencia, flexibilidad y capacidad de respuesta del sistema sanitario, especialmente en contextos de alta demanda o limitación de recursos”.
Por su parte, la
Fundación IDIS, que aglutina a varias empresas del sector sanitario privado, aclara que “todos los recursos disponibles han de ponerse a disposición de los pacientes”. Es aquí donde la organización explica la existencia
fórmulas de colaboración que lo hacen posible y que “han de estar establecidas con principios de rigurosidad y transparencia”. Todo ello, además, con una conclusión final: “Es
imprescindible normalizar la sanidad privada como parte imprescindible y necesaria del sistema sanitario de nuestro país”.
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