La ministra de Sanidad, Mónica García, y el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.
El anteproyecto de la
Ley de los Medicamentos y los Productos Sanitarios comenzará su tramitación en las Cortes, en principio, después del verano. Es, al menos, lo que tiene previsto el Ministerio de Sanidad una vez se analicen las más de 1.000 alegaciones presentadas durante el plazo de audiencia pública al texto aprobado en abril en el Consejo de Ministros. La intención es que, una vez decidido qué aportaciones se aceptan y cuáles no,
el proyecto vaya a Moncloa en segunda vuelta en septiembre, según ha avanzado la ministra de Sanidad, Mónica García, a preguntas de
Redacción Médica tras el Consejo Interterritorial de este viernes. La titular del ramo también ha confirmado que, finalmente, se ha decidido dejar para la fase de enmiendas en las Cortes la posible
reforma del copago farmacéutico. Sanidad apuesta, ha recordado García, por un sistema “más progresivo”, y aunque en un primer momento lo incluyó en su borrador de anteproyecto legislativo, decidió obviarlo en estos trámites iniciales, aunque sin aclarar, hasta ahora, si acabaría recuperándolo antes de que el texto llegara al Congreso.
Ese ‘retraso’ se debe a cuestiones “estratégicas”, según explicó en marzo el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, durante un encuentro con los medios de comunicación. El número dos de Mónica García apuntó que se había atendido la petición de otros ministerios representados en los órganos de debate de los borradores legislativos -como la
Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (Cdgae), de la que son presidente y vicepresidenta, respectivamente, los ministros de Economía, Carlos Cuerpo, y Hacienda, María Jesús Montero-. Lo que se puso sobre la mesa fue lo que se ha acabado haciendo: abordar la modificación del copago durante una fase de la tramitación normativa posterior a la aprobación en el Consejo de Ministros en primera vuelta.
En cualquier caso, desde Sanidad siempre se ha dejado claro que no se renuncia a su
propuesta de copago. “Nosotros, siempre,
vamos a defender una aportación más progresiva y unas limitaciones a los que creemos que ahora mismo están sufriendo más la falta de acceso a los medicamentos por cuestiones económicas, que son los activos que tienen unas rentas más bajas. También los pacientes crónicos, que necesitan muchos medicamentos, y muchos de ellos son muy caros”, ha explicado este viernes la ministra.
Mónica García, ministra de Sanidad.
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Más tramos de copago y más aportación de rentas altas
En el borrador legislativo que se filtró en diciembre se proponía, en primer lugar,
elevar el porcentaje de copago de medicamentos recetados del 60 al 65 por ciento para las rentas más altas, las de 100.000 euros o más al año. En el caso de los asegurados activos con rentas de entre 18.000 y 100.000 euros, su aportación crecía del 50 al 60 por ciento, sin el privilegio de sólo el 10 por ciento para los pensionistas. También se añadía un copago del 55 por ciento para un nuevo tramo de rentas de entre 35.000 a 60.000 euros, y de un 50 por ciento para las de entre 18.000 y 35.000 euros.
Por otro lado, se mantenía la aportación del 40 por ciento para los asegurados activos no incluidos en las categorías anteriores, y también el copago del 10 por ciento para los pensionistas, a excepción de los que percibieran más de 18.000 euros, cuando, actualmente, se benefician de ese porcentaje los pensionistas que cobran menos de 100.000 euros. Por último, se conservaba la aportación del 40 por ciento para los
extranjeros no registrados y no autorizados como residentes.
Sanidad, dispuesto a ser "flexible" con las alegaciones
El anteproyecto de Ley de los Medicamentos era uno de los platos fuertes del
extenso orden del día del Consejo Interterritorial, aunque sólo fuera para informar a las autonomías de los avances en su tramitación. El texto que Sanidad ha puesto sobre la mesa ha sido el mismo que se llevó al Consejo de Ministros en abril, es decir,
sin la incorporación de ninguna de las más de 1.000 alegaciones registradas. Antes del pleno, los consejeros del PP se habían quejado de que
el ministerio había rechazado todas las aportaciones presentadas por las comunidades, pero la propia ministra lo ha desmentido antes de la reunión.
“El Ministerio de Sanidad está dispuesto a ser flexible”, ha asegurado tras reconocer que son “muchas” las alegaciones recibidas para el anteproyecto legislativo, cuya reforma resulta “muy compleja” dado que la versión vigente, el texto refundido de la Ley de Garantías, data de 2015. “Hay muchas cosas complejas que tenemos que terminar de afinar entre todos y todas, pero creo que
el espíritu de la discusión que ha habido ha sido muy constructivo”.
Mónica García contestando a las preguntas de los periodistas.
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