Agencia Europea del Medicamento (EMA).
La creciente
demanda de medicamentos para la pérdida de peso, especialmente de
fármacos como semaglutida, ha dado lugar a un fenómeno preocupante: el auge de un mercado paralelo en internet, muchas veces ilegal y desregulado.
Mientras la eficacia de estos medicamentos en el
tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2 (como son Ozempic o Wegoby) ha sido ampliamente reconocida en estudios clínicos, su uso sin la supervisión de un especialista está lejos de ser una solución rápida o sin riesgos. Así lo han recordado fuentes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) a
Redacción Médica, ante las crecientes dudas sobre la
proliferación de estos productos fuera del canal sanitario autorizado.
Uno de los mayores peligros actuales es la compra de estos fármacos a través de internet, muchas veces sin
ninguna garantía de calidad o autenticidad. "Los pacientes
solo deben comprarlos en comercios autorizados, ya que podrían estar adquiriendo medicamentos falsificados que podrían ser peligrosos", alerta la agencia. Las falsificaciones pueden contener ingredientes no declarados, dosis incorrectas o incluso sustancias tóxicas, con consecuencias potencialmente graves para la salud.
Comercios en línea autorizados para vender medicamentos
"La decisión de iniciar un tratamiento con semaglutida debe consultarse con un médico y
realizarse bajo supervisión médica", subraya la EMA. La institución advierte de que estos fármacos, si bien son eficaces en determinados pacientes, "deben tomarse a largo plazo y pueden tener efectos secundarios, así como implicaciones en aspectos como la nutrición y el ejercicio".
En este sentido, las autoridades insisten en que estos medicamentos adelgazantes no deben verse como soluciones milagrosas para bajar de peso. "Son medicamentos con receta y no simples soluciones para bajar de peso", recalca la EMA. De ahí que su venta esté estrictamente regulada, y su
adquisición sin prescripción médica sea considerada una práctica de alto riesgo. Cabe recordar que en el caso de Ozempic, su uso no está autorizado en España para el tratamiento de la obesidad.
La EMA recuerda que los
únicos canales seguros para adquirir estos productos son "los comercios en línea registrados ante las autoridades nacionales competentes de los Estados miembros de la UE". Estos establecimientos están incluidos en una lista oficial publicada en el sitio web de la propia EMA, donde también puede encontrarse información actualizada sobre campañas contra la falsificación, como la impulsada recientemente junto a Europol y la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO).
No osbtante, tal y como informó este medio,
Europa y Estados Unidos están cooperando para combatir un "
mercado común ilegal" de adelgazantes, que mueve millones y pone en riesgo la salud pública. Plataformas digitales, redes sociales y páginas web no reguladas se han convertido en un canal frecuente para la venta ilícita de estos fármacos, muchas veces camuflados como suplementos dietéticos o productos naturales.
A ello se suma otro desafío: la inminente llegada de
versiones genéricas de semaglutida. Aunque algunos fabricantes ya anticipan que existe el temor de que el acceso más fácil y barato pueda aumentar el consumo sin supervisión médica, especialmente si no se refuerzan los controles regulatorios y la educación sanitaria.
Ante este panorama, la comunidad médica y las instituciones sanitarias insisten en
la importancia de un abordaje integral de la obesidad, donde el medicamento no sea la única herramienta. "Estos tratamientos deben ir siempre acompañados de un cambio en los hábitos de vida, incluyendo dieta, actividad física y seguimiento profesional", concluye la EMA.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.