CESM trabaja en una propuesta alternativa a la de Sanidad que reconozca las singularidades de los facultativos

Víctor Pedrera, secretario general de CESM, que anuncia una propuesta propia de Estatuto facultativo para septiembre
Víctor Pedrera, secretario general de CESM.


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Se respira calma tensa en agosto en torno a la reforma del Estatuto Marco. La última reunión en el Ámbito de Negociación entre los sindicatos y el Ministerio de Sanidad, a finales de julio, concluyó con la promesa ministerial de revisar el segundo borrador legislativo planteado a mediados del mes pasado para introducir posibles mejoras en jubilación anticipada y parcial, entre otros aspectos, pero excluyendo los aumentos retributivos. De forma paralela, una de las organizaciones representadas la mesa de diálogo, CESM, sigue demandando un estatuto específico para los facultativos y un espacio de negociación propio. El sindicato confirma a Redacción Médica que sus servicios jurídicos trabajan para elaborar una propuesta alternativa a la de Sanidad que incluya esas dos claves y otras dos reclamaciones ya conocidas: por un lado, dotar a los médicos de un nivel en la clasificación profesional acorde a su nivel de formación y responsabilidad; por otro, sustituir las guardias obligatorias por jornadas extraordinarias voluntarias y retribuidas por encima de las ordinarias. El objetivo es que el documento esté listo, aproximadamente, en la primera semana de septiembre.

Será ese un mes clave para aclarar el futuro del nuevo marco legislativo que regirá las condiciones profesionales de los profesionales de la sanidad -el actual data de 2003-. La ministra de Sanidad, Mónica García, ya dejó claro en julio que su intención es que el proyecto de ley de Estatuto Marco que salga del Ámbito de Negociación llegue al Consejo de Ministros en otoño y que, a partir de ahí, afronte su tramitación parlamentaria. García ha defendido en más de una ocasión que el texto está consensuado al 95 por ciento con los sindicatos más representativos, aunque las organizaciones niegan la mayor y aseguran que el nivel de acuerdo es inferior. En el caso de CESM, que tiene sólo un representante en la mesa de diálogo y no de forma individual, sino incluido en el mismo grupo que Satse, el pulso con Sanidad ganará en intensidad el 3 de octubre, fecha en la que está convocada una nueva jornada de huelga para exigir un marco laboral específico para los facultativos.

Mesa propia de negociación médica y A+


Esa es la principal clave sobre la que los servicios jurídicos del sindicato están elaborando su propuesta de Estatuto, según avanza a este medio Víctor Pedrera, secretario general de CESM. La segunda es contar una mesa de negociación propia con el Ministerio de Sanidad de la que formen parte representantes designados directamente por el colectivo médico: “En la actual composición del Ámbito, todos los sindicatos representados rechazan abordar la problemática del médico desde la perspectiva y necesidades del propio colectivo médico”, dice Pedrera.

El tercer pilar del futuro documento, basada en otra reivindicación también conocida de sobra, es reconocer “el nivel de formación pre-grado y de especialización” de los médicos, además de su “asunción de responsabilidad”, con un nivel profesional A+: “Queremos que se reconozca un nivel de clasificación y retribución superior a los graduados de 240 créditos. No nos vale la propuesta ministerial ya que degrada al médico frente a profesiones con menor nivel formativo, capacitación y responsabilidad”, demanda Pedrera.

Guardias médicas voluntarias


Finalmente, reclamará CESM en su futura propuesta que sólo haya dos modalidades de jornada: ordinaria y extraordinaria. “La ordinaria, idéntica a la del resto de profesionales. La extraordinaria, voluntaria y retribuida por encima de la ordinaria, como en el resto de profesiones”, explica el secretario general de CESM. La ministra de Sanidad ya se opuso públicamente a la posible voluntariedad de las guardias, a lo que el propio Pedrera respondió en un comunicado acusando a García de medir a los médicos y al resto del personal sanitario con un doble rasero.

“Resulta evidente que para mantener una atención urgente durante 24 horas, con las actuales plantillas de médicos bajo mínimos, sí se está obligando a los profesionales a realizar jornadas de 45 y más horas semanales, como saben especialmente los facultativos que dependen directamente del Ministerio en Ceuta y Melilla, donde se ha comprobado cómo, con solo cuatro radiólogos, la única manera de garantizar la atención urgente al paciente es la que roza la esclavitud, forzándoles a realizar jornadas de 70 y más horas semanales, sin tener en cuenta la repercusión en su salud y en su vida privada”, lamentó el responsable sindical.
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