Javier Sorribes, José Antonio Herranz y Julio Armas.
El cambio acostumbra a ser consecuencia de la
movilización. La aprobación de cualquier derecho o la mejora de las condiciones de un determinado segmento de la población vienen precedidas casi siempre de innumerables jornadas de protesta. El ámbito sanitario no es una excepción. Razón por la que los médicos saldrán a la calle
el viernes 3 de octubre. La profesión facultativa demandará un marco laboral exclusivo para sus integrantes, alejado del
Estatuto Marco conjunto que proponen el Ministerio de Sanidad y la mayoría de organizaciones sindicales -pese a las desavenencias entre ambas partes negociadoras-. Bajo su prisma, el borrador presentado no responde a los intereses del colectivo de Medicina, que clamará por sus intereses laborales en
la huelga convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y Sindicato Médico Andaluz (SMA). Un día en el que se espera que se espera que el gremio se una y grite al unísono, como se hizo décadas atrás. Y es que
la fragmentación condena cualquier reivindicación.
Javier Sorribes trabaja en el centro de salud de Albocàsser (Castellón). La huelga coincide con su participación en una jornada de Medicina Rural, pero su suscribe varias de las consignas. Una serie de peticiones que
requieren del compromiso de todos los médicos. "Creo que la profesión debería estar más unida", ha resaltado a este diario. Esto sin obviar la relación con
otros miembros de las plantillas del Sistema Nacional de Salud (SNS)
La cooperación del conjunto del gremio facultativo por un objetivo común se entrevé fundamental para superar
la desazón imperante en ocasiones. "Creo que los profesionales están desencantados por el contenido político de algunos discursos y eso hace que se movilicen menos", ha lamentado Sorribes. Una situación que debilita el impacto de este tipo de protestas, según el sanitario de Atención Primaria.
Importancia de la participación de los más jóvenes
Sorribes ha agregado que la menor movilización de los profesionales no tiene nada que ver con su edad. Es más,
la juventud del SNS es la que menos problemas tienen para alzar la voz. "Por ejemplo, los médicos de Familia más jóvenes han crecido en un ámbito deficitario de personal, lo que hace que tengan menos miedo a expresar sus reivindicaciones y límites que los que venimos de generaciones anteriores", ha comentado.
La relevancia de esta franja de edad del gremio es compartida por el médico ya jubilado José Antonio Herranz, colegiado también en la provincia de Castellón. "Todos los facultativos
tenemos que ir a una y los jóvenes especialmente deben manifestar su descontento profesional en búsqueda de la equiparación de nuestros derechos con los existentes en el resto de Europa", ha puntualizado a
Redacción Médica.
"Creo que los profesionales están desencantados con el contenido político de algunos discursos y eso hace que nos movilicemos menos"
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Y es que
las nuevas generaciones son las que trabajarán bajo el abrigo del nuevo Estatuto Marco, en caso de lograrse un acuerdo entre Sanidad y sindicatos. "Lo han vivido o lo viven como residentes, con guardias de 24 horas y un salario muy menguado. Y
cuando sean adjuntos pasará lo mismo, ya que la diferencia entre un R5 y un A1 no es mucha, lo cual no tiene sentido", ha apuntado el médico de Urgencias del Hospital Universitario del Vinalopó (Elche, Alicante), Julio Armas, quien se sumará a la huelga médica.
Más derechos para la profesión
Herranz ya no ejerce. No obstante, participaría en la acción convocada por CESM y SMA sin ninguna duda. "Ante los agravios a la profesión
no queda más que responder con la huelga", ha aseverado. "Tenemos que reivindicar nuestros derechos y la unidad entre los médicos debe verse en esta ocasión", ha continuado. Una imagen que se dio a finales del siglo pasado, cuando los titulados en Medicina abogaban por un mejor salario y condiciones. También en el actual, en el que los facultativos han conseguido la ampliación de las plantillas en determinados centros de salud y hospitales o el incremento de la financiación sanitaria en algunas comunidades autónomas.
En la actualidad, el sector médico apuesta por
un marco laboral que reconozca
las 35 horas semanales, la regulación de la jubilación anticipada, la revalorización de las retribuciones o una reclasificación profesional que incluye una categoría especial para los tenientes del grado en Medicina: el A plus. Una batería de peticiones que no aparece en el borrador propuesto por Sanidad y que difiere en algunos puntos de la versión ideada por los sindicatos del Ámbito de Negociación, a excepción de CESM.
"Ante los agravios a las profesión no queda más remedio que responder con la huelga"
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"No se puede plantear igualdad de condiciones para todos los estamentos de Sanidad, porque no todos tenemos las mismas, ni tampoco compartimos necesidades”, ha afirmado Armas. En este sentido, el urgenciólogo ha comparado los turnos de guardia de Medicina con los de Enfermería y Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE). "En 24 horas, pueden pasar tres o dos de enfermeras y tres de TCAE. Sin embargo, el médico puede no cambiar durante todo el día", ha explicado. "Entiendo las reivindicaciones del resto de profesiones y las apoyo, pero nosotros también tenemos que ser responsables de nuestras circunstancias", ha continuado.
Herranz desea que el 3 de octubre sirva para
detener el deterioro de la profesión y sus condiciones laborales, que afectan de manera directa al proceso asistencial y, por ende, inciden en el paciente. "Espero que sea ejemplar y ayude a elevar el reconocimiento de nuestra labor", ha recalcado. Al final, el avance comienza con la movilización y los médicos han arrancado su marcha. "Es hora de decir basta", ha sentenciado Armas.
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