La subida salarial del SNS divide al personal sanitario: "Es injusta"

El Gobierno ha elevado al 11 por ciento su oferta definitiva de incremento salarial para los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), en un intento por mejorar la remuneración de médicos, enfermeros y personal sanitario. Algo que ha provocado reacciones en Medicina de Familia, Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y celadores, a los que les sigue sin convencer del todo este aumento, sobre todo estos dos últimos grupos, que denuncian que sigue persistiendo una desigualdad significativa entre categorías sanitarias.

Así, Marcos Gallardo, celador de quirófano en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, reconoce en Redacción Médica que cualquier subida es positiva, pero insiste en que sigue siendo "injusta": "Todo lo que sea subir está bien para el sueldo que tenemos, que es irrisorio, pero la diferencia con los médicos es enorme, ya que ellos cobran 5.000 o 6.000 euros y nosotros apenas llegamos a 1.000 euros sin noches ni festivos".

Mientras, Rosa Maestre, que es TCAE en el Centro de Salud Las Calesas, también en Madrid, aporta la perspectiva de su colectivo, que también dista mucho de la situación de los médicos. "Con trienios y carrera profesional puedo llegar a 1.500 euros", asegura. Además, aunque un aumento de sueldo siempre viene bien, recuerda que los auxiliares de Enfermería sufrieron "una bajada de sueldo del 5 por ciento en 2012 y nunca se recuperó". 

Impacto del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)

Por otro lado, Asun Gracia, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), comenta que a este nivel asistencial les "hubiera gustado un aumento salarial mayor, pero una subida siempre es bienvenida". Y es que, a mayores, este sector se va a ver afectado por el MEI, responsable de otra parte de esta polémica, ya que que aumentará las cotizaciones en 2026. Para los médicos, supondrá un aporte de 0,15 puntos porcentuales a cargo del trabajador y 0,75 por ciento a cargo de la administración, lo que representa un recorte aproximado de 92 euros al mes sobre la base máxima de 5.100 euros al mes. Gracia, en este contexto, afirma que "de la misma manera que la cotización va proporcional a la categoría, debería ir proporcional la subida salarial".

Una medida que supone un aumento de cotizaciones para los médicos e impacta sobre su salario neto, aunque que a Gallardo y Maestre les parece "lógico", ya que ellos "cobran mucho más" que sus colectivos. Por eso, valoran positivamente que el MEI se ajuste proporcionalmente a los ingresos y no afecte de la misma manera a TCAE y celadores, de forma que quienes perciben que los salarios más altos tengan una contribución adicional. 

Productividad y funciones compartidas

Sobre la subida general del 11 por ciento, ambos destacan que es insuficiente para compensar años de recortes y la desigualdad histórica, ya que, para Gallardo, los celadores son "el último peldaño del personal sanitario" y Maestre asegura que los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería quieren "ser equiparados a nivel europeo". 

Desde su puesto como celador de quirófano, Gallardo denuncia que muchas de las diferencias salariales no solo se explican por la categoría profesional, sino por cómo se reconocen -o no- determinadas funciones clave dentro del hospital. En su caso, explica que la productividad no refleja el trabajo real que desempeña: "Si mi productividad es cero, la del cirujano tiene que ser cero, porque si él no opera, yo no puedo pasar pacientes a quirófano". 

Sin embargo, la compensación económica es muy distinta: "Yo a lo mejor tengo una productividad de 150 euros y un cirujano la puede tener 3.000. La diferencia es exagerada". A su juicio, el sistema no reconoce que muchas tareas son interdependientes: "Su productividad depende también de la mía, aunque luego eso no se vea reflejado en la nómina".

Gallardo pone el foco especialmente en lo que ocurre en los quirófanos de trasplantes de su hospital, donde detalla que el resto del personal sanitario recibe una compensación específica por localización: "Enfermeras, anestesistas y cirujanos están en sus casas localizados, cobran por estar pendientes del teléfono y si les llaman porque tienen que venir a quirófano, cobran más". La situación, en cambio, es muy distinta para los celadores: "El celador no lo cobra. El que esté en el turno es el que tiene que hacerlo. Te llaman, te dicen que tienes que ir y ya está".

Brecha salarial entre categorías

Los dos apuntan que la brecha salarial con los médicos es "enorme", pero es cierto que reconocen su mayor formación y responsabilidades. Aun así, aseguran que "la diferencia es enorme". "Si hay dinero para ellos, también debería haber para nosotros", dice Maestre. Pero en este contexto, Gracia explica que esa diferencia sí está justificada por esa misma razón: "Todo el mundo entiende la diferencia en la responsabilidad de un cirujano que está con un paciente en el quirófano a un celador o a un auxiliar. Su labor es importante, pero no es la responsabilidad de la vida del paciente". 

Razón por la que Gracia matiza que la subida general de sueldo, al realizarse "igual para todos los funcionarios" no refleja su "carga y responsabilidad" que, en el caso de los médicos de Familia, "es muy alta por déficit de plantilla y envejecimiento de la población". Algo con lo que no concuerda Maestre: "Una TCAE de Primaria sí tiene un puesto de responsabilidad porque trabajamos con con personas, y estamos expuestas a maltrato y situaciones difíciles". Gallardo coincide: "Viene una Filomena o una pandemia y nosotros tenemos que estar ahí día sí y día también, mientras otros colectivos pueden ausentarse".

Aparte, Gallardo denuncia una desigualdad interna en las mismas categorías sanitarias: "No tengo el mismo sueldo que el celador que está en La Paz, ni del que está en el Gregorio Marañón. En Madrid los celadores somos los peor pagados comparado con otras comunidades autónomas, puede haber hasta 800 euros de diferencia".