Laboratorios, distribuidores y farmacias ajustan sus pedidos y rutas para responder al aumento de consumo en estos meses

Así refuerza la industria farmacéutica su logística en verano
Antihistamínicos, analgésicos y productos solares, entre los medicamentos más solicitados en temporada alta.


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Cada verano, el mapa de la demanda farmacéutica en España se reconfigura. El incremento de población en zonas turísticas, la mayor actividad social y las patologías propias de la temporada obligan a ajustar la logística para garantizar que ningún paciente se quede sin su medicación. Para ello, tanto laboratorios como distribuidores y oficinas de farmacia aplican planes de refuerzo para asegurar el suministro en todo el país, según confirman a Redacción Médica fuentes de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y Farmaindustria.

Un patrón previsible y zonas de alta rotación


"El período estival supone variaciones en la demanda de determinados medicamentos, pero estos patrones son conocidos por todos los agentes del sector", explican desde la Aemps. La Agencia recuerda que esta situación "entra dentro de la normalidad" y que se repite cada año, lo que permite a laboratorios, distribuidores y farmacias "ajustar pedidos y stocks en sus instalaciones en base a ello".

El ejemplo más claro de este comportamiento estacional lo encontramos en los fármacos antigripales, cuyo pico de consumo se concentra en invierno, o en medicamentos para afecciones digestivas y cutáneas, más demandados en los meses cálidos. Sin embargo, la Aemps aclara que estos incrementos no se consideran problemas de suministro a escala nacional, sino ajustes puntuales de distribución que se resuelven "a muy corto plazo" cuando afectan a nivel regional.

La llegada masiva de turistas a zonas costeras y destinos de interior genera un cambio en la presión asistencial y, por tanto, en el consumo de medicamentos. En paralelo, áreas rurales con población dispersa también pueden experimentar tensiones logísticas, especialmente en fechas señaladas como fiestas patronales o vacaciones escolares.

No obstante, desde la Agencia subrayan que "no hay conocimiento de que haya problemas de suministro concretos en áreas determinadas a consecuencia de los aumentos de consumo en los distintos destinos de veraneo". El papel de los mayoristas, con una amplia red de distribución y rutas flexibles, resulta clave para evitar desabastecimientos, incluso en municipios con infraestructuras limitadas.

Coordinación constante con la industria


Por su parte, desde Farmaindustria insisten en que "las compañías farmacéuticas están siempre en contacto directo con la Aemps y con la distribución para que no haya ningún problema de abastecimiento en ningún periodo del año". Este trabajo conjunto se apoya en sistemas de monitorización de stocks y en la capacidad de respuesta rápida ante incrementos puntuales de la demanda.

Además, cuando se producen incidencias, la existencia de tratamientos alternativos minimiza el impacto: "En la mayoría de casos en los que se habla de problemas de abastecimiento, existen alternativas que anulan o reducen sus efectos", señalan desde la patronal. Uno de los pilares para reforzar el suministro es la protección de los denominados medicamentos estratégicos. España fue pionera en Europa al establecer un listado oficial, impulsado por la Aemps, para garantizar la disponibilidad de fármacos considerados críticos para la salud pública.

"Garantizar la fabricación nacional de medicamentos estratégicos mejoraría el abastecimiento y daría seguridad al país ante futuras crisis", remarcan desde Farmaindustria, y recuerdan que esta medida forma parte de la Estrategia de la Industria Farmacéutica en España. La producción local no solo reduce la dependencia de cadenas internacionales, sino que agiliza la reposición en escenarios de emergencia.

En la práctica, la anticipación es la herramienta más efectiva para sortear picos de demanda. El uso de sistemas de inteligencia de datos permite detectar tendencias de consumo y reforzar el stock antes de que la presión llegue a los almacenes. Las farmacias comunitarias, que actúan como último eslabón en la cadena, también aportan información clave sobre las necesidades de cada zona.

Al final, la industria farmacéutica española demuestra que la logística es tanto una cuestión de previsión como de capacidad de reacción. Y, por ahora, el consenso entre reguladores y fabricantes ha dejado claro que el verano puede tensar las cadenas de suministro, pero no las rompe.
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